El 10 de Febrero de 1943 dio inicio la "Operación Estrella Polar".
A primera hora, según rezaba el plan concebido por el
mariscal Zhúkov, llovió fuego por boca de la artillería y la aviación. Más de
un millar de cañones y centenares de bombarderos desfiguraron, durante un par
de horas, la sufrida orografía de la tierra áspera y helada.
Tras ellos, la infantería apoyada por los carros.
Miles de soldados abandonaban sus trincheras para el ataque
frontal una vez bebido el último trago antes de la batalla mientras los
blindados rugían avanzando a trompicones, desconfiados. Frente a ellos, los
supervivientes del diluvio artillado aguardaban tras las MG, atrincherados.
Un pistoletazo solitario rompió la calma tensa... y empezó
la sucesión de fogonazos, silbidos, tintineos de percutores, soldados heridos
que gritan gritos de terror o de fanatismo, estadios próximos a la locura... y
explosiones que salpican trozos de barro forrados de metralla hiriente, y ahí
al lado caen esos amigos con quienes jugabas a las cartas ayer, y está
sangrando con un boquete en el pecho, mirando con unos ojos que parecen haber olvidado el porqué; salta el cierre del fusil, centenares de cartucheras vacías
desparramadas por el suelo, y más explosiones descerrajan en mil astillas el árbol
bajo el que se resguarda un sargento justo cuando los ojos de un enemigo que
corre hacia la trinchera se clavan en los ojos del soldado que le tiene en el
punto de mira... clic... y a buscar otro a quien coser a tiros antes de que
sea un servidor el del siete en la frente.
Escenarios de una guerra perra.
A media tarde de este 10 de Febrero del que os hablaba, el día
de la Batalla de Krasny Bor, la División Azul había contenido la ofensiva del
Ejército Rojo de Stalin en lo que pretendía ser una maniobra táctica para
asestar un golpe mortal al Grupo de Ejércitos Norte de la Wehrmatch de Hitler.
Eufóricos tras la victoria de Stalingrado y la contraofensiva de Leningrado, el
ejército ruso golpeó con fuerza, menospreciando una división española que
consideraba débil y altanera, compuesta por "señoritos" y
"mercenarios", pero que en realidad estaba constituida por una juventud
comprometida y valerosa. La rendición y puesta en fuga, a semejanza de lo
ocurrido con las tropas rumanas, húngaras e italianas días atrás, se daba por
segura...
... pero los seis millares de españoles aguantaron el
zarpazo de los cuarenta y tantos mil osos rusos. Craso error: tropas cansadas y
fustigadas contra soldados voluntarios de alta moral. El flanco de la Wehrmatch
no se derrumbó, sino que consiguió atrincherarse en varios puntos fuertes desde
los que contrarrestó el envite soviético. A media tarde llegaron las divisiones
alemanas, iniciándose un nuevo diálogo artillero, ahora más a la par una vez
asegurada la posición y reestructurada la línea mediante el refuerzo alemán.
La ofensiva había sido frenada.
Mucha sangre española regó la tierra rusa. Desde nuestra
Guerra Civil jamás había vuelto a verterse tanta, mucho menos en un mismo día, 10
de Febrero de 1943. No esperéis que el oráculo de Delfos que habita en la caja
tonta mencione palabra de la gesta, como tantas otras, olvidada.
A nosotros, pero, no se nos podía olvidar.
4 comentarios:
MAGNÍFICA Y HONROSA ENTRADA QUERIDO HEREP-
¡IN MEMORIAM!
LOS HEROES NUNCA MUEREN NI SU SACRIFICIO ES NUNCA EN VANO, AUNQUE LOS CANALLAS TRAIDORES E HIDEPUTAS, INTENTEN HUNDIRLOS EN EL OLVIDO.
Un Abrazo GENIO.
Un Brindis Por Los HÉROES DE KRASNY BOR Y SU GESTA.
¡VIVA ESPAÑA!
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Lo curioso de aquellos soldados, que demostraron ser soldados heroicos, es que la mayoría y salvo unos pocos falangistas, eran gente sin ideología tal como se ha demostrado en libros como el del capitán Palacios.
Sin querer entrar en el debate ideológico, creí importante recordar la fecha, pues muchos españoles murieron en apenas 16h. de ofensiva en bloque.
Es sangre de españoles, y no debería menospreciarse... pero, ¡qué decir de un pueblo servil que prefiere olvidar!
Malos augurios, querido Old, pues quienes prefieren girar la cara a su Historia están condenados a ver cómo se repite una y otra vez.
Que no seamos nosotros tan idiotas, amigo.
Abrazos y un brindis por la gesta y quienes duermen el sueño de los justos en la tierra rusa.
¡Riau!¡Riau!
Muchos universitarios, jóvenes, chavales que acababan de ver el final de una guerra y que no dudaron en enrolarse en otra muchísimo más sangrienta.
Muchos murieron y España, como tantas y tantas veces, perdió una generación que podría haber dicho mucho en el panorama de la época.
Un saludo, don Javier.
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