Funciones

Ahora, la banda se aproxima por la bocacalle.
En el AVE, el sindicato copó el vagón vip. Los pocos anónimos, atemorizados, no osaron desviar la atención de la película que reproducían los monitores. Muchos miembros a muchas perras el pasaje; nada que no pueda hacer frente el expolio al que someten a los hijos del dios menor no nacionalista. Están todos: el señor rosa, el señor amarillo, señor blanco, negro... señor verde... Acuden al piso franco, a "dialogar" -palabras textuales- con los magistrados de un tribunal en defunciones, y lo saben. La cabeza de turco incluso lleva la libertad de expresión en la solapa de la americana. No ha de pasar nada, desacataremos. Prosigue la desconexión. 
Como sucede en estos casos, la ley está desaparecida. Su nombre suena en las tertulias en boca de honorables sesudos y se lee en las noticias que los periódicos muestran a la hora del cruasán, pero el aspecto de la policía que indaga, el informe de la fiscalía que acusa, la sentencia del juez que se cumple y el firme gobierno que la ejecuta... no, ella jamás se muestra por estos lares. Como tal, no existe. También, en defunciones. Sometida por quienes quebrantaron su juramento de defenderla y han acabado mercadeando con ella en pro de la propia hacienda de elección en elección... ahora en las vascas de la paz del corral, después en las despobladas gallegas del eterno otoño, más tarde en el tercer café para todos de navidad... revolotea libremente de de flor en flor ajena a la suerte postrera de los hombres mortales.
y es entre funciones de gansterismo y instituciones en defunciones como transcurre el ocaso.