Cosas del péndulo

No descubro nada si digo que un péndulo es un elemento que oscila bajo el influjo de la fuerza gravitatoria. Todos hemos visto el movimiento del famoso Péndulo de Foucault, o el juego que da el de Newton, con la esfera que bota y rebota, ahora hacia el este, después rumbo al oeste, dorándose al Sol como la gigantesca albóndiga que responde al nombre de Tierra.

Otro más sutil y que pasa desapercibido a los ojos del gran público es, descubrámoslo aquí, el péndulo del Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy Brey, el Iluminado. Influenciado por las Leyes Generales de la Derecha Española -convenio de traiciones y deserciones deshonrosas auspiciadas durante la primera noche de los tiempos, cuando los jerifaltes del invento decidieron, en secreto cónclave, que la defensa de ciertos valores intrínsecos debía ser sacrificada en pro de la adaptación a los nuevos tiempos modernos y de progreso-, dicho péndulo "popular" cumple, a rajatabla, todos los parámetros que rigen el análisis científico.

Siguiendo el enunciado teórico, asistimos a un desarrollo que ora despoja a los inmigrantes ilegales de la tarjeta sanitaria "gratis total", ora vuelve a repartir la VISA ORO que ha de emblanquecer las dentaduras de toda África y Asia; o comprobamos cómo el péndulo alcanza el vértice del IVA cultural al 21% para, instantes después, regresar al vórtice del IVA cultural al 10%, para beneficio de propios y extraños. Cacareado entre las vecinas que hacen cola en la peluquería, el vaivén de los borradores de las leyes educativas, con sus alusiones a "españolizar" convertidas, con un balanceo del péndulo, en meras palabras que se lleva el viento del desacato judicial en materia lingüística. ¿Y qué decir de los impuestos? Del valle de "el dinero mejor en el bolsillo del contribuyente", alcanzamos los altos picos de "la subida es debida a la herencia recibida", para finalizar, de nuevo, en "el dinero mejor en el bolsillo del contribuyente"... porque hoy las cosas, dicen, han cambiado, aunque el déficit sigue disparado, la deuda tiene un interés que para qué te quiero, Andrés, y las CCAA siguen haciendo lo que les viene al pelo, dilapidando el sudor del sufrido trabajador.

El compendio de eruditos reunidos en logia de mandil azul, autores de las ya mencionadas Leyes Generales de la Derecha Española, presentan como excusa bobalicona ante los críticos que se atreven a alzar la voz sabiéndose engañados en este juego del trilero, de entre todas las chuminadas paridas por la mente humana, la teoría hasta hoy secreta del péndulo... por la que hoy "pendulo" hacia aquí, mañana hacia allí y, si me vienes con el cuento, respondo con un lacónico "¡es la fuerza gravitacional, idiotas!"

Mientras esto ocurre, el Iluminado, pero, con toda la sapiencia acumulada durante largos años de estudio concienzudo detrás de su plasma, se nos presenta como el héroe que consiguió vencer las fuerzas de la Física, haciéndonos creer al gran rebaño que él... y sólo él... ha derrotado la gravedad que mueve al péndulo.

Y será cierto que ha vencido tales fuerzas, Monos, pues algunas de sus ideas han permanecido fijas, inalteradas, enquistadas en esa posición irreal que las mantiene flotando en el éter más inane. Como pasto del olvido, la lucha contra la ETA, la defensa de la política penitenciaria, el esclarecimiento del Faisán del Ministerio del Interior, la ilegalización de los lazos políticos del terrorismo, la derogación del mandato parlamentario en pro del diálogo... aunque son más los "entes" que flotan, y abarcan campos tan dispares como la reforma energética o la despolitización del Poder Judicial, la Reforma de la Ley Electoral y la defensa de España -y sus intereses- tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, la firmeza ante los secesionismos raciales periféricos, la regeneración democrática y el buen gobierno.

... y viva el vino, y la fuerza gravitacional que rige en la albóndiga azul.