Hará muchos años que no sé nada de Paca, pero su imagen permanecerá, en mi mente, imborrable por los siglos de los siglos. Apenas la conocía, no era amiga ni familia, sólo una vecina que vivía tres puertas más abajo, sola en una vieja casa de centro histórico, destartalada, puerta de recia madera con gatera, balcones con mustios geranios.
Jamás la olvidaré, pero, porque Paca, la Paca, vistió
siempre de riguroso negro, año a año, recuerdo a recuerdo. Supe tiempo después
que aquella era la vestimenta que le fue regalada tras la muerte de su amado
esposo, Paco, con quien vivió media vida de dicha en colores claros y vivos de
Primavera. El negro de la Negra Parca fue la mortaja para la viuda, el negro
del dolor, la extrañeza del amor ido, el reconocimiento sincero por el ser perdido,
fuente de dicha, de felicidad, de vida... Todo te lo llevas, Paco, y sólo
dejas una flor que se marchita.
Con el tiempo he aprendido que hay muchas formas de afrontar
el luto.
Uno, el de Paca...
... y otro, el del Javier Couso, europarlamentario de la
piara de cerdos Napoleones que es el Parlamento Europeo... ¡más madera,
chicos, más "Uropa"!... y que muchos conoceréis gracias a la historia
de su hermano muerto, también, como Paco. Su muerte, eso sí, fue harto
distinta. No hubo lecho de flores ni padres y madres sujetando una frente que
da el último estertor, sino sudor rancio, sangre, caos y severas oleadas del
olor dulzón de la pólvora. José Couso, cámara de Tele5, fue muerto por el obús
de un M1 Abrams en la última Guerra del Golfo, esa que tan famosa se hizo
porque unos decían estar a favor, otros en contra hoy y a favor mañana, otros que
la negaban porque decían no sé qué del petróleo y algunos más que la criticaban
porque iba contra los intereses de los no-alineados... que todo, todo, todito
todo, Monos, por mucho que os digan los gurús del "otro Mundo es
posible de paz y amor y canciones de Bob Dylan y Lennon juntos en a cama",
se mueve al son del materialismo histórico de Marx, ese filósofo borracho
que sigue estudiándose en las escuelas con fervor religioso. Cansado estoy de
los lumbreras que predican su inquina hacia el dinero y, luego, cuando caen monedas
de cobre al suelo, saltan sobre ellas como un lince ante una rata rechoncha y
jugosa.
Al pobre cámara del periodismo de guerra, grabando desde una
posición elevada en un hotel de una ciudad sitiada, lo alcanzó el proyectil del
tanque useño, causándole la muerte. Otro periodista de guerra más muerto en
zona de conflicto. No fue el primero ni el último, tampoco de aquella guerra
tan perra... pero como no todo el campo es orégano, y mucho menos en la España
de la calaña sectaria, no fueron pocos quienes señalaron a la derecha que
ostentaba el poder, el genocida de las Azores, como el artillero que había
pulsado el botón de disparo. Manifestaciones, "nunca mais",
intentos de agresión, horas y horas de publirreportajes en las emisoras amigas,
periodistas con lacitos en la solapa que difamaban a los periodistas que no
llevaban lacitos en la solapa, querellas, investigaciones, ríos de tinta... náusea
y bilis a grandes rasgos...
Un luto diferente, sí.
Un luto en el que el negro deja paso a la chaqueta de pana,
el discurso político y la afiliación al eterno partido de la "democracia"
del Padrecito de los Pueblos, esa tan antiimperialista que, de un zarpazo,
intentó hacerse con medio mundo después de hincarle el diente a media Europa
(oriental). Esa "democracia" del Muro Antifascista para que
los nuestros no queden contaminados por el decadente Occidente, la "democracia"
de los balseros, la de los fusilamientos de La Cabaña, la "democracia"
del falsario de Allende y su "control sobre la información periodística",
la de los Jemeres Rojos que matan por llevar gafas imperialistas, la "democracia"
de las guerrillas revolucionarias del África toda...
... la "democracia popular" de las repúblicas
bolivarianas del Gorila Rojo, aka el pajarito que susurraba a los chóferes de
autobús, tan igualitaria ella con sus cartillas de racionamiento, sus largas
colas donde aguardan horas infinitas hombres y mujeres por igual, la "democracia"
garantista de las detenciones sin orden ni autorización judicial, la "democracia"
presidencialista en la que un lelo cualquiera puede enorgullecerse
de "ordenar que se investigue o detenga o expropie" como si el chándal fuese toga de Juez Supremo... la "democracia" de la policía
militar bolivariana, esa que puede ejecutarte con un tiro en la nuca o
encerrarte en la Lubianka de turno para que los presos te violen en una fiesta
sin igual en nombre del pueblo soberano y asambleario.
No son pocos los hombres que padecen este tipo de luto.
Carcomidos por el desconcierto y la pobreza de espíritu, reniegan de la verdad
mientras buscan una explicación acorde con su ideología. Para Javier Couso, el
imperialismo que denunciaba el marxismo-leninismo tiene la causa última de los
males del mundo, incluida la muerte de su hermano periodista de guerra. Mr.
Danger, el azufre, el dinero y la rebelión en la granja. Para Javier Couso, el
eurocomunista de la Cheka, cualquier acción en defensa de su concepción dialéctica del
mundo está justificada, pensamiento que impera en la cainita izquierda española
desde el día mismo de su fundación, por lo que no debe extrañarnos que el
miserable "hermano de" salga en defensa de quienes asesinan
estudiantes en Venezuela o apresan madres en La Habana. Son los pequeños
trances de la Revolución Pendiente, camaradas, pequeños sacrificios en pro del
Hombre Nuevo de la Dictadura del Proletariado.
Negro que reconoce la muerte,
colores que denigran la vida.
Luto, y odio.
2 comentarios:
Plas, plas, plas. Estupendo post y una banderilla de fuego para esos iletrados analfetos que ni han leído jamás a Marx y viven de los esloganes que inventó su aplicador el LENIN.
Cuanto analfabeto enseña ideologia y ni siquiera tienen otra IDEA más original que la de que el dinero de los demás debe de ser para los que ganen una revolución dictatorial.
¿Para qué leer a Marx o Bakunin cuando es más fácil comprarse una camiseta del "Cheff" y hacerse pasar por "demócrata de toda la vida" junto a los amigotes del instituto? El argumento es lo de menos, lo importante es estar en la onda y que nadie te tache de reaccionario, no vayan a expulsarnos de la cafetería.
Un saludo, don Javier.
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