Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

26 feb 2015

Ecuaciones descatalogadas


Todavía no me he recuperado, sigo con una rara sensación en la boca del estómago, contrariado. Gutiérrez acaba de girar la esquina, no hace un segundo. Hacía años que no le veía, creo que desde que acabé el bachillerato -mejor dicho, lo dejé acabar- y me rapé el pelo rumbo a la mili. En aquel andén quedaron muchas cosas, también amistades.

Por eso, al tropezar en el ascensor del dentista, no hemos podido reprimir un "¡Hombre, don X, cuánto tiempo!", fundiéndonos en un abrazo fraternal tal y como hacíamos de jóvenes, en la pista polideportiva, cuando nos alzábamos con la Copa Mundial del Meao... sí, sí, ésa que paseábamos cantando "hemos ganao la copa del meao"... ooooo, ¡qué risas, don Y!... o tempora, o mores...

- Y, ¿qué es de tu vida? -le pregunto mientras seco las lágrimas provocadas por la felicidad arrebatadora-. No, no, mejor... ¡vamos a tomar un café, don XY!
Mi viejo compañero de pupitre me mira, cariacontecido. Mmmm.
- Lo siento, colega YX, pero me será imposible tomarme ese café. Te dejo mi móvil y me pegas un timbre en un par de semanas, ¿vale?
- No hay problema, X, como quieras. Veo que tienes prisa.

Estaba en lo cierto, Y tenia prisa, mucha: había perdido el metro y llevaba corriendo -la sudoración de su camiseta así lo testificaba- desde la plaza del Cine Fausto. Muy someramente me ha explicado que un problema en el trabajo lo ha retenido más tiempo del habitual: una cafetera rebelde ha tenido la culpa, XY, obligándole a correr si no quería perderse la última clase de la tarde.

Supongo que habrá observado la expresión de mi rostro porque, sin abrir yo la boca, X me ha dado cuatro pinceladas de su existencia: curro de camarero de 6 a 12, una sesión voluntaria de esclavismo becario en el buffet de Pacheco y Cia. (cuatro años sirviendo cafés y haciendo el trabajo sucio sin cobrar ni cesta por Navidad, ya me entiendes, se ha apresurado a aclararme) y, por las tardes, dos o tres horitas de sesión continua en la facultad de derecho, pero ya se acaba, Y, nada más quedan treinta y nueve créditos, deo gratias.

Y así, a paso ligero, mi viejo vecino de pupitre ha puesto pies en polvorosa no sin antes apuntar mi número de teléfono y prometerme que llamaría, aunque su voz me ha sonado cargada de melancolía. Supongo que también él hecha de menos los días de gloria copera.

Eso, pero, ha sido antes...
... mientras mis ojos veían y mis oídos escuchaban el quehacer de la calle...
... justo el tiempo necesario para que las palabras de Y retumbaran en las profundas paredes del ser y, como un eco inmisericorde, volvieran a sacudir el amplificador de mi sesera esponjiforme. ¿Qué coño, X, estudiando más de quince años después? Pero, ¿cómo? No, no, ya sé que me ha explicado esa historia del origen humilde de su familia y la imposibilidad de sus padres para hacer frente a los gastos, pero la animadversión hacia las becas... esa expresión suya, su "es dinero prestado, X, y a mi no me gusta deberle nada a nadie"... esa cabezonería alienada de pagarse la carrera con su dinero no ha hecho más que dilatar su licenciatura, aunque también a esto le ha sabido dar la vuelta el muy cabrón de Y, pintándome todos estos años como una inversión de futuro, ya que así ha ido haciéndose un rinconcito en el bufete de los Pacheco: fue duro los primeros años, no te he de engañar, pero ahora ya me han ido tomando confianza y cuando apruebe, palabra de don Pacheco Sr., tendré un contrato esperando firma sobre la mesa del despacho de juntas.

Esto es lo que me ha dicho un viejo amigo que, hasta hará cinco minutos, no era más que una incógnita, y esta incógnita se ha resuelto mediante una fórmula primigenia que orbita alrededor del planeta sacrificio, ajena al Sistema Solar y a años luz de la terrícola España, donde los estudios superiores son derecho consanguíneo y el master en Erasmus alcanza el olimpo de la materia troncal, mayor excelencia cuanto mayor es la ingesta de chupitos, día de San Profesor Canuto, ni una sola universidad entre las más importantes del planeta azul, vergüenza torera viniendo del país en el que jamás se ponía el Sol... y dónde ahora, para escarnio de justos y pecadores, sigue sin amanecer.

He quedado contrariado sabiendo que aún, frente a la apaleada mansedumbre de la retórica progresista del reparto de la riqueza y la igualdad que no es igualdad porque 3+2 es diferente a 2+3 en la ciencia matemática del "otro Mundo es posible" que siempre suma cero, frente a este discurso necio y nefasto que recorre las calles gritando cuales mocosos que van de excursión de la manita de los profesores... profesores totalitarios, lean bien, porque enseñar modelos de conducta, "sus" modelos de conducta anhelados y plagados de ideología comunera, es, letra a letra, totalitarismo... frente a esta educación en la servidumbre de la limosna y la migaja, mi viejo compañero de pupitre... loada su esperanza imperecedera en la Instrucción... tiene el cuajo de avanzar firme por el camino difícil, plagado de piedras que son pequeños sacrificios, pero que han de acercarle a la gloria.

Suerte y valor, X.

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No todos los soldados de mi ejército visten de verde. Herep.

4 comentarios:

Tellagorri dijo...

Cuánto de esto hay y que pena de país por desperdiciar a valiosísimos ejemplares que nunca se rinden.
Eso es raza. Así se conquistaban las selvas de América : con cabezonería y valor.

Maribeluca dijo...

La gente se cree que tiene derecho a todo y que todo es gratis, malas costumbres adquiridas que cuesta mucho cambiar porque está muy arraigada en la mentalidad celtíbera...pero no se puede hablar de herencias recibidas por lo visto, aunque algunas vengan de lejos.

Saludos.

Herep dijo...

Deberíamos buscar mucho para encontrar, entre nuestros jóvenes, a alguien digno de aquellas gestas de exploración y conquista, Javier. El mundo, curiosamente más pequeño gracias a la tecnología, se nos hace cada vez más grande a causa del tedio de nuestra sociedad.

Un abrazo.

Herep dijo...

Esos derechos adquiridos que comentas, Maribeluca, vienen de antiguo. Más herencia recibida de modelos de organización que mucho tienen que ver con las injerencias del Estado y sus "vivan las cadenas". ¿Cambiarlo? Imposible. Sólo una catarsis podría hacer borrón y cuenta nueva.