La sopa de cebolla, las uvas de la ira y el roscón. Ya está
superado el trance navideño de este invierno. Queda la tarde del Día de Reyes,
apenas unas horas díscolas; manzanilla, cortado largo de café y sonrisas ante
las mismas anécdotas de siempre contadas por los familiares de las fiestas de
guardar, esos que vemos de muy tanto en tanto y no por enfado o mala fe, sino
por un cierto toque de incorrección social y hastío por las formalidades que
Vicente... ¿dónde va la gente?... tiene apuntadas en su lista a seguir.
Pasará la tarde última y volveremos a enfrascarnos entre las
cuatro paredes de nuestro Cuartel General, embriagados por el olor de la madera
vieja, el crujido del pavimento y el confort del fuego a tierra que crepita en
la Sala X, donde aguardan nuestras poltronas vibratorias de cuero y el enorme
plasma full equip en el que disfrutamos las mil y una imágenes que nos
brinda la realidad real del mundo mundial, sin cortapisas o censuras periodísticas
tan al uso en los medios de desinformación de la sufrida España, famosos por
dedicar un segundo al madero muerto en las vías del tren mientras nos sodomizan
con hora y media del LXVI Concurso de Tortilla de Patatas de Maspalomas, válido
para el Campeonato Mundial de la Infamia Periodística.
Pasará esta tarde postrera... y seguirán los pájaros cantando,
junto al pozo blanco, ayer vivo de fresca agua, hoy seco, sediento, pedazo de
terruño negro y estéril por muchas monedas que los enamorados utópicos lancen,
de espaldas y con los ojos cerrados, deseando que la pasión que corre por sus
venas no tenga jamás fin y la hermosa niña de sus ojos nunca cambie, que
siempre siga igual de simpática, risueña, hermosa... Pero ellas siempre
cambian, y nosotros nunca. Meros deseos que con monedas lanzadas pretenden
tornarse realidades. Deseos metálicos de los que nunca brotó raíz. Ilusiones
truncadas en la oscuridad de un pozo blanco inmortal menos provechoso que
comprar un décimo de la Grossa de Nadal, ese engendro de los señoritos de
Pedralbes para ciscarse, en nombre del "poble", de las ilusiones de
los enamorados utópicos del "otro Mundo es posible".
Ya queda poco, Monos. Unas horas. Pero aunque fueran tres
eternidades, escaso tiempo nos parecería conociendo qué aguarda cuando las luces
vuelvan a encenderse después de la oscuridad de la postrera noche. Setenta millones de
"negritos" aferrados a las vallas, noventa trillones de enfermos
aguardando sus medicinas en las puertas del Ayuntamiento, mil millones de
miserables quitándole el pan de la boca a sus compatriotas en nombre de la
redistribución de la miseria, los criminales campando a sus anchas por las
calles riéndose de las víctimas, los honestos escondidos detrás de las paredes de pladur de la Mafia...
la mentira, la hipocresía, la demagogia... la manipulación barata, la
Kultura-Basura para la que todo IVA es poco... el "intelectual" que
es "intelectual" porque una noche, borracho y drogado, tarareó una
melodía pegajosa que invitaba a mover los pies... la casta con cátedra y
tarjeta opaca, las cuentas en Suiza negadas hasta esta misma mañana, durante el
café en Casa Cándido, cuando la rata carroñera nos juraba y perjuraba que no,
que él era de fiar... "vota, vota, idiota"...
Eso volverá pasada esta tarde, soldados, a lomos de las oscuras golondrinas.
Pasada la Navidad y desaparecida la presencia del familiar
que volvió de visita después de atravesar las barreras de la idiocia que se han
levantado alrededor de España, la náusea regresará al Cuartel General del Ejército
de los 12 Monos.
Bienvenida sea.
2 comentarios:
Estás superando a Camús y te subrayo un párrafo de oro =
" Setenta millones de "negritos" aferrados a las vallas, noventa trillones de enfermos aguardando sus medicinas en las puertas del Ayuntamiento, mil millones de miserables quitándole el pan de la boca a sus compatriotas en nombre de la redistribución de la miseria, los criminales campando a sus anchas por las calles riéndose de las víctimas, los honestos escondidos detrás de las paredes de pladur de la Mafia... la mentira, la hipocresía, la demagogia... la manipulación barata, la Kultura-Basura para la que todo IVA es poco... el "intelectual" que es "intelectual" porque una noche, borracho y drogado, tarareó una melodía pegajosa que invitaba a mover los pies... la casta con cátedra y tarjeta opaca, las cuentas en Suiza"
Eso es lo que nos vuelve de nuevo desde mañana.
Muchas gracias. Tengo "La Peste" en lista de espera. No he leído apenas de Camús, pero algo me dice que me va a gustar.
Un abrazo, don Javier.
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