Hace tiempo saltó la noticia, pero el informe del Servicio
de Inteligencia de El Ejército de los 12 Monos no nos ha sido presentado
hasta esta mañana, cuando al sentarnos en la Sala X, ante nuestros ojos,
esperaba un fajo de papeles con un siniestro y atractivo título... en letra a
doble negrita, cursiva de Comic Sans...
... Plan Estratégico ante el Apocalipsis Zombie...
y olé.
Unos meses atrás, la CIA y otras tantas organizaciones más,
presentaron al Nobel de la Paz, Conjunción Astral Obama, un ensayo
semejante, inspirado en la vorágine que de un tiempo hacia aquí rodea a todo el
"universo zombie", con profusión de series de TV, reediciones
de cómics de culto, conferencias, obras teatrales en pleno Broadway y demás
merchandising de chino de la esquina.
No fueron pocos quienes, ante el conocimiento del tiempo que
dicha agencia gasta en investigaciones semejantes, se echaron las manos a la
cabeza esgrimiendo el argumento de la malversación de caudales públicos. La
demagogia de siempre, pero amplificada al tratarse de asunto useño. ¡Un
ataque zombie! Serán idiotas... Más de uno, socarrón, se habrá tronchado
imaginando a esa cuadrilla de espías que, mientras descifraban el ADN del monstruo, no veían cómo se eran atacados por los verdaderos enemigos de la nación. No eran muertos vivientes quienes pilotaban
los aviones del 11S, no.
Pero...
... y sólo es un pero...
... ¿qué es un "zombie"?
Literalmente, vendría a ser un no-muerto. Un ser que,
llegado el momento de la muerte, decide no largarse, sino que resta aquí,
caminando de allá para acá en busca de cualquier ser vivo al que hincarle la putrefacta
dentadura. La contrariedad es que, estando muerto, carece de la necesidad de
alimentarse, por lo que se puede deducir que un "zombie",
cuando besa, besa de verdad... o, en román paladino, de un ser putrefacto tan sólo
puede derivarse más putrefacción. Pudren por el simple hecho de pudrir.
Y a eso nada escapa. Las sociedades, las civilizaciones, los
ecosistemas del mundo mundial... Todo cabe dentro del objetivo del beso del
"zombie". A nada le hace ascos, la putrefacción. Al poco de
darse la voz de alarma... como siempre, tarde... la infección es incontrolable.
El tufo de la muerte se extendería como un virus informático y la Humanidad no
sería más que un recuerdo insignificante en la mente laberíntica del no-muerto.
Sólo unos pocos podrían alzarse con la fortuna de sobrevivir a un escenario
tal. Recluidos, agazapados, quizá enloquecidos, ellos serán el residuo de lo
que pudo ser y no fue... pero nada volverá a ser como hoy para esos cuatro
afortunados. La Civilización... la Filosofía, la Razón... todo... no, nada
volvería a ser lo mismo.
El Apocalipsis en la Tierra.
Suena a ciencia-ficción, a entretenimiento de espía
desfasado... pero, retrotrayéndonos a la pregunta anterior, os diré que un
"zombie"... un muerto viviente... no es cosa tan extraña.
Durante la Historia de la Humanidad, en varias ocasiones, la Muerte ha campado
a sus anchas por este ancho planeta azul. Muchas epidemias han zarandeado a los
hombres y, aunque los "zombies" de antaño no desgarraban la
piel a dentelladas, sí que desprendían sus virus mediante póstulas y ataques de
halitosis, sembrando putrefacción allá por donde se arrastraban. Igualmente,
enfermedades actuales encerradas en laboratorios que ríase usted de la prisión
de Alcatraz, o aletargadas en alguna hoja de parra africana, bien podrían
despertar en esta o aquella terminal internacional del aeropuerto de Sarroca,
en vuelo turista. La rabia, si gustáis informaros sobre ella, es firme
candidata a protagonizar un posible "remake" en estos tiempos
modernos.
Los caminos de la Naturaleza también son inescrutables.
Todo esto en cuanto a la física, que no la química. La química
es diferente. Más aterradora, si cabe... porque parándonos a observar la química,
un servidor, camino a la panadería de Braulio, se cruza con tres o cuatro
"zombies" cada mañana. Ellos no lo saben, pero son no-muertos
deambulando por la tierra, rumbo al trabajo, rumbo a la escuela, camino a la
manifestación de turno que alguien colgó en el FB, hipnotizados por el programa
de máxima audiencia del momento donde se cuentan chistes de niñas sin piernas o
balas ensobradas...
"Zombies" que han entregado su vida en pro
de una quimera, un sueño, una utopía. Caminantes que creen formar parte de un
plan maestro que les acarreará un mundo mejor, todito repleto de no-muertos idénticos
a ellos, en su País de los No-Muertos de lengua No-Muerta, con un Gobierno de No-Muertos
como ellos, con sus mismas preocupaciones, sus mismas quejas, sus mismos
enemigos... también agazapados, escondidos a la luz de las velas de la
clandestinidad. En las plazas, en las calles, tomando el café en la oficina o
esperando en la sala de urgencias del ambulatorio, los no-muertos balbucean
citas y pensamientos que no alcanzan a entender, pero que les fueron
transmitidos en vena al ser mordidos por esos "zombie" con más
solera y pedigrí, lobotomizando toda idea pasada, toda creencia, toda
personalidad, extendiéndose la infección... llámese Comunismo, Nacionalismo, Populismo,
Estatismo o Medio-Pensionismo.
Permanecer inmune es difícil, Monos.
Los Servicios Secretos del Globo Terráqueo lo saben... quizá
la T.I.A. española no... y, reunidos en las cloacas, preparan sus cartas ante el
día del juicio, velada en la que los no-muertos serán convocados y, conscientes
de su existencia y misión, agrupándose en hordas putrefactas agarraditas de la
mano o con el puño en alto, se dispondrán a tomar sus puestos allá en los
aeropuertos, los edificios institucionales, los medios de comunicación o los
cuarteles de lo poco que queda de orden público para, a fuerza de dentellada
corrosiva, acabar con cualquier vestigio de libertad y futuro.
Vigilad. El Amanecer
de los Muertos está a la vuelta de la esquina.
4 comentarios:
Es verdad, Don Herep, el país está a pleno de NO MUERTOS que ni lo saben y caminan cada día de casa al trabajo y del trabajo a la tele.
Para muertos viviente el Congreso de los Diputados,por no hablar de los barones de la PSOE,jejeje,
Como bien reza la fotografía, estamos todos infectados, Javier. La única solución factible parece ser el aislamiento... pero, ¡eso es tan aburrido!
Un saludo.
Bufff....
El Congreso y el Senado son, directamente, momias vivientes.
Un abrazo, neozelandés.
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