Fue una vida peculiar. Difícilmente descriptible. Trágica.
Podemos esforzarnos mucho, devanarnos los sesos,
blasfemar... pero jamás comprenderemos por qué. Por qué su vida trascurrió
desde la muerte hasta el nacimiento, de adelante hacia atrás, de viejo a bebé,
en una broma del Olimpo, donde los dioses ríen las desgracias de los hombres.
Sufría progeria... pero no la común, sino la que popularizaría
Benjamin Button.
El nuestro, nuestro héroe homérico, muere rodeado
de basura y diarios viejos. Su rostro nada nos dirá de su verdadera edad. Sólo,
asustado y con apenas tres céntimos en el bolsillo, atravesada su vena por una
aguja galopante de un mal bicho que le contagiaron en una celda mugrienta unas
putas sodomitas durante su última estancia en la Pensión Agujero.
Él, que había amasado fortunas unos años atrás... siendo...
siendo más viejo. Dirigía una empresita familiar formada por varios enlaces y
matones que controlaba el lado este del puente, auténtico epicentro de distribución de
"lo gordo". Bien es cierto que su buen nombre entre los
barrios del hampa ya venía de antiguo. De
su anterior estancia en la universidad del crimen, sita en el penal del
distrito, donde conoció a quienes serían sus mentores y padrinos durante
aquellas primeras vacaciones forzosas. Dar cera... pulir cera... desde el primer día,
hasta limar las aristas del lado oscuro de la fuerza. Maestría... y bautismo.
Ahí recibió, de las aguas estancadas de una letrina, su apodo Benjamín: Benjamín
"el Cojo", ojito derecho de las condenados a perpetua, mafioso
anciano con los dientes de leche.
Fuera de toda comparación, los días
anteriores a su especialización el el zalamero arte, las únicas visitas de la neumática de su mujer
no le habían proporcionado demasiado consuelo. No se excitaba... ¡o tempora, o
mores!... como haría después con las sustitutas de su primera esposa, doña
mitad caucho-mitad fachada, que había resultado victoriosa en la lucha a muerte en el cuadrilátero de la tentación, desterrando a la dulce
niña de su juventud de chica de pueblo... vida normal, de atrás hacia adelante el reloj corporal... cuando disfrutaban de breves paseos por el parque,
agarrándole la mano su viejo desamparado, reconfortándole la pérdida, dándole ánimo en la penuria de su biológica desdicha... esté
tranquilo, señor... yo le ayudo, señor... ¡es usted tan pillín, señor!...
... pero nuestro héroe ya había catado las mieles del Mal. Era el elegido
para el deshonor, para la gloria de los herejes, el parto de la corrupción aclamado en la plaza. Su mente...
condenada y asesinada años vista... ya estaba muerta desde antes de conocerlo.
La Negra Parca que asiste a los viejos, llegó apenas despuntar la barba, de verde de joven, vestida
de amarillo,
disfrazada de plátano.
Ante la plebe enrabietada encerrado en una comisaría por el magno delito cometido,
empezó a oler a crimen.
A desprender crimen.
Todo él fue crimen.
Hasta el día de su muerte.
Amén.
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NOTA. Memento mori...
8 comentarios:
Jodó, Herep, qué complicado eres en tus temas. Es un relato magistral pero mejor no leerlo de noche.
Felicitaciones.
https://www.youtube.com/watch?v=dQQPyha4kDE
http://vivirenlaplaza.blogspot.com/
mirad el blog a ver si podéis ayudarme en algo gracias
Algo de Lovecraft tiene hoy tu singular post.Como dice Javier Tellagorri tiene miga la cosa,un saludo,
juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuaaaa
G E N I A L , Querido HEREP, Simplemente G E N I A L .
¡Menuda Forma De Presentar Al GAMBERRO QUE "TIRA PLÁTANOS EN EVENTOS DEPORTIVOS" Y SU TRISTE Y RÁPIDO FINAL!
SIC TRANSIT GLORIA MUNDI.
Respecto A La Pelicula RETORCIDILLA Y MELEDETTA, Mejor Ni Te Digo Lo Que Me Parece.
Un Abrazo Camarada.
UnBrindis Por La CREACIÓN LITERARIA Y LA LIBERTAD
Y
¡¡RIAU RIAU!!
A veces pruebo cosas extrañas, Javier, aunque me sucede bastante que, al escribir, doy por sentado que los lectores saben de antemano a qué me refiero.
No siempre es así, pero bueno.
Un abrazo.
crosscountry,
he leído tu historia. Triste, pero no puedo ayudarte. Espero que todo se arregle.
Un saludo.
Ahora mismo estoy con Lovecraft, Agustín. Tengo ganas de leer algo de este autor, del que dicen se inspiran muchos de los escritores actuales.
Un abrazo, maestro.
Banjamín es un hombre maldito, Old. Su tremendo error lo marcó de por vida, sin posibilidad de misericordia. Su incorrección política ha servido para exculpar la del prójimo, en otro acto más de este bodrio de comedia que tenemos por Occidente, enfrascada toda ella en los engaños burdos de los mercaderes del Templo de la corrupción.
Hoy, más que nunca, brindo con vos por la libertad.
¡Riau!¡Riau!
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