- Sabes, Coman...
- Perdona... esto... estaba ensimismado leyendo la sinopsis de la película, lo siento.
- No, no importa. Te decía si habías oído al Sr. Botín, el del
Banco Santander, que ayer salió a escena diciendo que "el dinero está
entrando a espuertas en España".
Así, más o menos, empezó y acabó la conversación. Si estaba
algo despistado cuando el teniente médico Mateo me abordó con su pregunta, más
quedé después de anunciárseme la noticia. Pues no. No me había enterado. De
nada, siendo sinceros.
Ni de lo uno, ni de lo otro.
Porque de la entrada del maremoto monetario, ni noticias tenía.
La gran ola de parné que, según el Sr. Botín, está arrasando las costas de
nuestra milenaria y desértica nación, debe haber pasado de largo por aquí, a la
vera del Cuartel General de El Ejército de los 12 Monos, pues no nos ha
salpicado ni un miserable céntimo de euro.
Rápidamente, no bien había asimilado la idea intrínseca a la
noticia, abrimos los portones y las ventanas, a la espera...
... y ahí nos quedamos cinco horas y doce minutos de reloj
digital Casio.
De nuevo, nada.
Ni el salado aroma del mar verde nos llegó.
"Joputa"... "Mísero"...
"Trilero"... se podía escuchar en boca de los 12, murmurando,
mascullando maldiciones mientras el sentimiento de burla y escarnio se asentaba
sobre sus pieles. "Otro camelo más de estos mentirosos que capitanean la
Nación", pensaban. No lo dijeron en alto, mordiéndose la lengua resignados
ante lo que, de normal, está acabando en costumbre... pero yo, camarada de
aventuras y desventuras, lo podía observar en sus ojos y en su gesto.
Un segundo de debilidad. Sólo fue eso... un fogonazo, un
destello de abandono y derrota.
Luego, al siguiente "tac" del reloj, el brillo
volvió, la sonrisa conquistó el rostro y los brazos y ánimos se tensionaron de
nuevo, prestos a dar batalla. Si hemos llegado hasta aquí... hasta este grupúsculo
de una docena de irreductibles malditos... ha sido gracias al hecho de superar
mil obstáculos mayores que el presentado por este trolero con corbata, Ferrari
e inglés de barrio cañí.
Ahora, degustando un café cuya etiqueta indica que proviene
de la India.... ¡qué risa, María Luisa!... intento recordar qué he soñado
durante la siesta, minutos después de la conversación con el teniente médico,
tras la paella servida en cantina, como cada sábado. Y me esfuerzo, y me devano
los sesos intentando que las imágenes oníricas vuelvan... y vuelven, a
fogonazos... apareciéndose ante mí un señor... un Emilio Botín, pero
diferente... con corona, cetro, larga capa con el blasón de la familia, una
"B" blanca enorme sobre mar de gules, y otro más pequeñito en amarillo limón, abajo a
la derecha, con forma de "Cavallino Rampante".
Atendía al nombre de Rey Midas.
En mi sueño, el gerifalte con corona, reía. Reía sin parar
mientras a su alrededor, en la sala del trono en la que descansaba, no dejaba
de entrar oro y más oro a través de las ventanas y las puertas, abiertas de par
en par. Ante él, una legión de politicuchos del tres al cuatro, mandamases de
la casta política española, le hacían reverencias mientras recogían los activos
tóxicos inmobiliarios que el Rey Midas, junto con otros señoritos feudales
bancarios y del Monte de Piedad, había ido acumulando como el típico afectado
por el mal de Diógenes.
El Rey Midas venga a tocar pisos y más pisos... mierda de
ladrillo pinchada en un palo... y los míseros políticos españoles... de
izquierda, derecha, centro o mitad... venga a aceptar excremento, obrándose el
milagro de la conversión escatológica: la mierda de Botín y afines, entregada
al Gobierno, es convertida en oro gracias al SAREB.
Así el Rey y sus señores banqueros... amén de políticos
metidos a banqueros tras conquistar por asedio las Cajas de Ahorros... se
sacuden el escombro de la burbuja inmobiliaria en este juego del trueque
amañado por ambas partes. Llevan haciéndolo así durante mucho tiempo. Recordemos
cómo, en un tiempo no tan lejano, el Rey Midas alababa a el Felón, aka ZP,
pregonando a los siete mares lo bueno que era, lo bien que hablaba, lo mucho
que luchaba por la economía de España... finalista siete años seguidos de la
Champions League.
Pero el sueño seguía. El Rey Midas, ambicioso él y con ganas
de que el flujo monetario no cesara, siguió obrando su magia, para uso y
disfrute de toda la camada de ratas señoriales metidas a directores de banco y
caja de ahorros. Ahora, con gesto altivo, se sacude las pérdidas provocadas por
las inversiones funestas gracias a la creación, por parte del usurero Gobierno
de España... "la Economía lo es todo", que diría Mariano Rajoy Brey,
el Iluminado... del FROB, ese fondo de reestructuración que, como el SAREB,
también convierte la mierda acumulada por el sistema financiero en oro puro y
duro.
Las deudas todas... de partidos políticos y campañas
electorales; de Administraciones borbónicas, parlamentarias con dietas
interminables, autonómicas de "bonos patrióticos", aeropuertos por
doquier, pabellones para jubilados, aldeas con más iluminación que "los
pilares de la creación", en la Nebulosa del Águila... deudas de
preferentes, de subordinadas, de aplazadas... deudas, deudas, deudas... pérdidas, pérdidas, pérdidas... todas
convertidas en oro.
Puro Oro.
Mierda del Rey convertida en Oro de Ley gracias a las mágicas manos de ese fantasma "liberal" que todos nombran y acusan, pero que no está por ninguna parte... ni se le espera.
Decía Lavoisier que "la materia no se crea ni se
destruye, sólo se transforma"... y no hay mejor ejemplo que este, donde la
basura viene a convertirse, por obra y gracia de unos encorbatados saqueadores,
en parné fresco recién impreso en esas máquinas ultra-modernas que se guardan
allí, en el sótano del Banco Central Europeo. Billetes en forma de préstamo
archimillonario que sirven para camuflar las vergüenzas de nuestros oligarcas
feudales, chorizos de Cantimpalos todos ellos.
... y siguiendo el razonamiento del químico francés
guillotinado en plena Revolución Francesa, a la conversión de la escoria en oro
tiene que ligarse, por lógica divina, la resultante contraria: la mutación del
oro en mierda.
Para eso, para ver cómo el oro se convierte en excremento,
estamos nosotros, los ciudadanos de a pie... súbditos de este Reino que huele a
antiguo, a despotismo usurero, en el que nuestros ahorros son evolucionados
hacia el abstracto... hacia la deuda intangible, el préstamo arrancado, la
miseria eterna a interés variable según el euribor de Bruselas.
El dinero que entra como un tsunami a través de las puertas,
que diría el Rey Midas Botín, es el dinero que sale por nuestras ventanas...
conciudadanos... a punta de pistola, o sea, en modo impositivo... de
impuesto... de tasa... de saqueo.
Veis, Monos... haciendo un esfuerzo he recordado lo
soñado...
... y me han venido unas ganas locas de dar un trago.
De "rubia" cerveza, por supuesto.
2 comentarios:
Es ya una tradición secular, Don Herep. Durante los siglos en que los campesinos y artesanos más hambrunas soportaban, más ricos se hacían los Duques de Uceda, Lerma o el Olivares y así sucesivamente hasta ahora.
El choriceo y el despotismo oligárquico siguen marcando la agenda de este país, Javier.
Ande yo caliente...
El truco está en vestir las reivindicaciones con tintes sociales para que el populacho les haga siempre... a ellos... el trabajo sucio.
Un saludo.
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