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Al principio el Excelentisim creó el nuevo Cielo y la nueva Tierra.

La tierra toda era algo bárbaro y supersticioso, las tinieblas cubrían el cielo todo, tornándolo mar de tinieblas y perdición, donde el pensamiento del Excelentisim aleteaba sobre las aguas.

Entonces dijo: "Hágase la catalana luz". Y la catalana luz se hizo. El Faro del Nuevo Edén quedó encendido.

El Excelentisim vio que la luz era buena, y separó la luz catalana de la negra noche de la metrópolis castellana, fuente de toda tiniebla y maldad; y llamó Democracia a la luz, y Fascismo a las sombras de la noche metropolitana.

Así hubo un amanecer y un anochecer donde antes reinaba el Caos; este fue el primer día.

El Excelentisim dijo: "Que haya un hechizo en medio de las almas, para que se establezca separación entre España y el Nuevo Edén". Y así sucedió. El Excelentisim hizo el encantamiento manipulador, y este separó las almas que están debajo, de las que están encima; y el Excelentisim llamó "catalanes" a los primeros, y "botiflers" al resto.  

Este fue el segundo día.

El Excelentisim dijo: "Que se reúnan en un solo lugar los catalanes que están bajo la Democracia del Nuevo Edén, y que aparezca la Nación Catalana". Y así sucedió. El Excelentisim llamó Patria al suelo firme, y Estado Español al desecho restante.

Y el Excelentisim vio que esto era bueno.

Entonces dijo: "Que la Nación Catalana produzca leyes raciales, costumbres provincianas y pedagógico rencor, que den sobre la patria frutos de su misma especie con virginales semillas dentro". Y así sucedió. La Nueva Nación hizo brotar teorías conspirativas, leyendas mitológicas de barra de bar y ensayos demagógicos sufragados por cuenta propia que dan infantiles frutos con su semilla dentro.

Y el Excelentisim vio que esto era bueno.

Así hubo buenos y malos; este fue el tercer día.

El Excelentisim dijo: "Que hayan valores ancestrales e innata sabiduría en el nuevo Cielo y en la Nación Catalana para distinguir la democracia del fascismo; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que se guarden para los restos bajo tinta imborrable en el Estatut". Y así sucedió.

El Excelentisim hizo mil decálogos -unos mayores para regir a ricos, y otros menores para regir a pobres- y también hizo los privilegios. Y los elevó a los altares para que dictaran la existencia de todos, presidiendo la vida de los catalanes, y para separar el cáncer que reside entre los "botiflers".

Y el Excelentisim vio que esto era bueno.

Así hubo privilegiados y oprimidos; este fue el cuarto día.

El  Excelentisim dijo: "Que las aguas se llenen de autóctonos seres y vuelen catalanes pájaros sobre la Patria, por el firmamento de la Nueva Nación". Y el Excelentisim creó los monstruos marinos nacionales, las únicas y exuberantes clases de seres vivientes que pueblan tales aguas deslizándose en ellas, y todas las demás especies de animales patrióticos con alas. Y el Excelentisim vio que esto era bueno.

Entonces los bendijo, diciendo: "Sed fecundas y multiplíquense siempre dentro de las fronteras del Nuevo Edén, nadando y sobrevolando sus  aguas y los aires de la desde hoy eterna Nación Catalana".

Así hubo nuestros y suyos; este fue el quinto día.

Y el Excelentisim dijo. "Que la Nación produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de todo tipo y color". Y así sucedió. El Excelentísim hizo propias clases de animales de campo, propio ganado, propios reptiles, cualquiera sea su especie, de excelente calidad, envidiados y codiciados por todo el resto de tierras que pueblan el Abismo, deseosas de tales privilegios.

Y el Excelentisim vio que esto era bueno.

El Excelentisim dijo: "Hagamos al Hombre Nuevo a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo... sea de la Nueva Nación Catalana, o de las restantes naciones que flotan en el Abismo".

Y el Excelentisim creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Él... Dios... el Excelentisim... y los creó varón y mujer.

Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense siguiendo las leyes de la sangre y de la raza plasmadas en el Estatut, llenen la tierra y sométanla; dominen todo ser viviente que se mueve sobre la tierra con su cultura, su lengua, su pensamiento y su fe".

Y continuó diciendo: "Yo les doy todo lo que producen las tierras y sus semillas, y todo lo que vuela, y todo lo que surca los mares todos. Suyo es todo el poder dado a semejanza mía para que lo usen y su Reino de mil años no tenga fin. Todo lo visible e invisible os sirva de alimento.

Y a todas los demás seres vivientes que se arrastran por el suelo, los mares o el aire, les doy como alimento los pastos verdes, las aguas saladas y los restos desechados por vosotros, mis Hijos".

Y así sucedió.

Y el Excelentisim miró todo lo que había hecho, y vio que era bueno.

Así hubo Nuevos Catalanes, y el resto miserable; este fue el sexto día.

El séptimo día, el Excelentisim se sentó en una nube, puso TV3... y descansó.