- Pepe…
- Esto… ¿ya estás aquí? Mmmmm… ¡Qué camisón!... pero… ¿qué
pasa? ¿Y esa cara?
- ¿Camisón?... No, no… ahora no, amor. ¿Te ha comentado algo
la niña? ¿Has notado algo extraño? Estoy un poco preocupada…
Pepe, se reincorporará tras dejar el libro en la mesita de
noche y encenderá la luz principal de la habitación, mientras cambia la
compostura de su faz. Irene. Su pequeña.
Rocío conoce perfectamente la debilidad que siente su marido por la única de
sus hijas y, con un gesto suave de su mano, intentará controlar la súbita
preocupación que se ha instalado en la cámara.
- ¿Qué pasa? Irene no me ha dicho nada, ahora que lo dices. Estuvo
toda la tarde callada… extrañamente callada, sí. No me ha explicado qué ha
aprendido hoy en el Conservatorio. No. Bueno, y cenando… he observado que no
comía nada, pero…
- Tienes razón. Yo también he estado observando a la niña… y
su comportamiento no ha sido el habitual. Estaba más callada que de costumbre… sin
jugar con nada… ¡Derecha al sofá a ver el Canal Disney!
- Raro, raro… pero, ¿te ha dicho algo?
La joven muchacha, ensobrándose en la cama, apagará la luz
principal recobrando la estancia su antigua penumbra perdida. Gracias a ella, se
disimulará en el rostro de la esposa el leve agotamiento que la tensión le
provocará. El marido, incomodo y súbitamente preocupado, comprobará el frío que
atenaza los pies de su esposa y que recorre, como una descarga eléctrica, todo
su cuerpo.
- Verás… estaba cantándole el Frère Jacques… nada, ni la primera estrofa… cuando la niña me ha
mirado con los ojos vidriosos, asustada como un corderillo ante el matadero…
- ¿Asustada? Pero… pero…
- Sí, Pepe. Asustada. ¡Tendrías que haber visto cómo temblaba!
Me he metido un rato en su cama y el castañeteo de sus dientes era una
constante.
- ¿No será que tenía frío, mujer?
- ¿Frío? ¡Pero si la calefacción está a tope! No digas
tonterías, hombre. No era frío, no… era miedo… un terror infantil inducido…
inyectado en su frágil e inocente mente, Pepe…
- ¿Inducido? ¿Por quién?
- El colegio… alguien del colegio…
Las tablas transversales del somier volverán a quejarse bajo
los movimientos del marido. Palpando sobre la mesita de noche, con la vista
fija en las pupilas verdes de su hermosa esposa, agarrará el paquete de
Marlboro con el último cigarro. Lástima.
No era éste el motivo para el que te había reservado.
Con el humo que se desprenderá del rubio tabaco picado, se esfumará
la lívido acumulada… y el deseo. En su lugar, impune a la niebla, se presentará
la preocupación y la intranquilidad.
- ¡Alguien del colegio le ha contado alguna milonga!
¡Seguro! Como cuando le espetaron con aquello de que “los Reyes Magos son los
padres”…
- Algo así –dirá la mujer, mirando con ojos comprensivos a
su marido. Pero no será eso. Ella lo sabrá. Su hija, antes de romper entre
sollozos dignos de quebrar el más curtido corazón, le revelará el secreto… la
amenaza que ensombrecerá su débil mundo- ha pasado, Pepe.
- ¿Te ha explicado algo? ¿Quieres que vaya yo, a ver si a mi…?
- No, tranquilo. Ahora está dormida… creo… Mañana, si eso…
al despertar sí que deberías hablar con ella… no sé… decirle que no debe tener
miedo…
- Pero, ¿miedo de qué, mujer? ¿Qué ha pasado? Habla.
- Mira, Pepe… ¡no te pongas nervioso, eh! Yo no sé bien qué
ha pasado… tan sólo lo que me ha dicho la niña, que no es mucho, la verdad…
Estaba aterrada y de hablar… pues mira, chico, no tenía muchas ganas… pero me ha
dicho algo sobre… sobre… algo sobre unos “gitalanes”…
- ¿Cómo? ¿Gita… gita… qué? ¿Gitanos?
- Gitanos no, hombre… ¡Paco es gitano, por dios! ¿Cómo va a
tener miedo la niña de los gitanos si uno de sus compañeros en el Conservatorio
es gitano?
- Y yo qué sé… “gitalanes”…
“gitalanes”… Creo que es la primera
vez que oigo tal palabreja.
Gitalanes. Su fonética,
violenta, empujará al cuerpo del hombre contra el de la mujer… helado mármol perfectamente
pulido… en desigual lucha entre tan fría piel femenina y el calor del macho envuelto
en pijama de una pieza.
- Y yo, amor. Cuando la niña la ha pronunciado, un par de
lágrimas escaparon de mis dos luceros del
alba…pero no me equivoco, no. Ha
dicho eso: “gitalanes”.
- ¿Y eso qué es?
- Cariño, tranquilo… ¡Ojo con la ceniza, que vas a pegar
fuego a la cama!... ya sabes que Irene, cuando está alterada, no se explica del
todo bien, la pobre… pero algo he podido sonsacarle… Por lo que se ve, alguien
en clase les ha estado hablando de estos… estos “gitalanes”… no sé… no acabo de entenderlo bien pero, por lo que he
podido ligar, es algo parecido a los gitanos… una etnia o raza extraña de esas…
marchantes, de un lugar a otro a lomos de sus desgarbadas mulas y destartaladas
carretas.
- Ba… ¿eso tenía tan asustada a nuestra pequeña? Por lo que
cuentas, estos “gitalanes” que dices,
deben ser como los gitanos de toda la vida… quizá algo más primitivos, si dices
que aún viajan en las típicas carretas de circo medieval… ¡seguro que hasta
tiran las cartas y todo!
- ¡Por supuesto! Irene dice que en clase, cuatro niños
habían oído hablar anteriormente de ellos… en sus casas, con sus padres… Pepe,
¿tú crees que nosotros somos unos despreocupados?
- ¿Por qué dices eso? ¡Será que no nos preocupamos de la
educación de nuestra hija, Rocío, mi vida! Eso son cosas de la TV y la basura
televisada con la que bombardean a todas horas. No es la primera vez que Irene
nos dice que, en el colegio, sus compañeros hablan de mil cosas que ella no
conoce… personajes de culebrones o dibujos animados amorfos… eso no es nuevo…
El berrinche de hoy es más de lo mismo.
- No, Pepe. No es más de lo mismo, no. Lo de antes era una
pregunta recíproca. Ya sé que nuestra hija no está desatendida. ¡Cómo no
saberlo, si pasamos todas las tardes haciendo deberes y aprendiendo con ella! Pero
en esta ocasión… no, Pepe… los “gitalanes”
existen… y el mero hecho de nombrarlos, hace temblar a nuestra pequeña como si
de una solitaria hoja mecida por una borrascosa brisa se tratara.
- ¿Qué más te dijo? –preguntará el padre, víctima súbita de
un repentino nerviosismo… nudo que atenaza el estómago, con fuerza… pues algo
se le habrá pasado al leonino protector de la familia, avanzadilla de un
ejército invisible que se bate en defensa de su prole. ¿Será peligroso? ¿Una
exageración inocente? ¿Un descuido imperdonable?
- Poco más, amor mío… explicaciones de niña confundida, difíciles
de interrelacionar y entender… mil cosas que no dicen nada, y una que lo dice
todo… En claro, he podido sonsacarle que estos “gitanales” son, como los gitanos, un… un supuesto pueblo sin patria…
vagabundos sobre la Tierra… que, visto lo visto, quieren “instalarse” aquí y
convertir, la nuestra, en la suya… en nombre de no sé qué derechos y no sé qué
milongas más.
- ¿Invasores?
- ¡Sí, exacto! Una especie de hordas bárbaras… así, desgreñados
y desaliñados… con una Cultura propia, según dicen… y una lengua propia,
también… y Leyes propias… Todo propio, todo extraño a nosotros, Pepe… ¡Y
existen, sí! No son imaginaciones de una mente infantil, no.
- Mujer… tranquila, que no es para ponerse así. ¡Y yo que me
había imaginado algo grave!
- ¿Algo grave? ¿No te parece esto grave? ¿No te parece lo
suficientemente grave el que una horda ambulante haya atracado en nuestras
tierras? ¿Que tenga la intención de convertir nuestros campos y nuestros
huertos en su “nueva patria”? ¿Que nuestros polígonos se llenen de caravanas y
carromatos?
- ¡Seamos serios, Rocío! A ver, ¿cómo van a adueñarse de
nuestras casas, mujer? Por favor.
- ¿Cómo? Ja. Espera tranquilo, amor mío… espera. Cuando
llamen a la puerta, te aseguro que yo no estaré para recibirles amigablemente. Tú,
quizás. Yo, e Irene, no. ¿No conoces, acaso, las malas artes de esta gente?
Sobre los carros transportan toneladas y toneladas de resentimiento, odio y
victimismo… en nombre de una persecución que nunca tuvo lugar, pero en la que
ellos basan toda su “historia vital”.
Y base, también, de su venganza… porque eso es lo que asusta a Irene, mi vida…
la venganza de estos “gitalanes” que
se ven como el pueblo elegido en busca de su Tierra Prometida… una Tierra que,
sectaria, nos expulsará de su seno pues nosotros, Pepe, no somos bien recibidos…
no tenemos tal divina Cultura corriendo por nuestras venas… no dominamos esa
jerga que balbucean… ni bailamos sus bailes… ni rezamos a sus Dioses sectarios
y elitistas, en farsa comparsa arzobispal… no, Pepe. Nosotros no somos bien
recibidos. Nuestras vidas han sido fáciles comparadas con las suyas… y ha
llegado el momento de ajustar cuentas. Eso es lo que le han dicho hoy en el
colegio a nuestra pequeña Irene: Nuestro tiempo
acabó. Ahora empieza la Edad de los “Gitalanes”. Para nosotros, empujones y
palos de su Justicia y su policía racial… casi política… y el destierro,
despojados de nuestras pertenencias… expulsados de nuestra tierra tras sufrir
el saqueo de estos rufianes maestros en el juego del trilero… expertos en la
manipulación, la miseria moral y la mugre eterna... para los niños, un saco... negro y profundo... donde ir arrojando la cacería ideológica del día... caminito de la escuela de reeducación... "reeducación gitalana", por supuesto.
Pepe, cuyas piernas permanecerán entrelazadas con las de su
mujer… fundidos los cuerpos en esa futura noche de revelaciones tardías…
comprobará cómo el frío helado vencerá, en su mortal lucha, al calor residual
de su cuerpo… envolviendo, en sutil advertencia, a los dos amantes con los
ropajes del miedo.
19 comentarios:
Herep.Hoy tu post esta plagado de una completa honestidad,Sobre la maldad y desapego de lo que representa la etnia gitana.Y lo mas grave su indolencia a lo que representa la palabra trabajo.Creo haber entendido tu post.un saludo.
Imagínate la mezcla. Es totalmente acojonante. Por un lado la traicinera estampa gitanil, que sólo busca el trabicheo y trincarte lo que puedan... Por otro el nazionalismo, que pretende más o menos lo mismo, pero echándole la culpa a España.
Lo que salga de ahí será un engendro morrocotonudo que nos chupara la sangre a punta de navaja o de decreto, según se tercie. Que acojone, con barretina, cuajados de oracos y cantándonos una de peret.
Ufff.
Un saludazo.
Buen Cuento de TERROR.
¡Y La Palabreja es todo un Hallazgo!
Aunque les Caería También Cabal, "JODÍOLANES"... Que Además Se Ajusta Mejor al "Modelo Imperante Allí"...
Aplauso Hermano Herep-
Siempre me Sorprende tu Versatilidad.
¿Será Inherente a la CONDICIÓN de "DESPIERTO ENTRE DORMIDOS"?
¡Lo Dicho!
¡Desperta Ferro!
¡Y A Correr Gitalanes, hasta la Frontera Más Cercana! jajaja.
Un Brindis Contra la SOPA-SINDE
y
¡¡RIAU RIAU!!
La obscenidad del nacionalismo no tiene límites, pero, ojo, irán a la caza de otras minorías a las que también consideran maltratadas por España, como la morisma, setecientos años recibiendo collejas.
Menuda astracanada tienen montada estos trapicheros, si no fuera trágico --que lo sera-- seria para troncharse de la risotada.
Saluditos.
Buenas Agustín,
Tengo varios amigos gitanos y te diré que, como en todas las casas, los hay de buenos y los hay de malos.
No pretendía criticar al pueblo gitano pues cada cual es libre de vivir su vida como quiera vivirla...
... lo que sí quería criticar son las palabras de Artur Mas donde compara al pueblo gitano con el pueblo catalán (he puesto un link a la noticia)... porque, por lo que parece, los catalanes somos el pueblo elegido...
... elegido para que el pitorreo sea constante.
Un abrazo, jefe.
La verdad, CS, es que hay que tener rostro para subirse a una tribuna y empezar a vomitar tantas estupideces.
Ahora toca hablar del pueblo gitano... hace unos meses, se comparó el Terremoto de Japón con la españolidad de los catalanes...
Es un suma y sigue al que nadie pone freno mediante una camisa de fuerza.
Un abrazo, figura.
Sabes, Old...
No se si será condición inherente o no, pero yo, por las noches, duermo a pierna suelta. Y no porque no tenga problemas... qué va...
Supongo que es por la sobredosis de ron en mis venas... que hace ver las cosas con un punto de desenfrenada temeridad.
De todas maneras, tienes razón en el término "jodíolanes". El problema es que el dolor aún está reciente.
Otra cosa será cuando la zona entumecida, tras el correspondiente reposo, se enfríe. Entonces sí que veremos las estrellas, sí.
Bueno, las verán aquellos que, por la noche, no puedan dormir tras el eterno letargo.
Un saludo, amigo... y que a todos se los lleve, entre sufridas pesadillas, nuestro amigo Asmodeo.
Un saludo... y más ron, marinero.
¡Riau!¡Riau!
Reinhard,
Si el bueno de Artur ha conseguido descubrir las similitudes entre los catalanes y los gitanos, no dudes en que encontrará algún parecido entre la morería y el pueblo milenario catalán.
Tiempo al tiempo.
Lo será, Zorrete, lo será. Cuando uno miente tanto, corre el riesgo de que su parroquia se crea tales mentiras y, tarde o temprano, se levante para reclamar al señorito aquello que tanto promete y de lo que tanto habla.
Pero tranquilo, llegado ese momento, habrán muchos maleteros abiertos para "empaquetar" al bueno del President hacia la frontera.
No será la primera ni la última vez, tenlo por seguro.
Un abrazo, bloguero.
Los gitanos catalanes -los gitalanes- llevan años metidos en política, haciendo del engaño su modo de vida. Certera observación, amigo Herep. Lloran como plañideras, y, como tales, lo hacen profesionalmente, con suma facilidad. ¡Leña a los gitalanes!
A mi me dan mucho susto los Gitalanes, porque son bastante estúpidos y más hay que temerle a un tonto que a un malvado.
Por cierto, buen invento ese palabrejo. Me pregunto si será consciente el bobo Mas, de que ha perdido el voto gitano con sus delirios esquizoides.
Deberían hacerte Ministro de Educación e introducir tus post en las escuelas para analizar textos, otro gallo nos cantaría.
;)
Bueno. Los gitanos ahora han sido elevados a la misma categoría que los catalanes por el Sr. Más. Cuantas tonterías dicen los políticos. Lo malo es que los ciudadanos de a pié se lo toleramos e incluso se lo reímos.
Un abrazo
Son maestros en hablar y no decir nada, Tío Chinto.
Todo el santo día se lo pasan intentando camelar a la ciudadanía con sus frases grandilocuentes y su "intento" de pasar a la Historia como algo que no son... y no como lo que verdaderamente representan: la ruina y la miseria por los siglos de los siglos.
¡Qué cruz! ¡Y, encima, algunos todavía creen aquello que los gitalanes leen en sus manos!
¡Dios me libre de verme envuelto en política, Candela!
No valdría.
Para eso tiene que tener uno mucha manga ancha o, como diría el bueno de Marx (el cómico, claro... el bueno), cambiar los principios a voluntad.
Ves, por ahí no trago.
De todas maneras, cualquier cosa que se hiciera en Educación, por pequeña que esta fuera, ya sería mejor que el bodrio que padecemos.
Un abrazo, bloguera.
Tienes razón, Epiro... y me haces recordar un episodio parecido que sucedió con un negro disecado en el Estanque de Bañoles... Cosa ridícula...
Pero no me digas que no es gracioso el ver a esta horda pregonar, a grito pelado, su defensa de la Democracia y las Libertades... o Derechos Humanos y milongas por el estilo...
En su boca, esas palabras suenan a chiste.
O a burla.
Un saludo, amigo.
Es un triste consuelo, José Luís... sí, tienes razón.
Llevan años haciendo el payaso en toda clase de escenarios, y ya nadie aplaude en la función...
Pero, por lo menos, que no nos quiten el poder ir cantando camino del matadero... que no será por ganas de amordazarnos, no.
Un abrazo, bloguero. Esperemos que pronto, las risas, tengan mejor fundamento.
Otra para la antología del disparate del Mandibulón de Arturito.
Buen escrito.
Y ya son unos miles, Maribeluca.
Cualquier día pone una relojería.
Un abrazo.
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