Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

29 jun 2011

Matrícula de deshonor

Viñeta extraída del blog de Celia.


- Buenos días, señorita.

- Buenos días –dijo Inés a la señora que estaba observándola desde detrás de la mesa -. ¿La señora Millán?

- Correcto, sí. Siéntese, siéntese.

Acercándose a la indicada silla, Inés lanzó una rápida pero efectiva mirada a la habitación, meticulosa, como era ella… analizando ese pequeño habitáculo que funcionaba a modo de despacho. Una trastienda, más bien, donde las cajas estaban por el suelo y miles de papeles se amontonaban entre latas de Pepsi y bolsas, vacías, de patatas.

- Acomódese, tranquila… esta todo… ¡Mercedes, por Dios! ¡A ver si limpiáis esta pocilga! –espetó la señora a un interlocutor invisible tras la puerta -. Encantada… ¿Inés?... Yo soy la señora Mª Antonia Millán, presidenta de la A.N.P.P….

- ¿La Asociación Nacional de Padres Progresistas, no?

- Perfecto. Veo que los folletos y el buzoneo han dado resultados –dijo socarronamente la presidenta entre sonrisas autocomplacientes.

Inés, una chica de familia bien, educada según los estrictos dictados de la escuela carmelita a la que había asistido de niña, contemplaba aquella masa de grasa que tenía ante sus ojos, con sorpresa. ¿La Asociación Nacional de Padres Progresistas?, se había preguntado cuando encontró aquel rojo folleto en su buzón del portal. ¿Y esto?

- Verá… Nosotros somos una asociación de ámbito nacional, con más de… bueno, muchos padres afiliados, porque… ¿usted es madre, no?

- Sí, sí… claro. No tendría sentido haber venido si no tuviera hijos, ¿no? –contestó Inés, algo molesta con la actitud de aquella señora, que le lanzaba descaradas miradas escrutadoras… de arriba abajo -. Tengo una niña… matriculada en 5º de E.S.O., en la escuela de la calle Vázquez y…

- ¿La escuela de las hermanas carmelitas?

- ¡Sí… exacto! ¿Por qué me mirará tanto esta señora? ¿Tendré algo en la cara?... no¿la camisa manchada?... ¡Qué rubor! Estudie desde pequeña en esa escuela y mi marido y yo no vimos impedimento para que Clara hiciera lo mismo. Estamos muy contentos, vamos. Todavía dan clases varias de las monjas que fueron profesoras mías y Clara disfruta… y aprende, claro. Pertenecemos a la asociación de padres del colegio e intentamos interactuar con la comunidad escolar, pero…

- ¿Pero? ¿Algún problema? ¿Algún… abuso?

Mª Antonia Millán se frotaba las manos aceitosas viendo, ante ella, la gallina de los huevos de oro de esta temporada otoño-invierno. ¡Un colegio religioso! ¡Eso sí que daba publicidad! Y ya se sabe… cuanta más publicidad, más fama… y con más trabajo sobre la mesa, el ministerio tendría excusa para darles más efectivo… ¡Un despacho más grande, joder! ¡Llevó reclamándolo un año entero, Secretario!

- Chica, tu tranquila… no te preocupes. Esta asociación está acostumbrada a este tipo de lides… anda, sirvámonos un par de cafés y hablemos tranquilamente, que estas cosas queman por dentro.

- No…no… si… -¿qué nos sirvamos un café? Pero… pero… A Inés se le escapó una sonrisa. Había algo de kafkiano en aquella situación… ¡Dios! ¿Dónde me he metido? -. …no creo que me haya entendido bien. Clara está contenta en la escuela, y nosotros también. Pero recibí el folleto en casa y me pregunté qué sería esto de la asociación… ¿nacional?

- Claro, claro… y ha venido aquí a que la informemos, ¿no?... pues eso, no se preocupe… ande, tome el café calentito mientras yo le explico en qué consiste nuestro trabajo. Usted tranquila, que ya verá cómo todo se arregla -dijo la señora, ajena a las palabras de Inés. Verá… Nosotros somos una asociación dependiente del Ministerio de Educación, con un marco de actuación nacional. Somos como… una asociación de padres que está por encima de las asociaciones de padres, ¿entiende?… Pues algo así…. Encargados de velar por los derechos de nuestros hijos… bueno, yo no tengo… ni pareja, ahora mismo… pero lo importante de la asociación es eso: los derechos de los niños… y los padres, por supuesto. A ver, ¿su hija tiene buenas notas?

- Sí.

- ¿Hay alguna materia que se le atragante?

- Mujer… no… las matemáticas, puede que un poco…

- ¡Hay, las matemáticas! ¡Esa es nuestra especialidad! Y, ¿algún profesor abusón?

¿Abusón? ¿Especialistas en matemáticas? ¿Una Asociación? Inés se sentía a cada instante más y más confusa. La señora que tenía ante ella no tenía hijos… y era presidenta de una asociación de padres de alumnos… increíble… ¿no tenía pareja?... ¿Y?... pero… esos carteles de ahí atrás, clavados en la pared con chinchetas… ¿podía ser? ¡Seguro! Ahora todo encajaba.

- Esto… creo que me he equivocado viniendo aquí… -dijo la joven haciendo el ademán de levantarse de la silla.

- Tranquila, tranquila –mano al hombro, con suave presión de los dedos -. ¡Estás muy tensa, chica! Déjate, vamos… verás que bien te sienta un masaje en los hombros, guapa… ¿ves? Mira… nuestra asociación está para vigilar la autoridad del profesorado, controlar que no sean demasiado estrictos ni en sus actitudes… ni en los contenidos… ¿mejor? Pareces más tranquila, así… Y cuando encontramos un caso como el tuyo, pues la asociación intenta modificar la postura del profesor, ya sea por nuestros medios o dando cobertura a los padres, que para eso son los padres, para velar por la felicidad de los chavales, ¿no?… además, formamos parte del tinglado, así que nos hacen caso siempre… Controlamos que los mocosos no vean afectadas sus necesidades por culpa de profesores carcas o ideas retrogradas, vamos… ya sabes… Educación de Calidad para todo el mundo… gratis, ¿eh?

Hasta aquí podíamos llegar. Inés se levantó con fuerza de aquella silla convertida en terapéutico potro de tortura y, agarrando el bolso con una mano mientras apartaba a la señora Millán con un brazo, enfiló la puerta de salida de aquel cuchitril disfrazado de despacho.

- Pero… creo que no… no sabía… ahora… perdone, pero ya no me interesa conocer nada más de la dichosa asociación –estaba a punto de perder los nervios… y, de pequeña, había aprendido que no era propio de una señorita arrearle a alguien un puñetazo en un ojo –ni de sus funciones. Pero… ¿esto qué es? ¿Una fábrica de pequeños salvajes? ¿De delincuentes? Usted que mierda… perdón… ¿qué sabe usted de derechos? Yo lo único que quiero es que mi hija reciba la mejor educación que puedan ofrecerle… y la de mayor calidad, claro. ¿Ustedes qué ofrecen? Tan sólo servidumbre…. servidumbre y esclavitud.

Tras un fuerte portazo que hizo retumbar toda la habitación, volvióse a abrir la puerta.


- Y perdone... mi marido tiene mejores manos que usted, cerda.

11 comentarios:

Maribeluca dijo...

Adoctrinamiento en los anuncios, en las series de tv incluyendo dibujos animados,en los programas de humor "presuntamente" para niños... ya sólo les falta mientras dormimos que todo se andará...qué saturación y qué vomitivos, y luego decían de Franco, pero le ganan por goleada.

Natalia Pastor dijo...

Pues esto es lo que hay.
No es ya sólo adoctrinamiento o igualitarismo a la baja, cubanización del alumnado, es que llegan incluso a acusar a profesores de "estigmatizar" a alumnos cuando los suspenden.

Herep dijo...

Buenas Maribeluca

Ahora que dices lo del adoctrinamiento... hace unos días leí una noticia sobre una entrevista "oculta" a los productores de Hollywood que no tenía desperdicio. ¿Adocrinamiento? Sibilino... pero duro.

... acabo de tener una idea...
Gracias y un saludo.

Herep dijo...

Cuando iba al colegio, algunos profes cogían la baja cada cierto tiempo... ahora, cada cierto tiempo cogen el alta... como si se hubieran intercambiado las prioridades.
Una vergüenza a lo que está llegando el sistema educativo español...¿alguien sabe algo que funcione?

Saludos, Natalia.

Unknown dijo...

Mmmm, buenas Herep. No has podido dar más en el clavo. El adoctrinamiento es la base de cualquier sociedad autoritaria. No debemos olvidar que, en la Alemania Nazi el ministerio de Propaganda era de los más importantes y aquí, con el "Gobierno de España" sólo nos falta saludar brazo en alto a cada una de las mamarrachadas del señor de la Moncloa, sus acólitos, chupapenes y enganchados pesebreros. Así pues mi enhorabuena por el artículo y mi apoyo para que sigas dando candela, que falta hace.

Herep dijo...

Buenas CS Peinado

Ya sabes que aquí, eh Chirigota Española, s.l., es como si estuviéramos en el mundo del circo.
¡Cualquier cosa puede suceder!
Y más con un gobierno como este, que no para de inmiscuirse en los asuntos de todo el mundo.
Si no es esto ingeniería social, pues ya me dirás qué es eso.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola, Herep!
Me ha parecido realmente interesante tu texto, y me gusta mucho tu manera de escribir (se parece a la mía: sencilla, clara y directa... Pero bella).
Creo que el tema que tratas es un poco delicado, ya que prácticamente siempre han existido personas que quieren manipular de una manera u otra. Lo malo es cuando lo consiguen...
Respecto al sistema educativo, por lo poco que conozco de cómo era antes puedo decir que es bajo. Además, aunque yo no he estado en ningún instituto donde los profesores recibieran abusos, algunos amigos míos me han llegado a comentar cómo los acosaban (sin tener el profesor ninguna posibilidad de protegerse).
Creo que los menores están demasiado sobreprotegidos con cosas como la "Ley del Menor", que lo que realmente hace es obstaculizar la educación.

Anónimo dijo...

El mejor sistema que he visto contra el alumnado agresivo se llamaba Suso. Cura, gallego, treinta años y unas manos como palas. Un bastardo insufrible que teníamos en clase se le encaró. Suso se le acercó con unos andares que parecían sacados de el bueno, el feo y el malo y le dijo: "Mira chaval, si sigues tocándome las narices la tenemos. Y si te pones chulo nos vemos fuera" El otro se jiñó y fin del asunto. A saber que hubiera dicho la pava de tu relato, terrible violencia fascista frente a un pobre capullin indefenso.
Si en el fondo tenemos lo que nos merecemos.
Un saludo Herep.

Herep dijo...

Buenas Celia a esta tu casa.

El mérito de la entrada es de tu viñeta, no lo dudes. Así se entiende todo a la perfección.
Aciertas al nombrar la "Ley del Menor", que más que castigo, es premio.
Yo puedo decirte que, aún no remontándome mucho más lejos que tú, el sistema educativo actual es una piltrafa comparado con el anterior... y el anterior... y así hasta los inicios.
Llegaremos al instante en que, como decía Orwell, 2+2=5.

Un saludo.

Herep dijo...

Buenas, isismoking

¡Hay, el bueno de Suso! ¡Yo, en vez de profesores-boxeadores tenía unos papelitos que, cuando me los entregaba el profesor y tenía que traerlos firmados de casa, ya me empezaban a temblar las piernas!
Más que menos, hacían la misma función que un pescozón.
¿Lo que nos merecemos? Quizás aún es poco.

Un saludo, bloguero.

Anónimo dijo...

Saludos Herep:
Los papelitos siguen existiendo: lo que ahora no existe es el temor a traerlos firmados de casa.
Al menos siempre quedará la gente que quiera aprender más de lo que el sistema educativo les aporta... Creo que a esas personas que tienen claro lo que quieren hacer en la vida en cierta forma les compensa (se pueden dedicar con más ahínco a lo que les gusta).
(... Qué grande la banda sonora de "El bueno, el feo y el malo" -la estoy escuchando).