Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

18 mar 2011

Rutina laboral


Intento levantarme todas las mañanas de buen humor, aprovechando al máximo la amnesia que me ha proporcionado el sueño nocturno. Aguanto el sonido del despertador, los escalofríos del cambio de temperatura al salir de la cama, el lavado de cara y de dientes mientras me miro en el espejo, adormilado...

Tos… carraspera… más tos...

Mocos por el lavabo, siempre mejor fuera que dentro. El resfriado de principios de invierno, que todavía aguanta. He tenido que tomar pastillas… y aún tengo atasco en la nariz y la garganta. Vuelvo a mirarme en el espejo. ¡Qué blanco estoy! ¡Que llegue pronto el verano! Ducha con agua más bien fresca, para despejarme de una vez. Enjabonada, rascada de piel muerta, detrás de las orejas con ahínco. Otra vez ante el espejo, con mejor cara y la piel un poco enrojecida. Hoy toca espuma, Guillette y crema hidratante. Suerte de ser imberbe y no tener que hacer este alicatado de cortes y papel del wáter todas las mañanas.

Desayuno con zumo de melocotón y alguna tostada suelta. Nada de continental ni de pasar más de un segundo de lo necesario en la cocina. Café bien fuerte y un cigarro. La abolición aún no impera en mis escasos dominios. Una mirada al reloj de la pared y un poco de agua al bonsay que preside el fregadero.

Todo aderezado con el acompañamiento, de fondo, de la voz de algún periodista-director del típico magazine radiofónico que se escucha, a primera hora, en el dial (lo que sintonizamos, porque no están todos). Abundan las risas, las bromas telefónicas, la oratoria pseudo-didacta y otras payasadas varias. A elegir. Las mañanas, a primera hora, son para levantarse con humor. Parece que la risa brote sola.

(Si el lector no tiene trabajo, puede saltarse el siguiente párrafo, pues el resultado final no va a verse para nada afectado).

Off. Chaqueta, que aún refresca. Bolsa del trabajo, llaves, última miradita en el espejo del recibidor, y puerta. Un trayecto más o menos corto siempre en piloto automático y, antes de darse uno cuenta, ya está en el tajo. Se saluda a los compañeros, se preparan los artilugios y se reflexiona un poco para acabar de situarse, aprovechando los segundos que transcurren mientras se da un rápido vistazo a las tareas pendientes.

Miradita al diario digital y.. PAM… cruda realidad.

"Els catalans som uns ciutadans castigats per la desgràcia i la injustícia històriques. El destí i la dissort ens han dut a haver de ser espanyols i patir-ne les conseqüències. Per això entenem la dissort del Japó i de la seva gent. Viuen en la desgràcia d'haver de patir el càstig dels terratremols i sutnamis. La diferència és que nosaltres ho podem resoldre. Tot el suport a la gent del Japó." Alfons Godall, exdirectivo del F.C.Barcelona.

Traducido.

Los catalanes somos unos ciudadanos castigados por la desgracia y la injusticia histórica. El destino y la desdicha nos llevaron a ser españoles y sufrir las consecuencias. Por eso entendemos la desdicha de Japón y de su gente. Viven en la desgracia por haber sufrido el castigo de los terremotos y tsunamis. La diferencia es que nosotros lo podemos resolver. Todo el apoyo a la gente de Japón. Alfonso Godall, ex-directivo del F.C.Barcelona.

Y entonces la cosa cambia. Se esfumaron las ganas de reir. Mas bien de sacudirle a alguien un gancho al estómago. Ayudarle a vomitar toda la bilis para luego recogerla y hacérsela tragar de nuevo. Y repetir el acto varias veces. Esto por joderme la mañana con tus bromitas, gilipollas. Comparar lo sufrido por los japoneses con “la desgracia de ser españoles” y entender “la desdicha” de los japos. Pobre pueblo el del petardo Godall: sufridor de terremotos, tsunamis, conquistas e injusticias sociales… y yo sin saberlo ni darme cuenta. ¿Será que hay diversas realidades, o mundos paralelos? ¿Será capaz el inútil Godall de entender la Teoría de las Supercuerdas o la Teoría M? ¿Será él el poseedor del último de los conocimientos? ¿El profeta?

El payaso, más bien. Un zafio que no tiene idea de nada. Mucho menos de Historia… sí, sí… Historia… no las payasadas de TV3 (recuerdo a Dragui y me recorre un escalofrío) o las tonterías editadas que, sin la correspondiente subvención adjunta, irían a parar a la basura. Pero no la basura del editor, no: la basura de la Papelera de Reciclaje.

De lo que sí sabe el tonto Godall es de insultar a la parroquia: hace tiempo ladró que no le gustaba “una F1 con pilotitos madridistas ni periquitos”, como si el gilipollas pensase que también puede meter mano ahí, el endiosado. El nazi que piensa que el mundo le pertenece a él, por raza, por cultura… por seny*. El seny tan loado y necesario para llenarse la cartera tan ricamente. Ese seny del que tanto presumen, más falso que Judas.

Y ahí está, con su chulería, diciendo que “la gente se ofende con sus palabras” porque no entiende nada. El profeta de mierda este nos habla, y nosotros no le entendemos. No estamos a su altura intelectual, pobre. Él, que ha superado el Tsunami y ha bailado la sardana mientras todo temblaba, con grado 9 en la escala.

Pobre lumbrera. Qué intelecto se pierde con él. Qué lástima.

A medida que va transcurriendo la vida vas dándote cuenta que, el buen humor con el que empiezas el día, dura cada vez menos tiempo.



* seny=sentido común

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