Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

10 abr 2018

Comecocos

El chupeteo lleva de la mano al niño hasta el onanismo.
Sigmund Freud

-Verá, doctora... ¿la llamo doctora, no?
-Doctorada y con máster en la pompeu faba, pero prefiero que me llamen Empar.
- Bueno, usted es quien manda. Lo que le decía... tengo un dolor aquí, en el pecho...
-¿Una presión que le impide respirar? ¿Un ahogo?
-Sí, pero...
-Quieto, quieto, relax. Como a usted veo todas las tardes. Aquí dice que es usted licenciado en filología. Lógico. Patrones, ¿ve? No se preocupe; le curaré, verá: usted sufre el síndrome de la republiqueta...
-¡Reniegos y jodiendas y maldiciones!
-... una dolencia propia de estos días, no se preocupe. ¡Y no pierda el pacifismo, hombre! Escuche: usted ha sido educado bajo las directrices de la republiqueta, y ahora, claro, cuando ha alcanzado el éxito, una licenciatura, un máster de la abad oliva, y un buen trabajo en un bufete, a pesar de cumplir los cánones del perfecto noi de la mare, te encuentras vacío, y te preguntas dónde anda la tierra de las mil danzas, el paraíso del club-súper-tres sin envidia ni pecado, todos al corro en la plaza del ayuntamiento, esa prima-donna entre las naciones, y la recuerdas prendida, imposibilitada por los dientes del dragón... ¡Vamos, Siset, que se lo sabe de memoria!... se habla de ella a todas horas, de la tribu oprimida, el som i serem, el centímetro arriba centímetro abajo craneal... un dragón que, a pesar de la sapiencia milenaria adquirida desde la edad del consejo de ciento, sois incapaces de liberar. El popbla de wilfredo, encadenado al madero de la inquisición cual prometeo del ampurdán.
-¡No, no, no! La inquisició...
-Estate, estate, Siset. No grites. Déjate de reniegos, tranquilo. Hay que entender que esta vez ha estado cerca, y por eso, al mismo tiempo, fue tan duro. Segundos, Siset, lo sé. Una decepción depresiva. Ves, ves, ¡es el síndrome! Tu consciente ha visto la realidad, y la fotografía mental que realizó de ella ha entablado una lucha con tu inconsciente, la psique,despertando en vos los instintos primarios... la furia, el deseo, la decepción... es todo de aquí, ves, ¡de aquí!
-¿Existe cura, Empar?
-Por supuesto. Le he dicho que pasan muchos como usted por aquí. Usted es un hombre de éxito. Lo superará, verá. Es muy sencillo, solo son necesarios unos pequeños pasos. El más importante, no salirse del redil. Impedir que esa imagen de la realidad prime sobre la psique -la republiqueta, hoy, inmaterial- y se pierda el legado de nuestros ancestros, traspasándolo de padres a hijos, de escuelas a alumnos, de doctos a payeses. Perseverar en la educación sentimental, el agasajo de la voluntad, la invasión de los ultracuerpos. Creer que la nasió está ahí, a tocar, como siempre...
-Oh, la republiqueta que mil años dure...
-¡Magnífico, magnífico! Persevere. Persevere. Sométase a su influjo. Haga de ello un fin.

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