Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

4 oct 2017

... y Rey!


Ayer noche el Rey de España habló, después de varios días, del golpe que están llevando a cabo los secesionistas primeros, los segundos que vendrán y los terceros que ya se frotan las manos imaginándose su nacioncilla de maravilla.
Fueron cuatro minutos escasos.
Cuando acabó, los monos nos miramos en silencio.
¿Era lo que esperábamos?
Principalmente, llamó a las cosas por su nombre. Acusó a los sediciosos que estaban vulnerando la ley y traicionando la palabra dada como servidores del Estado -jura o promete, mequetrefe funcionario-, se dejó la monserga del talante a un lado, no mencionó la mierda del diálogo lennonista con los verdugos y, acordándose de los clandestinos de la tierra agraviada, avaló con su Corona la unidad de España.
En el cada vez más resuelto debate interno, ayer goleó la monarquía.
Hoy, entre las alabanzas y las muestras de apoyo, el gomierdo del caminante se descubre reuniéndose con la infame iglesia golpista española, quizá aceptando el papel mediador que los del "arderéis como en el 36" han presentado -golpistas inclusive- y cuya alineación está formada por un seleccionado lupanar de curas y demás paparruchas de Roma.
La camada de La Moncloa parece hacerle oídos sordos al mandato real, el derrotismo del gallego se enciende otro puro, su sumisión nauseabunda a los caprichos de la niña priman a la Nación que se le escurre entre los dedos...
Pero no, Monos...
... porque el Rey de España ayer habló, y parece que fue de su puño y letra la sentencia implícita de que la Constitución sabrá defenderse de todos sus enemigos -también gobiernos, que caerán.
Porque la Corona del Reino de España me dio la vida, y a él lo encontré en la calle.


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