Se despedía la Consejera de Cultura valenciana Mayrén Beneyto,
hará un par de días, emitiendo la nota adjunta. Escueta en palabras, fugaz...
tempus fugit... si fuese escrita, un rápido garabato de agradecimiento. Sorprendentemente,
pero, del "dos veces bueno", ni rastro.
Hierro al rojo abrasando la vista... aunque, analizando la tipología de varios patinazos que
son alfileres en las pupilas, vaticinaría que el corrector se ha
tomado muchas libertades cambiando palabras a traición... pero los signos de
puntuación, la escasez de pausa, el leer de corrillo como alumnos rebeldes sobre
el estrado recitando poesía sin entonación ni melodía, la mezcolanza, el
predicado sujeto al presente de indicativo... amigos, de nuevo la celeridad,
las prisas por agradecer el tiempo que pasó, nerviosa ante los días venideros,
cargados de nuevas empresas. Empresas públicas, se entiende.
España es un país viejo, jorobado tras largos siglos de
Historia. A modo de consuelo, la edad ha ido dejando el poso de la sabiduría en
sus gentes. No bien apareció el telegrama de la Consejera de Cultura, medio
billón de filólogos dieron un paso a frente dispuestos a corregir el vodevil de
ortografía muerta bolígrafo rojo en mano, tachando consonantes, añadiendo comas
y restando puntos... medio por la "h", tres cuartos por dejarse el
acento en "patética"... hasta llegar al tachón último: cero patatero
para la pobre niña que solloza, de cara a la pared, ataviada con el gorro de
orejas de asno.
Castigo, por otra parte, que creíamos olvidado en esta Chirigota
Española, s.l.... aunque siempre hay excepciones que confirmen la regla.
Por una vez y atendiendo a la justicia popular, la Consejera de Cultura... ¡válgame!...
será puesta cara a la pared, de rodillas con los brazos en cruz soportando la
Enciclopedia Británica y, por supuesto, el gorro de burra. Una vez las
autoridades decidan entretenerse con algo más serio, volveremos al método
actual, elegido por consenso en una asamblea pública con todos los sectores
implicados -profesores, padres, madres, sindicatos, sindicatos de alumnos,
rectores, diecisiete parlamentos y el Constitucional-, y que tan buenos
resultados nos está dando según reflejan todos los indicadores del Universo,
donde los españoles somos líderes en comprensión lectora, análisis crítico, cálculo, ingenierías,
pensamiento o patentes. Son innumerables los científicos de fama mundial que pueblan
las revistas más prestigiosas y los escritores modernos, por primera vez en
la historia, han superado el marasmo de la literatura hispana, atreviéndose a competir con la lengua de Nelson. Nuestras
universidades son foco del conocimiento occidental y las listas de espera de
los "erasmus" europeos son interminables: chavales de todos los
rincones de Europa compiten, enloquecidos, por una plaza que les permita
impregnarse con la savia que circula por los campus más prestigiosos de España.
La cultura española florece con la nueva hornada de
españoles, los mejor preparados de la Historia, incapaces de permanecer inmóviles
ante la afrenta a la lengua de Cervantes protagonizada por una Consejera de
Cultura... o tempora, o mores... indigna, cuadrúpeda, fácilmente sustituida
por... por... por cualquiera de los "preparados" que fabrica, con más
carencia que las fábricas de Henry Ford, el Sistema Educativo del
Reino de España, marca registrada desde la LOGSE, original e innovadora, paridera
de líderes. El sinfín de "progresa adecuadamente", las becas
indiscriminadas a todo lo que se mueva, la proliferación de licenciados -el
doble que nuestros vecinos a pesar de la desigualdad de población-, la laxitud de
los temarios, los largos cafés en la sala de profesores... Todo ha contribuido
en este milagro educacional. Lejos han quedado las reprimendas, los suspensos,
los deberes para realizar en casa, los cuadernos de verano, el repetir curso o la carrera desechada, las calificaciones negativas y la autoridad, ese delito cruel que tanto daño causa en el córtex cerebral de los chavales, con las fatales consecuencias que esto podría ocasionar a quienes,
Monos
garantizan el futuro de la Nación.
1 comentario:
Qué verguenza en un adulto y qué bochorno para el país en una CONSEJERA, y además para más cachondeo, de cultura.
Cuando un país ostenta cargos públicos iletrados es que algo muy gordo ha sucedido. No es admisible en un país africano, pero en uno europeo es como echarlo de inmediato de la UE.
Publicar un comentario