Hoy hablaremos de los patriotas de hojalata...
... pero según la acepción de quien esto escribe, no aquella
que popularizó el Felón de José Luis Rodríguez Zapatero, más innombrable que
Lord Voldemort, portador de la Negra Parca, bastardo de la Gran Perra, también
conocida, entre los lupanares de los bajos fondos, como Viuda Negra de grado 33
y dos cuartos. El Felón, como recordaréis... y muchos más, que la rata hizo
escuela... empuñaba la expresión para referirse a todos aquellos que se
ufanaban criticando su gestión modélica tan solo porque así lo indicaba la realidad desprovista del velo de los 100 años de honradez del socialismo patrio,
ajenos a las realidades económicas, sociales y antiterroristas que su partido,
la PSOE, había instaurado en el país como bien cantaban las TV's del régimen, con la nueva a la cabeza: la Champions League, el adelantar a
Francia, Alemania y los Vulcanianos por la izquierda, y toda la mamandurria de
la tierra es del viento, las miembras flamencas y el no mentar a la
"crisis" porque no es eso, no... sólo una desaceleración momentánea,
¿verdad, Solbes?
Cosas por el estilo, las que nos dejó el Felón.
Sus palabras, más falsas que los euros de madera que pronto
circularán de monedero en monedero, encierran, para ser justos, cierta verdad:
los "patriotas de hojalata", por aquellos días en la oposición, han
demostrado, una vez llegado al Gobierno del Reino de España, ser unos auténticos
"patriotas", pero no de "hojalata", que eso sería injusto
viendo el precio al que va la materia prima en el mercado rumano del cobre. A
pesar de la subida de precios, la hojalata no está a precio de caviar beluga, y
esta camada, si no es a base de huevas de esturión, dice que no se sienta a la
mesa. ¿Hojalata? Quita, quita... ¡Ni que fuéramos lumpen!
Noooo. Ellos no son parias, sino élite, cien escalones por
encima de los tontos que votamos y votamos y volvemos a votar. Solo de vez en
cuando, si la comida ha sido copiosa y el caldo bien destilado, se dignarán bajando al nivel del común de los españolitos, simpáticos, dispuestos a contar algún
chiste grosero siguiendo el estilo del tan muñido "Gibraltar español", el éxito
de hace un par de años "Mira, Mariano, otro desfile coñazo" o la
inauguración de alguna estatua de esos héroes que el vulgo se empeña en sacar
del baúl de los recuerdos donde los encerraron los miserables que, al ver
reflejadas sus carencias en ellos, han decidido hacer borrón con la Historia de
España. Celebraciones, el "por qué no te callas", el buen
nombre de España que dicen pasear por los cuatro puntos cardinales de la Vía Lechosa...
Basura. Meros gestos a la galería, poco más. Rescoldos de un estigma que debe
ser amputado por el bien del centro político popular... amén, y ¡viva el vino,
que la Economía lo es todo y hay que mirar adelante!
Nicolás Maduro, el conductor de autobuses que le hablaba a
los pajaritos, jefe en plaza del Socialismo (y Muerte) del s.XXI que refundó el
Gorila Rojo venezolano, ha vuelto a escupir en el idioma de Cervantes lo mala
que es España, lo sulfúrica que es su Historia, fascista, fascista, fascista...
y ojito con él, que se enfada y nos monta un festival de expropiaciones que ríase
usted de las nacionalizaciones del Padrecito de los Pueblos. Maduro -érase un chándal pegado a un hombre- paseando
avenida de Miraflores abajo, una mañana veraniega, luminosa, las aceras limpias
después de que la Brigada Político-Policial haya pasado no bien amaneció escoba
en mano, los loros cantan achaparrados en las palmeras... y Maduro -érase un chándal
superlativo- con su dedo acusador... ¡Exprópiese la Telefónica! ¡Exprópiese la Endesa! ¡Y la
Repsol! ¡Y los bancos... exprópiense los bancos, muchachos!
A izquierda y derecha, según avanzan los números de la
avenida, las empresas españolas son zarandeadas y los intereses de éstas en Hispanoamérica,
sisados como una cartera en el metro de la Ciudad Condal. Como naciones
hermanadas, el negocio de España en las tierras de Venezuela son muchos y muy
variados. Cualquier injerencia, la más mínima duda acerca de la seguridad jurídica
de las inversiones, la voluntad del hombre y su chándal, bastarían para dar al
traste el flujo de parné, provocando pérdidas más que cuantiosas a ambos lados
del gran charco Atlántico, y Maduro, como buen filibustero, se conoce al
dedillo las trampas del solitario, explotándolas con magistral demagogia y
bravuconería, sabedor que el Gobierno del Reino de España del Partido Popular
de mariano Rajoy Brey, el Iluminado
auténtica pandilla de "patriotas de caviar beluga"
no dirá esta boca es mía, a lo sumo una llamada a consultas
al embajador, un café descafeinado de sobre y un vuelo de regreso a Caracas con
una fotografía firmada de Chicharito para el hombre del chándal. Romper la
cuerda, forzar la situación, responder a las amenazas con un poco de vergüenza
torera, el puñetazo en la mesa, el guante blanco arrojado a la cara, nada de
esto va con el Iluminado y su escuadrón de la muerte, siempre dispuesto a poner
la otra mejilla, el brazo, el hombro y, los días señalados, el culo.
¿No creerán ustedes que ese puesto en el Consejo de
Administración se obtiene anteponiendo, al interés de la "empresa",
el bien de la Nación, verdad?
4 comentarios:
Así es : no se les va de la boca la palabra "patria" y demás palabros de periodistas decimonónicos, pero son más cobardes y vendidos que los banderilleros de pueblo de 500 habitantes en donde se torea una res.
Qué añoranza de aquel hombre gabacho que mandó a hacer puñetas al Presidente de Usa, a la Otan, a los rusos de Kruschov, a los palestinos, a los comunistas franceses y sus sindicatos todopoderosos, etc. etc. porque ofendian a La France.
Aquel señor se llamaba CHARLES DE GAULLE.
Ahora todos van de patriotas,hasta pablito Iglesia de Podemos,dice que la bandera constitucional tiene que ser ondeada en cualquier acto de su partido.Estos estan girando al centro a 100 por hora,jejeje,saludos,
Eran otros tiempos, don Javier. De Gaulle debió ver los nubarrones que traían los nuevos vientos tras la IIWW. Hoy en día los nubarrones son alentados, incluso deseados, mientras mienten al populacho haciéndose pasar por defensores de no se sabe bien qué derechos.
Lo peor, pero, es que cada vez son menos quienes recuerdan personajes como el militar francés.
Un saludo. Que tenga un buen 2 de Mayo.
Las palabras se las lleva el viento, Agustín, y más en España, donde la memoria no nos alcanza más allá del almuerzo. Podemos sabe muy bien cómo funciona el cortejo de la propaganda.
Un abrazo, y que tengas un buen 2 de Mayo, neozelandés.
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