Polvo son, y en polvo...

Dicen que el primer bípedo y  la primera mujer, conocidos como Adán y Eva (apellidados "cromosomal" y "mitocondrial" en el registro civil de la ciencia) vinieron a caer alrededor de los ríos Tigris y Éufrates, allá por las tierras de Oriente. La tradición cuenta que los valles que rodeaban los ríos fueron el escenario conocido, según la Biblia, como el paraíso en la Tierra, el jardín del Edén, el otro mundo que fue posible hasta que el propio hombre tomó conciencia de si mismo.

Correteando por la ribera de los dos frescos ríos, los enamorados iniciáticos se saciaron, y chapotearon, y jugaron a tirarse agua a los cuerpos, alegres, riendo como si no hubiera un mañana ni maldita falta que hiciera. Pecadores, fueron arriados del Paraíso tras certera patada en las posaderas, vagando por las tierras colindantes, áridas y duras, procreando como conejos y haciendo que el "embolado" fuera creciendo cual bola de nieve. Varios miles de años después, nosotros, humanos venidos a menos... Monos descendientes del Hombre... disfrutamos del lodo que trajeron aquellas lluvias tormentosas. La riada, cargada de inmundicia y corruptelas varias, no ha dejado de fluir desde aquel sexto día en el que el Big Bang hizo acto de presencia.

Podremos discutir más o menos si el Paraíso caía en el número 7 de la calle de Rosario o cerca de la panadería de Mudí, en Uruk, pero casi todos nosotros coincidiremos al decir que allí, en aquellas tierras de Oriente, nació el hombre de nuestro tiempo. Las primeras muestras de éxito y de fracaso, los primeros fuegos artificiales, las primeras mariposas en el estómago. La Civilización, en una palabra. Todo lo que merece la pena, y todo lo que insufla odio. La vida y la muerte, de la mano, bajaban jugando como dos niños que corretean siguiendo el caudal del río.

El Alpha...

y la Omega,

porque estos últimos días estamos asistiendo a otro aquelarre protagonizado por los moro-mierda del IS, ese ejército avanzado islamista que tiene aterrorizada la zona (y medio Planeta Azul) de tanto segar cuellos y violar niñas, amén de los homosexuales que vuelan sin alas o las mujeres que son lapidadas por sonreírle al carnicero que trocea corderos mirando a La Meca. Todo es susceptible de acarrear la decapitación... y, ¡ah, amigo!, si eres infiel, un no adorador de la Bestia del Turbante, date por achicharrado dentro de una jaula, crepitando tus huesos como harían los de una bruja ajusticiada durante la oscura Edad Media europea de Ingmar Bergman.

Decía que, sumadas a todos los episodios de crudeza humana que venimos sufriendo gracias a los aliados de las civilizaciones, debemos añadir la destrucción de los monumentos históricos de las ciudades antiguas que se asentaban en la zona del Tigris y el Éufrates. Los museos, las ruinas arqueológicas de las ciudades de Nirmud o Mosul, las esculturas del mausoleo de Ibn al Azir, la ciudad fortificada de Hatra, vestigios de escrituras cuneiformes... huellas dactilares, todas, de un pasado real, vivo, pujante, glorioso... superviviente por más de mil años que, empujado por la fuerza bruta del Bulldozer en alquiler, ha finado en derribo y ruina, llenando el arenoso suelo de cascotes y vergüenza.

La Gran Camada de ratas conocida como ONU (y filiales... UNICEF, UNESCO, y demás... no menos ponzoñosas que la Bestia que las engendró) han puesto el grito en el cielo reclamando que "alguien pare tanta atrocidad y atropello", este ultraje al patrimonio cultural de la humanidad que fue hallado por los más reconocidos exploradores y científicos occidentales (sin obviar el saqueo en beneficio de los museos de la Metrópoli), quienes vivieron largas temporadas desenterrando guijarros y pasando pincelitos entre los pliegues de los muros de roca caliza del Templo de Eanna con la intención de dar a conocer a los hombres las maravillas de la Antigüedad. "¡Hagan algo!", exige la comunidad internacional... (un paréntesis: en España, si la cera de mis oídos no ha llegado a su punto máximo, poco se oye sobre el tema ya que nuestros "defensores de la Kultura" están más empeñados en el tema IVA y el subtema "aquí te pongo el cazo, a ver qué cae", que en defender la verdadera Cultura, con "C" de compromiso y civilización, y no con "K" de "kapitulación", que es lo que embriaga a muchos de los paladines del progreso español justo en el momento exacto en el que hay que atacar la horda de muerte que es el Islam y la perra que los engendró, o cualquier otro sujeto que pretenda la aniquilación de la Cultura Occidental)... y este grito silencioso será lo único que harán, suficiente para justificar su abultado sueldo ante los ojos de los habitantes de este rebaño de cabras llamado Mundo. No esperen otra cosa. Lidiar con la obesidad mórbida que provoca tanto comer caviar, beber champán francés y desvirgar jovencitas traídas por algún proxeneta del Banco Central de turno, supone una interminable jornada laboral para los encorbatados del edificio de NewYork. No dan para más.

Es de esta guisa como pasan los años y, con ellos, las atrocidades, quedando en nosotros una profunda sensación de infinita tristeza. Sean los Budas de Bamiyán o los tesoros que descansaban en las riberas del Tigris y el Éufrates, el legado del Hombre es borrado por los enemigos de la Historia, sabedores que ella, la Historia, es una fiel sirviente de la Verdad, un testigo del pecado original del ser humano... su maldad intrínseca... y la destrucción de la misma, el olvido del pasado en la larga noche de los tiempos, la última bala con la que la barbarie pretende degollar, con daga jambía, a los expulsados del Paraíso... nosotros... Civilización de hombres libres.