Tenía pensado escribir otra cosa... posiblemente una locura
transitoria sobre la eterna infancia en la que transcurre la moderna existencia española, siempre dispuesta al
pataleo y la queja desde un tiempo a esta parte. Quería utilizar alguna metáfora,
una parábola, un chiste burdo y viejo... no sé bien cómo, o qué, o dónde...
pero eso poca importancia tiene. La mayoría de las veces empezamos y, llegado el fin,
olvidé qué pretendía decir de inicio.
Tenía pensado narrar alguna historia de esas que asaltan a
Pablo el "Negro", o a Laura, la bella adolescente a la que dejamos atrás mientras
intentaba abandonar el vicio del tabaco a base de parches y caramelos, pero como decíamos
ayer, las cosas han cambiado un poco, un mucho, al reflexionar acerca de qué
fecha es hoy. Día señalado. Notificación en el celular en forma de burbujita
verde. ¿No os ha dicho nada vuestro profesor de Historia? ¿Tampoco lo habéis leído
en la prensa escrita? ¿Digital? ¿Algún gurú de los putrefactos medios de
intoxicación?
Lo imaginaba... y por eso, justo por eso, trastocamos los
planes para dedicar cuatro letras... dedicarle unas palabras... a ella... a la rojigualda,
ya que tal día como este 28 de Mayo, dicha enseña fue promulgada como Pabellón
Nacional por Carlos III. Fue mediante Real Decreto fechado en 1785. 229 años de
nada. Un suspiro de Dios. Reconozco que es una cifra fea, para nada redonda o
merecedora de elogios y fiestas donde la banda Real toque marchas castrenses ante
un palco presidido por la otra "banda Real", pero... pero la pobre
está tan ultrajada, tan pisoteada, tan sucia en multitud de palacios oficiales y demás casas de alterne de donde cuelga ahorcada en los balcones, que,
siendo este su día, a ella van dedicadas estas palabras.
Y es que no son buenos tiempos para la rojigualda. Ahora, en
el país del fútbol de nunca acabar, es posible que asistamos a un resurgir de
nuestra bandera, colonizando terrazas y alguna ventanilla entreabierta del taxi
de la plaza, pero en general, a la rojigualda, no se la quiere como es debido.
La camarilla que de ella vive la aparta de la foto, como si
de su aliento supurara la sarna, escondiéndola tras las cortinas igual que hace
el hijastro desagradecido con el retrato del aristócrata muerto al que debe su
buen nombre.
En algunos barrios, pasear con ella es sinónimo de mueca,
improperio y, según sople el viento, agresión física o psíquica. Las hordas
siempre prestas a soltar la dentellada aguardan, expectantes, al acecho,
entregadas a su tarea de acoso y derribo contra la portadora de enfermedades y
laicas calamidades, en una actitud... ¿cómo lo dijimos antes? ¿Infantiloide?
¿Analfaburra? Es posible, Monos, pero, ¿no es este el país de lo Sanchos y los
Quijotes?
Nosotros, hombres, vemos gigantes donde sólo ondea un pedazo
de tela... o vemos un retal ondeando al viento como haría una perfumada colada
que se seca durante un mediodía ventoso. Algunos le achacamos los males que nos
atenazan, otros rezamos pidiéndole más... más... más... no nos dejes
desamparados, rojigualda... no nos cercenes las alas... cambia, España, muéstranos tu mejor cara, España... respira, respira, respira... ¡Lázaro, levántate y anda!... y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.
Aquí, desde El Ejército de los 12 Monos, no estamos
por la labor de pedirle nada. Menos reprocharte ninguna de nuestras bajezas ya que tú, culpa, no tienes ninguna... así que, como buenos hijos, aprovechamos que
todavía podemos volar libres... mañana, posiblemente, debamos abandonar la senda de doradas baldosas para, prietos los dientes y el ánimo, deambular por tus márgenes, rojos de pasión y sangre... y, con este bizcocho casero que tenéis ante los
ojos... negro sobre blanco, mezcla de chocolates... te deseamos un feliz aniversario.
Enhorabuena, guapa.
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Mi fuerza fue el sentimiento patriótico. Mi ideal, aumentar el caudal de ideas españolas circulantes por el mundo, granjeando respeto y simpatía para nuestra ciencia. No soy en realidad un sabio, sino un español. Santiago Ramón y Cajal
12 comentarios:
Muy buen artículo, Don Herep.
Tengo la convicción de que los españoles somos los únicos europeos que ignoran que la rojigualda no la inventó Franquito.
Los daneses, noruegos, británicos, franceses, islandeses, suecos, etc. todos saben de dónde proviene su enseña nacional representativa del pueblo en que viven.
Menos una masa enorme de españoles que creen que es invento del Invicto. Y por tanto, FACHA.
El Miserable Que FRACCIONÓ ESPAÑA, TAMBIÉN "PROHIBIÓ QUE LA BANDERA SE VIERA ^POR LAS CALLES Y PLAZAS, PARA NO SER USADA "CON FINES POLÍTICOS ANTIDEMOCRÁTICOS"
NISIQUIERA LA "DE SIEMPRE" QUE LLEVABA EL ÁGUILA DE SAN JUAN, HASTA EN EL PRIMER EJEMPLAR DE LA NICOLASITA, ERA UN INVENTO DE FRANCO. PORQUE TAL ERA EL EMBLEMA DE LOS REYES CATÓLICOS...
Y Es Que Querido HEREP, Las BANDERAS SON ALGO MÁS QUE TRAPOS DE COLORES. SON SÍMBOLOS DE CUANTO UN HOMBRE PUEDE AMAR Y DEFENDER HASTA LA MUERTE,-SI ES PRECISO-. LA TIERRA DONDE NACIÓ, Y SU SENTIDO DE VIDA Y DE TRASCENDENCIA, FRENTE A ENEMIGOS PROPIOS O EXTRAÑOS.
Brindo Contigo Por El ANIVERSARIO DE NUESTRA BANDERA, NACIDA AL CALOR DE LOS COMBATES MARINOS, DONDE LA SIMILITUD DE COLORES CON LOS MALDITOS INGLESES Y OTROS BIGARDOS, OBLIGÓ A CREALA MEDIANTE CONCURSO NACIONAL.
POR ESPAÑA Y SU BANDERA.
Y A QUIEN NO LE GUSTE ¡¡FUERA!!
Un Abrazo GENIO.
¡ÁNIMO!
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Una vez mas,oreja y rabo,y vuelta al ruedo.Me tienes que dar la pocima,de como escribir estos magnificos post,un abrazo,
España no tiene solucion
Desde hace casi 40 años los politicos han pretendido y conseguido, destruir el sentimiento patrio de los españoles, han despreciado sus valores ancestrales, sus sombolos y su historia, en este momento no hay españoles, hay cantabros, andaluces, manchegos, gallegos etc etc.
Nada de lo que sucede es casual, esta planificado.
La bandera española ha ido desapareciendo de todos los ámbitos, hasta de los estancos, y ahí lucía porque el tabaco era, y sigue siendo, un monopolio del Estado. Pero claro, una cosa es el Estado, que aquí tenemos para dar y vender, y otra la Nación, que pasó a la Historia tiempo ha.
¡¡Y ojo!! que ahora tenemos ya un perroflauta castrista avanzando peligrosamente.
¡Qué razón tienes, Javier! En España nadie sabe de dónde viene la bandera, ni falta que les hace.
Además, esas cosas ya no se enseñan en la escuela. Se han perdido en los cajones, dejando paso a cosas más serias.
Han triunfado aquellos que, desde siempre, han proclamado el "¿Para qué? ¿Eso, para qué me va a servir?"... y sí, ahora tenemos buenos electricistas y una cohorte de abogados con máster sirviendo hamburguesas en el McDonald's.
Y, como oses decirlo, ya sabe usted... "¡facha, facha y mil veces facha".
A algunos les molesta la bandera, Old, sea con corona, águila, o escudo republicano siempre que esta sea la rojigualda.
En cambio están encantados con la otra, tricolor, a la que ven como portadora de los más jugosos manjares, olvidando qué fue lo que acarreó esa bandera.
Olvidando, o escondiendo... pues los enemigos del país siguen ahí, al acecho, y parece que vienen envalentonados.
Como no podía ser de otra forma, ahí va mi brindis conmemorativo.
Un abrazo, maestro, y ¡Riau!¡Riau!
¡¡Eso es que usted me mira con buenos ojos, Agustín!!
Un abrazo.
También lo creo, Geppetto, pero lo que no han hecho los siglos, con sus genios de antaño, no creo que lo consigan cuatro mequetrefes venidos a más. En un mundo como el de hace un siglo, podrían haberse salido con la suya, pero hoy... lo tendrán difícil.
De todas maneras, los españoles tenemos lo que nos merecemos.
Un abrazo.
El Estado nos sale por las orejas, pero parece que todavía no han quedado saciados, los pobres corderos. Y lo de hacer desaparecer la bandera... no me tiente, no, que recuerdo la firma del nuevo entrenador del RCDE y se me llevan los demonios.
Eramos pocos, ramrock, y parió la abuela... no, mejor dicho, sonó la (perro)flauta.
Un saludo.
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