El
dolor va mitigando, poco a poco, dejando que mis párpados, entumecidos, vayan
abriéndose paso a paso. No recuerdo cuánto tiempo llevo inconsciente… un día,
unas horas, varios minutos… pero sí la soberbia paliza que me llevé antes,
cuando el pestañear no me suponía una tortura, encerrado en ese cuartucho sin
ventanas… sin nada… sólo con aquellos cuatro tipejos que me zarandeaban de
inicio y me amorataban a ostias, después.
Aparecí
allí como quien se despierta de un sueño. El mío estaba ambientado en alguna
discoteca de la playa, de cuyo nombre no quiero acordarme, en la que bebía y
bailaba junto a mis amigos… como cada sábado noche… al son de la música, las
conversaciones y las aventuras miserables que una noche veraniega puede
ofrecer. Pedí una copa, se me acercó una linda moza, me tiró el cubalibre sobre
la camiseta nueva… bajé al WC… y ahí perdí el mundo de vista hasta que desperté
en el cuartucho de marras en el que pasé a convertirme en un saco de
entrenamiento pugilístico.
Pero…
ahora… no, ahora no. Al ritmo pausado con el que se van abriendo mis ojos,
contemplo que no me encuentro en la misma sala de antes. O eso creo, pues la
estancia está a oscuras. Tan sólo una única luz. Un flexo, antiguo, metálico,
de esos que acostumbras a ver en las oficinas de las películas americanas en
blanco y negro. Pero… ¡espera!... mi pupila se dilata y descubre algo más… un
puntito minúsculo… ¡dos!... y cada poco adquieren unos instantes de intensidad…
-
Hombre, parece que ya se ha despertado el “bello durmiente”.
Son dos
cigarros al rojo. Dos cigarros, dos personas. De golpe alguien gira el foco y
me lo dirige directamente al rostro. Mis ojos aúllan de dolor. Empiezo a sudar.
¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?
-
Tranquilo. No estés nervioso. Te preguntarás dónde te encuentras, ¿verdad?
Josema… apártale la luz del rostro, hombre. Ten un poco de consideración hacia
nuestro invitado.
-
¡Siempre con las mismas gilipolleces, Mariano! Toma, chaval… toma un poco de
agua…
Apartan
la luz de mi cara enfocando, de nuevo, hacia el escritorio y la estancia volvió
a su oscuridad anterior. Apenas se veía nada que no fuera una mesa metálica, un
papel en blanco y lo que parecía un lápiz. Caigo en la cuenta de que estoy
sentado… con las manos atadas a la espalda. Juraría que estoy esposado.
Contemplo el vaso de agua, inalcanzable… aunque por nada del mundo habría
bebido de él.
-
Huyyy… pobrecito… ¿no puedes cogerlo? ¡Qué pena! –dice una voz sin rostro
segundos antes de que un bofetón inesperado impacte contra mi sien derecha.
-
¡Josema, coño! ¡Estate quieto, joder! Veras, chaval… Josema es muy impulsivo,
¿sabes? Tiene… ¿cómo lo diría? Tiene un pronto muy malo… irascible… Se le
calienta la mano y hace las cosas sin pensar, a boleo, sin atender a las
consecuencias… pero tú tranquilo. Colabora y asunto arreglado, ¿ok?
¿Colaborar?
No entiendo nada. ¿Qué hora es? ¿Qué día es hoy? ¿Y mis colegas? ¿Y la chica
esa de la barra? Bajé al baño para quitarme el pestazo a lima de la camiseta…
y… ¿pero qué coño pasó? ¿Quién son estos dos desgraciados que me tienen aquí
prisionero?
- Estos
mierdas no colaboran, Mariano, que no te enteras. Están corrompidos, hombre.
Son casos perdidos. Sujetos a eliminar. Material de desecho. Tienen las ideas
grabadas a fuego en la mollera, y de ahí no los sacas. Ideales, valores, moral…
¡su puta madre! Te metía una que flipabas, chaval… así, con la mano abierta,
¡zas!...
- Ves,
chico… Josema es violento, vengativo, traidor… Él no cree que puedas cambiar,
pero yo sí. ¿Podrás cambiar, verdad? ¿No me fallarás, a que no? Yo soy más de
mirar el lado positivo… el vaso medio lleno… la bondad intrínseca de las
personas. Todo es relativo, chico. Hoy estamos aquí, mañana no. Hoy comemos
caliente, mañana helados témpanos de hielo. Hoy es blanco, mañana negro…
No
entiendo nada, pero esto no me gusta. Intento zafarme de las esposas con
nefasto resultado. Están fuertemente aferradas a mis muñecas que, por la
sensación de ardor que experimento, empiezan a sangrar debido a la torsión.
… y lo
que ayer predicábamos, hoy no son más que palabras que se lleva el viento. A mí
me gusta más así… en su vertiente poética… pero Josema, ¡ay, Josema! Él es más
rudo. Yo callo, asiento pausadamente, empleo buenas palabras… o, simple y
llanamente, no hago nada… impasible el ademán… esperando que la tormenta pase.
Mejor dicho, que el hastío resulte victorioso y el ciudadano de a pie desista…
se deje llevar por los nuevos tiempos…
-
¡Buena maricona estás tú hecha, Mariano! ¡Maldigo el día en el que te dejé al
frente del cotarro! Impasible el ademán, dice… ¡Menuda soplapollez! Ahí, tras
el plasma, esperando que la masa mute por obra y gracia del aburrimiento más
mísero. Naaa… ¡eso no va conmigo, chico! Yo soy más de acción. Más de meter el
cañón de la “pipa” en la boca. ¿Quieres verlo? ¿Lo probamos, eh?
La mesa-escritorio
se viene hacia mí, arrastrada por un el ímpetu de un ser invisible en la
oscuridad. Un ser irreal, pero sus amenazas son bien reales. Mis oídos las
captan y la luz, la única luz que gobierna lo que se me antoja mi tumba,
desvela el contorno de una 9mm depositada junto a su haz por una mano
debidamente enguantada de negro látex.
De
esta no salgo.
-
¡Déjate de tanta “pipa” y tanto niño muerto! Fantasma… Mucho lirili y
muy poco lerele, Josema, que nos conocemos. Sabes, chaval… mira, me caes bien
así que te voy a confesar un secreto: Josema es un bocazas…
- ¡Pero
cómo te atreves a…!- ¡Que sí, que sí! Lo que tu digas… cálmate, hombre, ¡ni que fuese la primera vez que te lo dicen! Atiende, chico, atiende… Josema va de duro, dando lecciones de “hay que hacer esto, hay que hacer lo otro”, pero luego, nada de nada. Habla de plantar cara a los colegas independentistas pero, ¿quién pactó con ellos en el Majestic? ¿Quién finiquitó, de un plumazo, la “mili”? No, no… no me mires con esa cara, Josema. Sabes que es verdad. ¿Y eso de “liberal”? ¿A son de qué? Recuerda cuando iba por ahí hablando de “liberalizar”, ¿a que sí, chaval? Pues fue él quien montó el tinglado de las renovables y sus subvenciones… ¿y la “moratoria nuclear”? Ahí siguió. Aunque sí que liberalizaste algo, sí, pero fue para pillar el dinero y saldar balances. Y, ¿quién se bajó los pantalones con la Reforma Laboral? Este de aquí, chico, mucho hablar de reformas educativas pero, ¿hizo él alguna? ¿Y la Justicia?... No… Nada, chaval… Pero él es el bueno, y yo soy el malo, ¿sabes? No, nada de eso. Sé muy bien lo que me hago… esperando… esperando como la araña que aguarda a su presa, tendida en su tela…
-
¡Serás cabrón! Conoces muy bien cuál es mi papel en todo esto, Mariano. El más
duro. El más desagradecido de cara a la galería. Ese, para mí, mientras
vosotros os escabullís de la primera página de los diarios. Y todo por el
Sistema… para salvaguardarlo… Para mí las palabras vacías, los actos huecos, el
pensamiento amorfo… ¡El “malo”, me llaman! ¡A mí, que soy quien previene
los errores! ¡Yo, que engraso la máquina, que os pongo los defectos ante los
ojos!... ¿Qué tienes ante ti, Mariano? ¿Quién es este tío, sino fruto de mi
labor maldita? ¿Cómo sabrías de su pensamiento? Sí, chaval, sí… no pongas esa
cara… ¿la chica aquella de la discoteca? Nada. Un señuelo para apartarte un
poco de tus amigos. Mi tela de araña, ¿sabes? Porque yo soy el que arenga… yo
soy el que inflama el corazón de aquellos que siguen creyendo en la alternativa…
yo soy quien arranca las caretas de los descontentos… y, luego, una vez desprovistos
de su máscara… bueno, puedes observarlo tú mismo. Mira a tu alrededor, chaval.
Nada, ¿no? Pues eso. Una vez descubiertos aquellos que siguen tragándose nuestras
patochadas, nada… detenidos… interrogados… y se acabó lo que se daba.
No.
De esta
no salgo.
6 comentarios:
La verdad no se por donde cojer el articulo,Se supone que hablamos de Aznar y Rajoy,un abrazo y perdon por mi leve impertinencia,
EXCELENTE ENTRADA, HERMANO HEREP. Se TE OlVida Sin Embargo El Otro POLI...
El ZARRAPASTROSO QUE PERMANECE DETRÁS DEL FALSO ESPEJO, RIÉNDOSE, DE TODO Y TODOS...
¡Y ESto No Ha Hecho Más Que Empezar!
¡Y Que Pardillos SOMOS A VECES, Querido HEREP!
¡Venga A DECIR "COSAS INCORRECTAS", EN BLOGS, FACEBOOCKS O TWITTERS Y A QUEDAR CON EL CULO AL AIRE!
Así, Seguro Que Un Día, TEndremos UNA MALA EXPERIENCIA...
Bien En Forma De "AVIONCITOS DE AEROMODELIMO EXPLOSIVO", O De "ATRACOS VIOLENTOS A LAS CASAS, CON RESULTADO DE MUERTE", O "ALGUNA COSILLA SIMILAR", SIN OLVIDARNOS DE LAS LEYES MORDAZA TAN DEMOCRÁTICAS....
¡Un Abrazo GENIO!
Un Brindis POrque A Cada CUAL LE "DEN LO SUYO".
Y
¡¡RIAU RIAU!!
La realidad es que entre uno y otro, siempre sale algo nuevo y ademas podemos analizar la verdad, esa verdad que siempre se esconde `por las cloacas del estado. Al final, la pescadilla que se muerde la cola.
Un saludo.
Agustín, tranquilo... a veces escribo dando por supuesto que el lector está dentro de mi cabeza, entendiendo aquello que yo imagino.
Sí... son Aznar y Rajoy en un episodio típico de "poli bueno-poli malo".
Teatro, Agustín. Podemos resumirlo todo en eso... "puro teatro".
Un abrazo allende los mares!!
Se me pasó esta vez, Old, ese policía que, desde detrás del cristal, controla que todo se amolde a la estudiada "hoja de ruta".
Lo de las cosas incorrectas... pues lo mismo de siempre, Old. Muchos se santiguan y huyen de las opiniones pensando que así estarán a salvo, pero no: la mayoría del pescado está ya vendido y esos... los policías buenos-malos-tras el espejo, conocen bien de qué pie cojea cada cual.
Así que, puestos a ser cazados, mejor hacerlo con alegría y determinación, previo brindis por la Justicia y la Limpieza en Seco.
Un abrazo, y ¡Riau!¡Riau!
Esas "cloacas del Estado" esconden muchas cosas, Doramas, y bien creo que si una parte de ello se supiera, el Régimen del 78 tendría las horas contadas.
Pero aunque parezca que nos van soltando píldoras, bien se cuidarán ellos de salvaguardarlo y protegerlo contra viento y marea.
Un abrazo.
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