Hace años… pronto se cumplirán 117… este país nuestro parió
una de esas figuras que, por uno u otro motivo, han pasado a formar parte de la
historiografía de nuestra nación. Con ella, la tinta que relata nuestro camino
por los avatares de los Tiempos, se tornó negrita… doble subrayado…
reflejándose un halo, un aura misteriosa y épica que embadurna su vida de un
cierto aire mitológico.
La señora, porque tal deidad
siempre fue señora, nació allá por finales de 1895, en Vizcaya. Hija de
familia humilde con fuerte arraigo a la industria minera, fue educada en base a
un estricto pensamiento tradicionalista de influencia carlista, amén de
inculcársele un fuerte espíritu religioso que a punto estuvo de hacerla
ingresar en un convento. Tras desistir de su religiosa vocación, inició
estudios de magisterio, los abandonó a las primeras de cambio por motivos
económicos. Como bien diría en una ocasión, su “economía” no le permitía más futuro que el “vivir como sirvienta o convertirse en esposa de minero, como indica la
tradición familiar”.
Dicha tradición tomó forma en 1916, cuando nuestra tigresa
se caso, de riguroso blanco, con su negro minero del carbón. Éste, líder
socialista de la mina, introdujo a su esposa en lo que, a partir de ese
momento, pasaría a convertirse en motivación vital. Gracias a él, la señora
bebió de las fuentes marxistas… se impregnó de las teorías del capital, la
plusvalía y los métodos de producción… erigiéndose como paladín de la “lucha de clases” y la “liberación proletaria”.
Se iniciaba así la gran pasión
de nuestra señora.
Se iniciaba así la etapa de reivindicaciones y lucha. Las
huelgas revolucionarias, los artículos contra la burguesía y la Iglesia… La
señora, como en toda buena pasión, renegó de sus antiguos dioses y encumbró a
los altares a los nuevos… los suyos… su Zeus mortal con frondoso mostacho
georgiano. Beata fiel, participó en la escisión comunista del PSOE y la posterior
creación del Partico Comunista de España (PCE), alrededor del inicio de la
segunda década del siglo XX, formando parte de la primera línea de fuego.
De ahí en adelante, todo fue un camino de rosas para nuestra heroína del carbón. Soplaban vientos revolucionarios, en España… vientos que arreciaban monstruosas olas… pero ella era buena… había soñado muchas noches con ellas, y estaba preparada para surfearlas… erguida en la cresta, firme el ademán, dispuesta a guiar tal masa hacia el establo de Augías y limpiarlo de la mugre capitalista.
De ahí en adelante, todo fue un camino de rosas para nuestra heroína del carbón. Soplaban vientos revolucionarios, en España… vientos que arreciaban monstruosas olas… pero ella era buena… había soñado muchas noches con ellas, y estaba preparada para surfearlas… erguida en la cresta, firme el ademán, dispuesta a guiar tal masa hacia el establo de Augías y limpiarlo de la mugre capitalista.
Los años 30, con su II República, su Revolución de Asturias…
las demagógicas matanzas y represiones, su alarmante llamada a defender la
República y la Democracia de los fascismos europeos… las algaradas, los “Vivas a Rusia”, las manipulaciones… el
complejo innato de la derecha política española… la III Internacional, con sus
influencias externas y sus Frentes Nacionales… la sangre caliente española… Los
artículos y discursos de nuestra dama se empaparon del clima enrarecido aunque,
como el huevo a la gallina, también podría ser que fueran las palabras la mecha
que prendió las calles… y las palabras fueron seguidas de hechos, pasando
nuestra protagonista de esposa minera a líder política de masas… de pisar
prisión, a tener butaca fija en Cortes… de futurible monja de clausura, a ser
líder revolucionaria en el país en el que antaño no se ponía el Sol…
… todo mezclado en potente batidora, dio como resultado la
creación del coctel La Pasionaria, combinado
líder en la noche progresista española.
Con la Guerra Civil y la posterior pérdida del bando
popular, nuestra diva del comunismo se exilia a la madre patria… la URSS… donde
actúa como Secretaria General del PCE, siempre al amparo de las faldas
estalinianas hasta que, con la Transición española, vuelve a nuestro país para
ser elegida, de nuevo, diputada por Asturias… como antaño… aunque, anciana y
desgastada por tanta pasión comunista, su papel sería más bien decorativo.
Un terrorífico adorno en forma de recuerdo que padecimos
hasta 1989 tornado en momia parlamentaria… y que sufrimos todavía hoy gracias a
los cientos de bustos, monumentos y propaganda folletinesca que nos anega… nos
ahoga… nos entierra bajo aquella ola gigantesca de antaño. Sus frases, sus
citas… sus encendidas defensas y helados ataques… su irrisorio “No pasarán”… recordados día a día…
ensalzados como verdades absolutas, baldosas amarillas de Oz… “el camino, la Revolución, la Libertad”.
Se olvidan explicar cuál era la Libertad de Stalin. O
quieren olvidarse, que viene a ser lo mismo.
Pero la Verdad es una, y está ahí. Dispuesta para todo aquel
que quiera alargar el brazo y agarrarla.
Hoy, casi 117 años después, la maldición que sufre España
parece haber despertado el espíritu de nuestra Pasionaria, que en acto reflejo,
se apoderó de otra española de armas tomar. Posesión física y psíquica…
posesión infernal… caracterizada por el riguroso luto, la pena y el sufrimiento
arraigados con fuerza en el corazón, el pelo en un descuidado enredo… y voz
quebradiza por la emoción, pero firme. Firme en las predicas, en las consignas
y en el idéntico discurso.
Musa del proletariado y la eterna clase explotada, la
Pasionaria del siglo XXI español también bebe de las caducas fuentes
marxistóides, aunque ella no es ducha en teoría filosófica, más bien doctorada
en acción pública. Sus discursos, mucho menos discurridos, versan más en
señalar un objetivo y no tanto en identificar la nueva Utopía. Eso es tarea de
otros… más en la sombra… más al amparo del anonimato.
Para ella queda ese método propagandístico básico en la
manipulación: la lástima. Lástima ante el destino
vital que acarrea la pobreza,
ante el uso y abuso del patrón miserable, ante las zancadillas que nos presenta
la imperturbable Providencia… Idéntica lástima que pregonaba la original ante
los sufrimientos de “los parias de la
Tierra”. Lástima que se torna en autoafirmación, rebeldía, ira y
revolución. Lástima que enciende corazones adormecidos y nubla la vista de los
creyentes.
La auténtica… la Pasionaria… perdió un hijo en la defensa de
Stalingrado, allá por 1942, en plena II Guerra Mundial. Rubén, soldado del
Ejército Rojo, fue abatido defendiendo al padrecito
de mi vida, tú eres niño como yo… y su Libertad. La de Stalin y su
Dictadura del Proletariado. La Libertad de los cien millones de muertos… la del
Gulag y la Cheká, las máscaras de ratas y las celdas de 1 m3… las
sacas, Paracuellos, Katyn… los campos de reeducación chinos y su Revolución
Cultural… el caribeño Fidel y los Jemeres Rojos y su manía por las lentes… la
de Europa del Este… el Muro… la Primavera de Praga…
La nuestra… el espectro que sufrimos día sí y día también…
al igual que sucediera con la autentica heroína del cuento progresista, también
ha sufrido en sus carnes la “explotación
Imperialista”. Ella… que una mañana de un mes de Marzo cualquiera perdió un
hijo en uno atentado terrorista, al tiempo que perecían casi dos centenares más
de compatriotas, amén de los mutilados, heridos y desgarrados mentales que,
aquella mañana, olieron el acre perfume de la pólvora en todos los rincones de
España… también está marcada por un trágico destino, una lucha eterna contra “los
explotadores y las hordas del fascio”… la “derecha retrógrada” sembradora de
guerras y muerte. Atila azulón que, allá por donde pisa, no vuelve a crecer la
Democracia popular…
… popular de pueblo, claro, con el que se identifica plenamente,
pues ella es el pueblo sufridor… la imagen de los desheredados del compadreo
universal… los “daños colaterales” de
la negociación lógica. Y quien no está con ella, está contra ella. Quien duda
de su versión… oficial y oficiosa… es un “conspiranoico”,
germen corrosivo de la democracia pasionaria. Quien investiga los puntos negros
del atentado en el que pereció su hijo, un reaccionario de la peor calaña. Escoria
desalmada que no deja reposar a los muertos, aunque estos duerman el sueño de
los injustos. Fascistas.
Dignos huéspedes de la Lubianka.
Armada con su clínex arrugado y apoyada en lacrimosa técnica
desarmadora, nuestra Pasionaria apunta
con el dedo señalando a aquellos que osan contrariar la palabra de una justicia
de parte… politizada hasta la médula… paridora de una sentencia para la que se
fabricaron pruebas milimétricas mientras se escondían toneladas de evidencias. Sentencia
que, como el acneico rostro de un mozo, está salpicada de puntos negros y dudas
sin resolver.
Pero para ella eso no es lo importante.
¿La causa? ¿El motivo?
¿El asesino de un hijo?
Nada. La figura de la negra estampa, como hiciera antaño la
original Pasionaria, mantiene cerrados los ojos a la Verdad, empecinada
mientras ésta pasea delante de su triste figura… al alcance de la mano, tan
sólo con estirar el brazo… pero su cuerpo se mantiene rígido y su brazo, pegado
al cuerpo. Su vida, destinada a la lucha y a la defensa férrea de la ideología
marxista-leninista, está surcada por las trincheras de la pasión abnegada… la
entrega al ideal… el sacrificio de la propia vida…
… o la del hijo pródigo.
Hay personas, Monos, que viven sumidas en un profundo miedo.
Miedo a mirar de frente en el espejo de la Verdad, y no reconocerse. Terror
frío ante la posibilidad de haber entregado una vida a unas ideas que acaban
presentándose caducas… superadas… bárbaras. La rectificación y el ejercicio de
humildad correspondiente al reconocimiento del equívoco, son demasiado para el
corazón del cobarde… y el mejor camino, el más directo hacia el atajo del
espejismo, es la huida hacia adelante.
Otras personas, en cambio, son malas por naturaleza… y de
sus poros tan sólo brota sectarismo, odio y rencor criminal. Fluidos que,
interminables e interminablemente, van mezclándose con la carne, el pensamiento
y el alma transformando la parte en todo… mutando hasta transformar al humano
en Monstruo… engendrador de hijos…
… muchos y prescindibles.
16 comentarios:
JOOODEEER HERMANO HEREP.
EMPERPLEJAO ME DEJAS.¡Vaya Entrada Enjundiosa!
Aplauso de Tipo "LAUDE A STALIN" (Ya Sabes, De Esos que Duraban y Duraban y Duraban, Como las Pilas DURACELL, Porque Nadie Quería Ser el "Primero en Cortar"...
La Comparación, PERFECTA.
Las "MOTIVACIONES", Las MISMAS en Uno y Otro Caso.
Un Abrazo ¡Piazo de Monstruo!
Un Brindis POR EL DESPERTAR.
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Cada vez que veo a gentes como esta Pasionaria me acuerdo del famoso Epigrama contra Stalin, de Osip Mandelstam, algo que le valdría la cárcel y a la postre la vida. Con pasión, cómo, va para los pasionarios:
Vivimos sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.
La más breve de las pláticas
gravita, quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus bigotes de cucaracha parecen reír
y relumbran las cañas de sus botas.
Entre una chusma de caciques de cuello extrafino
él juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora;
sólo él campea tonante y los tutea.
Como herraduras forja un decreto tras otro:
A uno al bajo vientre, al otro en la frente,
[al tercero en la ceja, al cuarto en el ojo.
Toda ejecución es para él un festejo
que alegra su amplio pecho de oseta.
Buen repaso historico de esta terrible mujer,Que solo salian sapos y culebras cuando hablaba.un saludo.
Perfecta la descripción que hacen de la evolución ideológica de la pasionaria, al a limón con Carrillo, a los que España debe aún muchas de las miserias pasadas.
Y los próceres de la izquierda española siguen estando muy cerca de semejante ideología sectaria. No han sabido homologarse con los socialdemócratas alemanes o laboristas ingleses. Ni siquiera con la izquierda francesa.
Saludos cordiales
Herep, las dos son iguales, unas miserables que no renunciaron a "la gloria" ni siquiera por la muerte de sus hijos. Unos oscuros personajillos que sin la sangre de otros nunca se hubieran dado a conocer. Esa es la triste realidad, egoismo, maldad y muchas ganas defigurar.
La pasionaria no rechazó, no obstante, un marcapasos franquista. La otra no rechazaría una donación para su causa si viniera de las manos del mismísimo Rouco, eso te lo aseguro.
Buenas Herep.
Una muy buena entrada en cuanto a calidad literaria pero también en cuanto a contenido. Aun a pesar de los perturbadores efectos de muerte y radicalismo que 80 años ha nos dejó la presencia de personajes como la pasionaria, aun a pesar de la Guerra civil que con sus sectarios y radicales comportamientos provocaron, aun a pesar de la dictadura que a consecuencia de su derrota devino luego (que ellos no sufrieron por su rápido abandono del país, aun a pesar de todo ello vivimos bajo la resaca de la tan absurda como obsesa idolatría de esta señora. Una turba de gente que legitima sus ideas y las sigue a pies juntillas ignorando todo aquello a lo que nos condujeron en su día. La amenaza de muerte a cierto diputado ("Este es su último discurso en el Parlamento, señor Calvo Sotelo") y el posterior asesinato del mismo, parece que no conviene recordarlo. Pero, a señores de izquierdas me dirijo, así era esta su deidad proletaria. Así de demócrata.
Un saludo.
Tranquilo, querido Old. Puede usted dejar de aplaudir, le doy permiso.
No querría yo que usted pensara que se encuentra con la obligación pero, como bien dice, al primero que corte, le corto las manos.
Acepte usted la broma y brinde conmigo por las máscaras caídas y los desvergonzados rostros al descubierto.
¡Riau!¡Riau!
No conocía esas letras, Reinhard. Gracias por la referencia. Indagaré un poco en la vida de Osip.
Un saludo.
Hay personas que tienen esa peculiaridad, Agustín. Cada vez que abren la boca, la c..gan, por decirlo claro y conciso.
¿No tendrán a nadie alrededor que les comente tal evidencia?
Un abrazo desde el otro extremo del mundo.
José Luís,
Estos izquierdistas nuestros siguen anclados en las recetas ideológicas del x. XIX... y físicamente, en la derrota sufrida en la Guerra Civil.
Eso hace que tanto su ideología, errónea, como su acción física, anclada en el odio de la derrota, sean nocivas para la evolución lógica de la Nación.
Son una rémora a extirpar.
Un abrazo.
Poderoso caballero es don dinero, Candela.
Si se renuncia a la sagrada relación protectora madre-hijo, ¿a qué no se renunciará en nombre de don Euro?
De todas formas, la imagen penosa y descorazonadora del pasado Domingo es fiel reflejo de una sociedad marchita que se deja engañar en nombre de no se sabe muy bien qué.
Como siempre sucede con esta gente... uno debe dejarse eliminar en nombre de no se sabe muy bien qué paraíso común.
Un abrazo.
El problema, Wittmann, a mi modo de ver, no es que no quieran recordarlo.
Sí que lo recuerdan pero, en estos días nuestros, decir según qué cosas no están (todavía) bien vistas. Ellos lo recuerdan, y ser reafirman en sus actos pues Calvo Sotelo era un "reaccionario" de la peor calaña... uno que se adelantó a Paracuellos...
Esa es la Democracia en la que ellos creen.
Un saludo.
A la Manjón se la conocía en CCOO como "la Pasionaria".
Todo su comportamiento posterior tras el atentado del 11M, sus palabras y acciones han desprendido un odio y un sectarismo hacia quienes no comparten su ideología o tratan de buscar luz en la maraña de mentiras de la "verdad oficial" y de la surrealista sentencia, que hacen que es te pongan los vellos como escarpias y que asuste pensar hasat que punto una ideología puede enfermar y cegar la visión de la realidad.
Tremendo.
Bueno, esta zorra ya esta muerta y esta sentada en la mejor caldera de Pedro Botero esperando a su camarada Carrillo que pronto ira a su encuentro.
Su solo recuerdo produce arcadas, gracias a estas malas gentes el siglo pasado dejo una Guerra civil que aun hoy colea, Garzon no pretendio encausarla, la Historia lo ha hecho, a ella y a su repugnante ideologia que dejo en menos de un siglo 150 millones de muertos
Que se pudra
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com/
Los fanatismos, Natalia, son todos malos. Y los fanatismos regados con dinero, peores.
La nueva pasionaria española está siguiendo a pies puntillas el camino que marcó su predecesora y, como buena alumna, acabará por superar la sapiencia del maestro.
Un abrazo.
Hombre, Geppetto... ¡cómo pretendes que el paladín de las libertades, maese Garzón, empure a tamaña luchadora por la democracia y los derechos de los parias!
¡Eso sería un sacrilegio contra la mentalidad progresista del país!
Un saludo, amigo.
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