¿Qué… qué coño ha
pasado aquí? Pero… ¿pero esto qué es? Madre de mi vida… ¡un terremoto!... no…
peor… ¡un robo! ¡Un hurto! ¡Alguien ha entrado al Cuartel General y lo ha
saqueado de arriba abajo! Pero… pero cómo ha… ¡ALARMA!... ¡A mí la guardia!
Mientras enciende un cigarro rubio tras diez años de
abstinencia, Doña Paquita recuerda la excitación y sofoco que la asaltó a
primera hora de la mañana de este viernes. Pasaban escasos minutos de las
08:00h cuando el giro de su muñeca activó el mecanismo de apertura del portón
de entrada al Cuartel General y, ante sus ojos, se presentó un panorama digno
de cualquier pueblecito del Sur de los E.E.U.U. tras el paso de un huracán de
fuerza 5.
A su alrededor descansaban una docena de sillas desparramadas
por el suelo... rotas o destartaladas… bañadas en un mar de papeles, informes,
revistas, lapiceros… Todo el suelo estaba plagado de blanco papel y multitud de
bolsas de plástico negro echas pedazos, como si algún espía infiltrado hubiera
escudriñado la basura en el mismísimo centro del salón principal. ¿Las mesas? El
más avispado de los desconocidos no se habría mojado en una sencilla apuesta
acerca del material con el que estaban construidas. Así estaban de camufladas
entre la multitud de trapos harapientos en los que se habían convertido las
cortinas.
Por las paredes… en todas las salas… pasillos… ¡baños!... todo estaba destrozado,
desconchado, garabateado… Los antiguos escritorios habían perdido toda la clase
y distinción que aportan los años a la madera cuidada, al tiempo que las
modernas consolas de ordenadores emitían un sospechoso aroma a chamusquina…
amén de iluminar, de vez en cuando, la decadente escena de la Sala X con un
chisporroteo eléctrico ahijado de algún cortocircuito primario.
Todo el Cuartel General era ruina y caos a los ojos de Doña
Paquita… Lunes y viernes, de 08:00h a
10:00h. Dos horillas para echar una mano a las mozas en la limpieza, Herep… que
yo, a mi edad, poco más puedo hacer para ayudaros.
Y así se contrató a Doña Paquita, madre del soldado… ahora
mismo no recuerdo su nombre… dejémoslo… pero tal fue su insistencia e interés
que fue imposible negarle el deseo. Eso y el martirio que sufrió el pobre Mono…
derivado después al propio Comandante en Jefe… y, para que desaparecieran tales
suplicios, se aceptó el emplearla cuatro horas semanales por una irrisoria
cantidad de 10€ y almuerzo gratis… con silla propia en la mesa… junto a todos
los Monos.
Silla que, esta misma mañana, estaba desparramada por el
suelo.
Mientras comprime los músculos del estomago para contener un
ataque de tos, Doña Paquita recuerda cómo se sintió cuando comprobó que, tras
el cuadro de Dalí, la caja fuerte estaba abierta. ¡Dios! ¡Han reventado la caja fuerte!... y el miedo se apoderaba de
ella a medida que se acercaba a comprobar tal violación. ¡Las identidades! ¡El dinero!... ¡La calderilla, mejor dicho!
Los informes desparramados por el suelo… la basura revisada
y rebuscada… la caja fuerte desvencijada… todo apuntaba a un asalto, un robo…
un ataque enemigo… Ella no lo reconocerá jamás, pero en aquel preciso instante,
las piernas de Doña Paquita empezaron a temblar, presa de la intranquilidad y
la duda... No hay nadie… pero, ¿y los
Monos?... o, peor aún, ante la idea de que los asaltantes estuvieran
todavía dentro del edificio.
Sudor frío que tornose casi pánico al vislumbrar, entre dos
butacones de una sala, lo que parecía ser una bota… una bota negra, militar…
que, siguiendo toda lógica, se convirtió a medida que su vista iniciaba el
ascenso en pierna, cadera, tronco y cabeza. Cabeza a punto de ser reventada
bajo el impacto del palo de fregona que Doña Paquita portaba como arma
principal… aunque ella tampoco lo reconocerá, seguro… y que escurrió tan fatal
destino gracias a que nuestra última defensora abrió, en acto reflejo, los ojos
antes del impacto final… descubriendo el rostro de… de… perdón pero hoy no
tengo el día con los nombres... bueno, descubriendo el rostro de uno de
nosotros que, espatarrado en el acolchado suelo, descansaba a pierna suelta.
¡Qué horror!...
recuerda nuestra Doña Paquita. El ardor del coñac bajando por su gaznate
mientras pace sentada en el sillón del Comandante no le impide esbozar una
sonrisa al recordar la cara del Mono justo después de abrir uno de sus ojos…
sobresaltado ante la visión de una copia mejorada de la Sra. Bates escoba en
mano. ¡Pobre niño! ¡Qué despertar más
agradable!, susurra mientras ríe sin freno.
El Mono… llamémosle X… se reincorporó un poco y Doña Paquita
empezó el interrogatorio típico de la madre preocupada… ¿Qué ha pasado? ¿Estáis bien? ¿Quién ha hecho todo esto?...
Interrogatorio de tercer grado, poli bueno y poli malo en una misma persona…
pero a medida que los ojos del soldado iban abriéndose, Doña Paquita empezó
sospechar… Pero, ¿y todos estos
cristales? ¿Y esas botellas?... ¡Pero si la vajilla buena está hecha añicos!...
que allí no había acaecido un crimen, ni un robo o acto violento alguno. De
huracanes, mejor no hablar.
El caminar del Mono… o, mejor dicho, el vaivén del Mono… el
color sangre de sus ojos… la lengua de trapo y su fobia a los sonidos estridentes…
Sí. Tiene una resaca de caballo. Y toda
la tensión acumulada en esos primeros minutos de la mañana se convirtió, por
arte de magia etílica, en inmensa curiosidad por lo sucedido.
Curiosidad que es aplacada al poco… tiempo justo para
preparar café caliente en la cafetera empotrada… gracias, arquitecto… de la
cocina y recobrar, nuestro soldado desconocido, el temple perdido tras un sueño
poco reparador. Curiosidad satisfecha tras escuchar el relato de lo acaecido la
pasada madrugada… por boca de uno los nuestros… uno de los Monos supervivientes
a la fiesta que se había organizado tras descifrar nuestro Servicio de
Inteligencia el mensaje encriptado que avanzaba la sentencia del Tribunal
Supremo en uno de los casos que juzgan al juez Baltasar Garzón… juez político
donde los haya, o hubiere, pues hoy ya es un prevaricador…
… un criminal
condenado, exclamamos todos los Monos al unísono, Doña Paquita, y la locura se
apoderó de nosotros. Corrió el
champán, el vino tinto, la rubia cerveza… algunos se colgaban de las lámparas y
de las cortinas… otros hacían equilibrismos sobre las sillas… otros se
disfrazaban con telas negras imitando al reo condenado… El Comandante abrió la
caja fuerte y repartió el dinero para que fuéramos a comprar aguardiente y
puros canarios para todos. No recuerdo bien quién fue, pero uno de nosotros se
autoproclamó DJ de la noche y puso… bua, Doña Paquita… el Chocolatero, el
Asturias patria querida, el Boys Boys Boys de la Sabrina… ¡Puso hasta la
Internacional! Se hubiera muerto de la risa si nos llega a ver chapurreándola
con el puño en alto… Increíble, abuela… Increíble. Ríos de alcohol y toneladas
de carcajadas a costa del delincuente y en pro de nuestra Justicia. Usted ya
sabe que somos facilones para la fiesta, Doña Paquita… pero la de esta noche…
esta pasará a la Historia de El Ejército de los 12 Monos.
Ahora, Doña Paquita, cigarro en diestra y coñac en la
siniestra, recuerda el desasosiego con el que había empezado la jornada y la
paz y tranquilidad que la embriagan en este mismo instante… contenta por los
suyos y envidiando la juventud perdida y las ganas de celebrar una de esas
escasas alegrías con las que la Vida, de tanto en tanto, nos recompensa… al
tiempo que sigue deleitándose con la imagen de esa cadena humana… esos Doce
Monos agarrados los unos a los otros… marchando con ritmo sabrosón, por las
calles de una ciudad más iluminada que nunca, en una interminable conga de
Jalisco…
… seguro que todavía
andan quemando las calles, piensa… y, tras apurar un largo trago, arroja
la copa al suelo convirtiéndose el fino cristal en mil destellos de fuegos de
artificio.
Hoy no se limpia. Hoy
es día de fiesta.
13 comentarios:
Celebración por todo lo alto, como debe ser. Siempre será motivo de alegría, para gente de bien, la condena del culpable; como siempre será causa de tristeza la condena del inocente.
Con los tiempo de austeridad que corren.Yo solo me puedo permitir un buen vino australiano.Para celebrar la condena de este bufon de la toga,un saludo.
fantástico como has engarzado una historia dentro de la otra
saludos blogueros
Me parece, Tío Chinto, que hoy sábado están empezando a llegar los primeros efectivos... agotados de tanta fiesta y algarabía.
Lástima que hayamos llegado a un punto en el que se deba celebrar el correcto funcionamiento de la Justicia española.
Un saludo y feliz fin de semana.
Agustín,
Cuando la celebración es sincera y sentida, es lo mismo un burdeos de cosecha antiquísima, o un vino envasado en Tetra brick al estilo Don Simón.
Lo importante es alzar las copas y bailar... bailar... y bailar hasta el amanecer.
Un abrazo y que todo vaya bien por tu preciosa isla.
Merci, José Antonio.
La carta de la señorita Garzón... que me dibujó un gran guateque en la mente.
Un abrazo y feliz fin de semana, maestro.
Que se vaya preparando doña Paquita, que aún quedan dos más y si los pierde será hasta con marjorettes, diga lo que digan los de la "UN".
Muy Buena Juerga, Hermano Herep-
Me la Imagino.
Yo También he Tomado un Par de Negritas Más del Que Acostumbro tras la Comida, a Cuenta del Pobre Garzo INOCENTE...
Pero Te Diré Que Brindaré de Verdad Hasta el Coma Etílico, CUANDO LA MIERDA DE JUECES Y MINISTROS DE LA COSA, "QUE ENTORPECEN Y FRENAN LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL 11M U OTRAS CORRUPCIONES, SIGAN OCUPANDO SUS CARGOS.
ESOS Y LOS "FISCALES" DEL CIRCO GARZONIANO, "QUE NO VEÍAN DELITO"...
Y LUEGO EL CASO DEL DUQUESITO Y LA INFANTINA...
¡PESTE DE BUITRES ENDIOSADOS E IMPUNES!
La Siguiente Juerga, LA PAGO YO, Si El GARZO No Sale De ROSITAS FINALES TRas "RECORRER TRIBUNALES DE AMIGUETES ANTES DE ACABAR EN EL MÁSONICO DE ESTRASBURGO"...
Porque la Campaña de ESOS CERDOS SIGUE SIN PAUSA, El NY THIMES, Ahora una FURCIA DE LA ONU Y Luego?¿?¿
Si La APLICACIÓN DE LAS LEYES,-QUE NO JUSTICIA-, Es lo que llevamos 32 Años VIENDO, Mientras no se PURGUE A FONDO TODA LA MIERDA INTERNA QUE ESCONDEN, Nasti de Plasti.
Un Abrazo.
Un Brindis con Negrita por Esta Caida "QUE NO DESPLUME DEFINITIVO"
del BUITRE JUSTICIERO.
Y
¡¡RIAU RIAU!!
ERRATA FALTA UN "NO" COMO LA COPA DE UN PINO QUE DEBERÍA DECIR "NO" SIGAN OCUPANDO SUS CARGOS-
Con esa oportuna condena yo he empezado a creer nuevamente en la Justicia.
A ver si cunde el ejemplo y los jueces dejan la política para los políticos y ellos se dedican a administrar Justicia sin tener en cuenta el color de cada imputado.
Un abrazo
Espero que las dos sean merecedoras de fiesta y algarabío, Candela... aunque la que, por el bien de todos y el mal de los desmemoriados históricos, me gustaría que fuera ejemplar, es la de la causa del franquismo.
En esa hay mucho en juego.
Un abrazo y buen domingo.
Acostumbra a decirse, amigo Old, que después de una de arena viene otra de cal. Por ahora, hemos tenido arena contra Garzón y cal contra el manipulador Manzano.
¿Seguiremos conformándonos con esta serie maligna o reclamaremos, de una vez por todas, que tras una paletada de arena siga otra del mismo elemento?
Espero que así sea... o que venga Asmodeo y los mande todos a paseo.
Un abrazo, maestro. Voy a prepararme un tazón de negro chocolate y a prender la lumbre... pues avecina frío helado.
... y coñac, que no falte. ¡Riau!¡Riau!
Esperemos que así sea, José Luís... aunque todavía es pronto para ver todo el campo convertido en orégano.
Sentencias como la del 11M y su cabecilla Manzano hacen que, rápidamente, volvamos a poner los pies en el suelo.
Pero algo de ilusión sí que se despertó, amigo... sí.
Un abrazo... y feliz Domingo.
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