Tras varios segundos, mis ojos se van familiarizando con la
tenue luz del amanecer. Agua… agua…
No sin dificultades, descubro una sencilla fuente junto a lo que, hasta la
fecha, ha sido mi morada.
Agua.
Imposible olvidar el fresco tacto de tan incoloro elemento. Mi
piel se activa tras el largo letargo… sintiéndose poseída, de nuevo, por los
calores y colores de la vida, que se abre paso, inmisericorde. Poseído por su
embrujo, mi cabeza se coloca bajo el fino y helado caño, perdiéndose entre los
enredos de un pelo embrutecido por los años y la dejadez… desprendiéndose, como
nieve derretida en el tejado, la arena y el polvo que anidaron en mi mollera.
El Sol empieza a despuntar en el horizonte cuando descubro
que mi cuerpo, entero, está recubierto por la misma película de polvo y tierra
que recubría mi negra melena. Una fina capa que ha actuado como parapeto
involuntario ante las escaramuzas del Tiempo… una fina capa que nadie me preguntó
si quería… si me gustaba… No. Este polvo, esta arena… todo ha sido una máscara
de hierro… un presidio en vida… una condena sin pruebas.
Todos los rincones de mi piel se erizan a medida que el agua
de la fuente arranca mi coraza impostada. Cuello, brazos, hombros… Descubro, al
verter el contenido de mi minúscula mano sobre mi estómago, que estoy desnudo. Mi
ropa desapareció dejando paso a raidos jirones de lo que, tiempo atrás, debieron
ser unos pantalones. Trozos de maltrecha tela que, al menor soplo de brisa, se
desprenden de mi cuerpo anunciando a los siete mares mi completa y
desvergonzada desnudez.
Me miro… me contemplo tras tanto tiempo… y sonrío,
orgulloso.
Es hora de ir a casa. A
mi verdadera casa, con mis cuadros, mis viejos volúmenes perfectamente
ordenados en la biblioteca, mi enorme y elegante fachada… Ha pasado mucho
tiempo y ya va siendo hora de que alguien abra las ventanas y se aireen las
salas. El olor a moho y a rancio debe acabar.
Totalmente purificado de polvo, arena y demás inmundicia,
piel dorada bajo un Sol cada vez más alto, emprendo el camino a mi hogar…
enérgico… rebosante de vitalidad y savia fresca… notando cómo la sangre se abre
camino a través de mis, hasta hace pocos instantes, obstruidas venas y arterias…
empujándome más allá de murallas,
infiernos… destierros… y miradas…
Porque miradas las hay… y muchas.
Las unas, comandadas por mis renacidos ojos, se posan en mil
lugares y mil personas, escudriñando seres, sensaciones y realidades. Posándose
en antiquísimos edificios abandonados o en nuevos santuarios de aluminio y
plástico… descubriendo la Muerte en las calles y la Vida en los cementerios… rebuscando
entre cubos de negras bolsas, peleando por huesos con famélicos canes…
brindando con exquisito licor por la aniquilación del prójimo… por la mentira,
la manipulación, el crimen… regocijándose ante el robo y el deseo sin freno.
Mientras ando, por doquier observo la injusticia. Un niño
que llora, un padre que llora, una madre que llora… un mosquito que ríe, una
sanguijuela que ríe, una rata que ríe… Pequeños hombres manejando armas de
fuego como bizarros sheriffs de un western barato, semihombres apuñalando
aquello que juraron proteger… niños estrellados contra paredes de modernos
guetos… opresión, dolor, escarnio… En la oscuridad que brinda un tenebroso
portal, siento la violación de una chica, de nombre Dana, por parte de un
putrefacto santón ataviado con traje de Armani, coche oficial y lujosa acta
oficial… pero sigo mi camino, como al tropezar con el anciano que se arrastra
de banco en banco, buscando un nuevo lecho en el que vivir, un nuevo hogar al
que le remitan sencillas cartas sin palabras escritas… o cuando, súbitamente,
cruza ante mí un negro y destellante furgón que transporta inocentes presos con
sus bocas cosidas… mientras los conductores, asesinos, también ríen.
Todo eso veo mientras ando… y el dolor, con sus cien mil
aguijones, no consigue atravesar mi nueva piel, renacida tras los años de sueño
accidental. Ese Mal siempre ha estado ahí… lo conozco… sé de sus tretas y de
sus artimañas… sus trucos, sus regalos… su miseria.
Las otras, son las miradas de aquellos que observan mi
caminar… abalanzándose sobre mí al ritmo de mis pasos. Pueblo… pueblo que no
superó aún la visión de un cuerpo desnudo paseando, alegremente, por las
avenidas y los parques urbanos. Sonrojos, murmullos… varios insultos a media
voz y algún escupitajo de desaprobación suelen reinar ante tales espectáculos…
… pero hoy soy YO quien paseo mi pureza por estas calles que
empiezan a despertar del letargo de la negra noche. Con paso firme y mirada
altiva… escudriñando el horizonte… mandíbula prieta y musculatura en tensión. Hoy
soy YO quien recorre las calles antaño fantasmales… y mi cuerpo no es etéreo,
mezcla de humo e ilusión, no… es bello, puro... el deseo moldeado con briznas
de carne, pedazos de hueso y puntada diestra…
… y esas miradas, miles clavándose en mi, ya no son iguales.
Han cambiado. No denotan sonrojo o vergüenza… ni desprecio o mala intención… Me
conocen. Me saludan a medida que cruzo ante ellos… descubriéndose sombreros y
gorras a mi paso… sutiles movimientos de cabeza a modo de silenciosos saludos.
Sus ojos, hoy, denotan Fe.
No ha llegado todavía el Sol a su cénit cuando, al girar la
elegante esquina, me sorprende, como antaño… como siempre… mi enorme casa. Su pureza,
emanada del blanco mármol y la filigrana artística, ha perdido esplendor. Parece
como si, al igual que su propietario, hubiera estado sumida en un largo
letargo. Sus paredes están recubiertas de esa fina capa de polvo, maleza e
hidra… y, a sus pies, personas como jirones… desarrapados… se esfuerzan por
seguir aferrados a la imponente estructura… ocupando sus ventanales, sus
escalinatas… ultrajando sus esculturas.
Sus miradas tampoco son desconocidas para mí. Éstas nunca
cambiarán pues son ellas las que me enviaron a mi entierro tejano… quienes
pulverizaron la capa de polvo sobre mi cuerpo digno de Michelangelo… sobre mi
palacio… mi villa… mi Tribunal Supremo.
Me conocen también… y reflejan Miedo.
Extraviadas las llaves, la enorme puerta se abre bajo el
empuje de mi pierna derecha… una patada y listo…
¡Aire puro, entrad!
¡Recorred todos y cada uno de los rincones de mi palacio! ¡Llevaos la negra
tela que ha embrutecido sus ojos durante este tiempo! ¡Corred! ¡Entrad! ¡Acaba
de llegar el amo… el Señor…
… acabo de renacer… YO…
Montesquieu!
19 comentarios:
Lo anunciado hoy por Gallardón,unido a lo de ayer de Sáenz de Santamaría supunen un aldabonazo para la regeneración democrática que tanto necesita este país y que constituyen el primer paso para la higiene de las instituciones que han sido vapuleadas y desprestigiadas hasta hacerlas irreconocibles para los ciudadanos.
Hoy es un gran dia.
Aire puro y limpio.
Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuaaa
Y
¡PLasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplas!
Para Ser REALMENTE SUBLIME Tu Entrada,
Hermano Herep, Te Ha Faltado, el Detalle de Haber Dado el RODILLAZO, No Sólo en la Puerta del Palacio Recobrado, Sino También, en el Hígado del SUCIO PORTERO Guasón Que Dijo "Montesquieu? Pero Eze Zeñó, No lleva Muerto MuchohAños?"
¡Y Se Quedó Tan Fresco el Tío!
Abrazo, Estaca en Alto
y
¡¡RIAU RIAU!!
Relativamente satisfecha, una malloría absoluta como no la verán los tiempos "quiere más".
Llevamos demasiados años pasando sed y nos hubieramos merecido una gran jarra de cerveza fresca. Pero bienvenido sea el "trago".
:)
Lo que parece casi milagroso es que los dos ministerios que parecían más conflictivos, por los personajes, que eran interior y justicia, sean los que más alegrías estén dando.
Dios existe.
Candela, el cansancio del día debe haberte hecho confundirte con la ll y la y.
Abrazos justiiceros.
Me alegro que se este recuperando de su terrible gripe.Y le felicito como con esa prosa tan diafana nos cuenta su recuperacion.un saludo.
:O
Gracias Capi. :(
Suscribo el comentario de Natalia, ayer fue un gran día.
No me gustó la medida que tomó el PP de rebajar las subvenciones a partidos y sindicatos en lugar de eliminarlas 100%, pues siguiendo esa lógica si las reducen porque la economía va mal las subirán cuando vuelva a ir bien, por lo que ante sus primeras medidas pensé "menudo cambio al que me he sumado". Pero en fin, esto es mucho más importante que la gestión económica y el derroche del dinero público, así que me quito el sombrero.
Un saludo.
No es baladí y debe ir en la buena dirección, pues todos los enemigos de España, sucialistas, comunistas y nazionalistas ya han puesto el grito en el cielo al tiempo que la intención de voto sigue avanzando en favor de los populares.
Ya veremos en que queda todo ésto, al menos estos cuatro años podremos ver renacer, cual ave fenix a la Nación. Hasta que el enemigo vuelva a tomar el poder.
Un saludazo.
Me alegra verte recuperado de la fiebre pasada. ¿Se recuperará así nuestra Justicia?. Esperemos que sí, que va a salir todo como han anunciado.
Un abrazo
Esperemos que no se quede en el espejismo del moribundo... o en un acto de cara a la galería.
¿Dejará Gallardón de ser el sapo para convertirse en el principe azul?
Por ahora va por el buen camino... así que esperemos que no se emborrache de gloria.
Un abrazo, Natalia
Ese rodillazo no se me pasó desapercibido, amigo Old... no... el problema fue que, cuando Montesquieu llegó a su casa, ésta estaba vacía.
Los rumores de su "retorno" fueron suficientes para que los maleteros rumbo a la frontera fueran iguales a latas de sardinas.
Un abrazo, cruzado... me alegra que te gustara la alucinación justiciera.
Brindemos... y ¡Riau!¡Riau!
Una buena pinta de helada cerveza, Candela... aire fresco para nuestras gargantas... y las gambas, para los de siempre: ratas, sanguijuelas y chinches.
Pero, como bien dices, seguimos teniendo sed... mucha más sed...
Un abrazo.
Exacto. Los dos ministerios que, de primeras, parecía que nos iban a dar más quebraderos de cabeza, han resultado los más sorpresivos de un gobierno que no acaba de definirse.
¿Cuánto queda para los 100 días, Capitán?
Un abrazo.
La fiebre ahí sigue... empujando... pero ya no la noto. Ahora tan sólo me da vueltas la cabeza y, con los primeros compases de música que se escuchen, mis pies se activan como si estuviera en una discoteca.
Un abrazo, Agustín.
Buenas Red Forman... y bienvenido a esta, tu casa... o tu cuartel, a elegir...
Suscribo lo de la abolición inmediata y eterna de todo tipo de subvención. El 80% que queda, espero que no llegue a Semana Santa, amén de todo el derroche en Cooperación Exterior y demás milongas.
Rajoy iba a sacar la motosierra, pero hoy por hoy, la cosa ha quedado en Gillette.
Esperaremos un poquito más...
Un saludo.
La verdad, CS, es que nos encontramos ante otro de esos casos inexplicables.
Alguien pretende independizar, de nuevo, uno de los pilares de la Democracia y, aquellos que tanto se afanan en defenderla (de boquilla, claro), son los primeros en poner el grito en el cielo.
Espero que estas reacciones hagan ver a la ciudadanía con qué clase de elementos se juegan los cuartos... aunque, si te soy sincero, no estoy muy esperanzado.
El daño de estos últimos años sucialistas ha sido tremendo. Irreparable a la cirugía local.
Un abrazo, amigo.
Esperemos que se recupere con prontitud, José Luís... por el bien de todos... y de ella misma.
Será cuestión de aplicar esos remedios caseros que todos conocemos y que tan buen resultado dan para que sane y eche a correr por los prados con alegría y salud.
Un abrazo, bloguero.
Igual te has precipitado un tantito jeje, pues a la fuerza nos han hecho como Santo Tomás y todavía no han empezado a cavar, pero todo lo anunciado es ciertamente ilusionante (también sorprendente viniendo de quien viene)
Saludos esperanzados
Maribeluca,
Es posible que me avanzase, sí... y que todo nuestro gozo vaya de cabeza al pozo.
Pero, ¡qué carallo! Hacía tanto que esperaba algo así que, el mero hecho de escucharlo... Todavía se me eriza el vello.
¿Tendremos que ponerle un cirio a San Gallardón?
O, por el contrario, nos estarán tomando el pelo, como siempre...
Bueno, por un día, seamos inocentes.
Un abrazo y que tengas un buen fin de semana.
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