Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

6 oct 2011

Agua y Sangre en el Mare Nostrum



Alargo la mano hasta donde me permite mi tenso brazo… pero no es suficiente… queda fuera de mi alcance, lejos… sintiendo, tan sólo, las salpicaduras rebeldes de gotas saltarinas que juegan, que bailan, que besan mi morena piel.

Ni los suaves bandazos me permiten el gozo de sentir su frescor… su tacto invisible… Ni ayudado por el contoneo arrítmico de mi cuerpo al son de la madera y el grito, moldeado mi porte como blanda y virginal pasta de pan.

Tan sólo queda mi brazo… firme… tenso… acabado en cinco dedos engalanados con dorados recuerdos de mi tierra… una alianza de un viejo amor que espera, sobre una peña, el tacto de esa mano que intenta apagar el fuego de la distancia con una leve caricia a la azul inmensidad de la mar…




El 7 de Octubre de 1571, hace 440 años, a esta misma hora, tenía lugar ante los mares griegos la Batalla de Lepanto.

Todos han escuchado alguna vez frases o exclamaciones que hacen referencia a Lepanto, a su famosa batalla o al célebre Cervantes… “el manco de Lepanto”… pero si el oyente pica del cebo de la curiosidad, es probable que la pregunta tope con un característico movimiento de hombros por parte del interlocutor. Gesto cuyo vulgar significado podría traducirse en “… y yo que sé”.

Hasta ahí llega la gracia de Lepanto.

Pero tal día como hoy se decidieron muchas cosas dentro y fuera de una Europa convulsa… en plena Edad de Expansión. Naciones como la española, transoceánica… descubridora del Nuevo Mundo y primera potencia mundial… junto con una incipiente Inglaterra, que competía con España por la hegemonía europea, se veían rodeadas por reinos que, con el tiempo, llegarían a ser lo que hoy conocemos como Francia, Alemania, Italia… Holanda, Bélgica… todas ellas aún en las sombras… y todas competían… todas luchaban por este o aquel interés, esta o aquella gloria… ese o aquel ideal…

… y por cuestiones religiosas, también… que es costumbre europea no saberse definir demasiado bien.

Castigo divino.

Porque en aquella época, la Europa cristiana se debatía entre Católica o Protestante… entre Protestante o Anglicana… entre Católica fiel al Papa o católica fiel a su propio Papa… el Poder al servicio de la Religión… o la Religión al servicio del Poder, que viene a ser lo mismo. En nombre de Dios, se mataban unos a otros… intentando averiguar cuál era el que tenía la razón… a quién miraría el Todopoderoso con menos ojeriza.

Pero al Este, tras las montañas, se presentaba un peligro mayor. Un peligro que barrería las disputas internas europeas… una amenaza que aniquilaría el motivo de la Reforma y la Contrarreforma… la plaga que aceleraría el fin.

El Imperio Otomano.... los turcos...

El Vaticano, viendo los avances por el Mediterráneo de la flota turca, dio la voz de alarma convocando a la cristiandad para la lucha y la defensa de Europa. Para ello creó la Santa Alianza. Prestos acudieron a la llamada la Católica España, la República de Venecia, peligrosamente amenazadas sus costas… al igual que la Republica de Génova, el Ducado de Saboya, la Orden de Malta y los propios Estados Pontificios.

Los demás territorios europeos no acudieron. La católica Francia desoyó el llamamiento e, incluso, arengó a las tropas turcas con promesas de víveres, armas y logística varia... al igual que harían los protestantes de Flandes, con la casa de Orange a la cabeza. Inglaterra se mantuvo neutral. Así, dando la espalda a la propia Historia europea, una mitad renegaba de su pasado para, ante la previsible derrota aliada, pescar en río revuelto... sus "intereses", claro.

A principios del mes de Octubre de 1571, las dos flotas se encontraron en el Golfo de Corinto, ante el Peloponeso. Unos 400 barcos turcos, con alrededor de 45.000 hombres, se vieron de frente con la flota cristiana, menor en número de hombres y naves, pero mejor posicionada para entablar la batalla. Tras todo un día de combate, la balanza se decantó hacia los hombres de Don Juan de Austria, al mando de la nave capitana de la flota cristiana, la Real, que combatía en el frente central, donde acabó decidiéndose la batalla. Fue gracias al apoyo de las naves de reserva comandadas por Álvaro de Bazán, que acudió presto a auxiliar el flanco sur, roto por los otomanos con clara intención de rodear las naves cristianas que atacaban el centro. Con dicho empuje, los Tercios atacaron y capturaron la nave capitana enemiga, la Sultana, al mando de Alí Bajá… despedido con una salva de arcabuz y arrancado su estandarte del palo mayor.

La restante flota otomana, ante dicha afrenta, reculó… y la amenaza otomana se difuminó de Europa.

Y sigue así hasta el día de hoy.

Eso paró un día como hoy, hace 440 años… 440 años son un suspiro… en las costas mediterráneas. Así fue como se frenó la amenaza y el destino de Europa siguió su curso. Con la valentía de los marinos y soldados que aquella jornada se enfrentaron en alta mar, a golpe de arcabuz y disparo de espada… entre balas de cañón y olor a fuego, madera astillada y sangre.

Así fue como España y regiones de lo que acabaría siendo Italia y los Estados Vaticanos, borraron la negra sombra que volvía a mostrarse sobre Europa… a pesar de las zancadillas que sus enemigos del continente, también de islas cercanas, iban poniendo por el camino.

Intereses. Defendían sus intereses.

Todos sabemos qué hubiera pasado si la Batalla de Lepanto no hubiera gozado de gracia divina y las tropas cristianas hubieran sucumbido. El Imperio Otomano, en clara expansión hasta la recordada fecha, hubiera hallado vía libre hasta las mismísimas puertas de la Catedral de San Pedro… y de ella no hubiera quedado piedra sobre piedra. El Imperio Otomano resultante, todopoderoso en el Mediterráneo, habría conquistado toda la ribera Norte y Sur de dicho mar y, con la misma facilidad con la que un niño salta un charco, se hubiera abalanzado sobre las Torres de Hércules como antaño, 1300 años después.

Europa, como hoy la conocemos, sería tan sólo un mal sueño.

América… tras una posible y total derrota de España, que no contaba con tiempo material para levantar una nueva flota, amén de sufrir el asedio de sus interesados vecinos europeos… franceses e ingleses… azuzando revueltas en Flandes y en los propios territorios hispanos… tampoco existiría como la conocemos.

Mejor, quizás… peor, seguro.

Aquello pasó un día como hoy. La Salvación de Europa. En una batalla… en una lucha a plomo y fuego sobre las aguas del Mare Nostrum… tumba de incalculables vidas, gloria y honor.



“… la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros”. Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto.

17 comentarios:

candela dijo...

Bonita entrada Herep, que pena que aún permanezcan los vicios de la vieja Europa que nunca fué capaz de unir sus naves y navegar con idéntico rumbo.

De nuevo "chapeau".

Old Nick dijo...

Amigo Herep, Excelente Entrada.
Si Quieres Saber Como Veía CerBantes el Asunto en Vivo y en Directo, Te Recomiendo que te Des una Vuelta por mi Casa El Blog de la Historia Huérfana y le Eches un Vistazo, a la Entrada del 17/9/10...
Luego me Cuentas...
Un Cordial Abrazo
¡Sús y a éllos!
y
¡Santiago y Cierra España!

Old Nick dijo...

PD,-¡¡Brindis y RIAU RIAU!!
¡Que me S'había Olvidau!

Anónimo dijo...

Menudos cabronacos, decían que preferían ser musulmanes que obedecer al Papa, los Gabachos daban refugio a los barcos de los piratas y la flota turca tenia sus radas como descansadero en invierno, de perderse Lepanto los hubieran barrido sin mas sus amiguitos turcos. En Lepanto el mar estaba tan lleno de sangre y cadáveres flotando que a los barcos les costaba avanzar, lo hacían sobre todo los pequeños, moviendo cadáveres como si fuera un mar de hielos, empujándoles con pértigas y remos, el Manco debió flipar sobre todo después de los dos arcabuzazos que le metieron uno en el brazo y otro en el pecho, se libro por tablas.
Buena entrada, Saluditos.

Herep dijo...

Si la moral española está corrompida, mucho me temo, Candela, que la Europea va en la misma dirección.
Tan sólo tienes que pensar en Giscard d'Estaing y su Constitución Europea para el s.XXI.

Bazofia.

Pero bueno.
Un abrazo y que pases un buen fin de semana, Candela.

Herep dijo...

Old,

Ahora me paso a ver cómo veía el panorama el Manco de Lepanto.

Esta era una entrada que estaba marcada como fija.

Un abrazo, buen fin de semana y... ¡Riau,Riau!

Herep dijo...

Pues menos mal que se libró, Zorrete... nos hubiéramos quedado sin la Obra Magna.
Tantos barcos y tantos hombres de aquí para allá tuvo que ser un espectáculo digno de la mejor de las películas.
¿Podría alguien llamar a la Academia para ver si algún director se "arriesga"?

Un abrazo, Zorrete. Que pases un buen finde.

Natalia Pastor dijo...

Tanto España como Europa viven horas bajas. Han perdido sus referentes y a dia de hoy, la vieja Europa es un batiburrillo de mercaderes, facinerosos, burócratas y felones que tienen las fauces dispuestas a engullir lo que quede entre los despojos.

No sé si algún dia tendremos otro Lepanto, pero tal y como transcurre la Historia, la variente es que el enemigo lo tenemos en casa;la "quinta columna" está en las mezquitas y madrazas, guarnecida en sus guettos.
Los "otomanos" están a la vuelta de cualquier esquina...

Herep dijo...

Sí, Natalia.
Ahora utilizan armas más "silenciosas", pero el combate sigue firme... esperando el momento adecuado...
Mientras tanto, como bien dices, Europa se ha convertido en una fastuosa corte de inútiles.

Un abrazo y feliz fin de semana.

Epiro dijo...

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2000/02/17/013.html

El enlace es de la hemeroteca de ABC del año 2000, en donde en una brevería (columna corta a la izquierda de la pantalla) se le recuerda al Candidato Almunia que España ganó la batalla de Lepanto, porque él dijo que a Felipe (el del GAL, ya saben) se le echaba la culpa hasta de la derrota de Lepanto. He ahí uno de nuestros problemas, el candidato a las elecciones de una gran parte del electorado no sabe qué pasó en esa batalla ni que importancia tuvo la misma. Hay muchos pasajes de nuestra historia que habría que recordar, Blas de Lezo, Lepanto, Alonso Pérez de Guzmán etc...

Maribeluca dijo...

Espero que Erdogan no intente reeditar el viejo imperio, últimamente le han entrado demasiadas ínfulas...

Herep dijo...

Epiro,
No importa ni de dónde venimos, ni dónde estamos ni hacia dónde vamos.
Tan sólo la poltrona, el coche oficial y el ipad último modelo.
Casta parasitaria que, en España, ha abundado siempre.

Un saludo, kamaradern!

Herep dijo...

Pues tiene toda la pinta de ser la otra pata de la mesa, Maribeluca. Los paseillos triunfales que se pega el Ordogan este por las tribunas de la Primavera Árabe no dejan mucho espacio a la duda.
Esperemos que, sin Zapatero, la Alianza Civilizadora desaparezca entre las nubes.

Un abrazo y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

"Hay muchos pasajes de nuestra historia que habría que recordar, Blas de Lezo, Lepanto, Alonso Pérez de Guzmán etc... "

PREMURA.

Anónimo dijo...

Memoria histórica, pero de la de verdad, si señor. En otro país ya tendríamos una superproducción llevando al cine una de las mayores victorias de España, pero eso, como bien sabemos, apesta a fascismo, con esos skinheads españoles asaltando cayucos turcos al grito de Santiago y cierra España, ejerciendo intolerable violencia racista contra unos pobres inmigrantes jenízaros que solo querían saquear y violar un rato y acabar con la opresiva influencia del Papa.
Como opinión personal, creo que aunque la hubiéramos perdido, eran otros tiempos, y los mastodónticos ejércitos del sultán se hubieran tenido que enfrentar a un buen puñado de tercios que no tenían ganas de repetir lo de la batalla de Guadalete. Recuerda Herep, “Enemigos de España, enemigos de Dios” Eso sí, las incursiones berberiscas que nos hubiera tocado que aguantar en todo el levante hubieran sido de órdago.

Felicitaciones por meter la clasificación de Moa, encaja como un guante.

Gran entrada. Un abrazo Herep.

Pdta.: Aunque como vuelva a ganar el Psoe, yo abjuro y me busco un cómodo puesto como guardia de Corps del Sultán como cristiano renegado. Buen sueldo, promoción social y un harén a tu disposición. Eso, o Rubalcaba. No hay color.

Herep dijo...

Premura, Komisasrio, premura...

El tiempo se acaba y cada vez hay menos gente que recuerde la vida y obra de los héroes citados.

Saludos, kamarada.

Herep dijo...

Buenas. Isis...
Me gusta la clasificación de Moa, sí... veo que la conoces. Para mí, de los únicos que habla claro. Te puede gustar o no, pero nada de medias tintas.
Y cuánta razón tienes en lo referente a la película... si hicieran alguna, sería para desprestigiarnos a nosotros mismos... profundizar en la Leyenda Negra, Isis... nosotros, los mayores divulgadores de la misma.

En cuanto a tu ofrecimiento para las CORPS del Sultán... buff... me da algo de palo tener que estar un mes de ayuno... prefiero la Resistencia.

Un abrazo, Isis. Me alegra que te gustara la entrada.