God Save the Queen

En este atípico verano, marcado por la inestabilidad meteorológica y la escasez de días calurosos, una de las lacras que suelen dejarse por estas fechas, los incendios, ha decidido saltar el Canal de la Mancha y posarse en Londres. La City.

Desde hace varios días, al caer la noche, hordas de londinenses se lanzan a la calle a protestar, destrozar, saquear y quemar edificios, coches, autobuses, negocios… cualquier objetivo indiscreto que osara ponerse ante estos hooligans se arriesga a ración doble de gasolina.

La Pérfida Albión, siguiendo los pasos de la mayoría de los países occidentales, se encuentra sumergida en la tan muñida Crisis Mundial, viéndose obligado su gobierno a realizar los tan temidos recortes de los que todo el mundo habla en Chirigota Española, s.l., pero que nadie ve por ningún lado… pues eso, que en la Isla sí que se están produciendo… y la gente se ha echado a la calle.

A medida que va llegando la información sobre los altercados en la City, nos damos cuenta que, aunque podrían relacionarse con la hueste de indignafhasions que tenemos en suelo patrio, estos bárbaros ingleses se han lanzado a la anarquía debido a la muerte, por parte de la policía, de uno de estos cachorros que estaba envuelto en asuntos de armas… y, como sucedió hace unos años en la Francia de Sarkozy, el móvil del asalto está más bien relacionado con temas y problemas raciales, que en U.K. son el pan nuestro de cada día.

Y no podía ser menos en una sociedad adormecida con la cantinela del multiculturalismo y de la Alianza de Civilizaciones light.

Pero ese no es el tema de la entrada de hoy, no.

Hoy El Ejército de los 12 Monos está reflexivo… y pasaré a exponeros la reflexión que vino a mí… invadió mi mente… como una ilusión mística mientras veía arder un edificio londinense.

Los ingleses… y su moral. O doble moral.

Sí, porque ahí están los ingleses con su supremacía anglosajona… con su reminiscencia imperial… la Pérfida… su City y su humor inglés… refinado… aristocrático, como siempre, como ha sido siempre este país que se forjó sobre una isla, que ocupó otra cercana… y medio mundo gracias a su poderosa flota. Los hooligans que, un buen día, bajo el reinado de su reina Elizabeth, decidieron que esto de que España fuera un Imperio Mundial estaba muy mal… que ellos querían… y, faltos de fuerza militar para suplantar a España de modo directo, fueron diezmando las flotas de Indias con actos de piratería, extorsiones varias y conspiraciones con las diversas Cortes europeas para socavar el dominio español y poder alzarse, tras varias victorias militares sobre una enemiga con la moral minada, con la supremacía Europea o Mundial, compartida, efímeramente, con Francia, otra de las musas de la destrucción.

Los ingleses… esos que, bajo otra de sus famosas reinas, ocuparon y colonizaron medio orbe… con puertos en Asia, Australia y una inmensidad de las islas pacíficas, América… y gran parte de África. Los soldados ingleses, que participaron en la Guerra de Independencia Americana, en la Guerra del Opio, en las Guerras de los Bóers...

Son los edificios de estos lechosos de cara redonda lo que está ardiendo estos días… y nosotros nos reímos mientras vemos correr el teletipo que anuncia las últimas escaramuzas.

Y nos reímos porque los pobres ingleses son como el lobo disfrazado con piel de cordero… que no da el pego, vamos… se le ven las negras pezuñas bajo el manto de lana. ¡Son tan refinados! ¡Tan morales!... ¡Tan falsos!

Porque ingleses fueron aquellos que un día, sin comerlo ni beberlo, inflaron la Leyenda Negra como otro factor de desgaste del Imperio Español, acusandolo de genocidio en las Indias, genocidio en España a manos de la Inquisición y creando, teoría perdurable todavía, una sombra oscura sobre todos y cada uno de nuestros logros, mientras recibían como héroes a los piratas que asaltaban nuestras flotas, a quienes nombraban caballeros del Imperio Británico, a la par que, llegado el momento, ingleses fueron quienes alentaron y promovieron los movimientos independentistas en las Américas Hispanas, con sus logias y sus tejemanejes bajo cuerda. Hooligans quienes exterminaron las poblaciones existentes en América del Norte, Oceanía y Asia… al tiempo que colonizaban, o más bien dicho, troceaban África en un reparto que debería escandalizar a todos esos pro-derechos humanos en el continente negro… que callan, claro, achacando los males del continente a no sé sabe qué. La mayoría son ingleses… con su doble moral.

Quienes saquearon África y convirtieron el tráfico de esclavos subsaharianos en fructífero negocio, instaurando un puente marítimo entre África y América de pingües beneficios a base de esclavismo, violaciones y atroz muerte… porque si muchos llegaron, más murieron en las atlánticas aguas… eran ingleses.

Ingleses fueron también los que lucharon en la I Guerra Mundial, una guerra europea por los derechos sobre las colonias, que se proyectó a todo el Orbe colonizado. Que lo era todo, claro.

Ingleses quienes recularon ante la efervescencia de los totalitarismos que desembocaron en la II Guerra Mundial, quienes estuvieron a punto de la derrota y quienes sobrevivieron gracias a la ayuda de otros anglosajones que habían cruzado el charco escapando de la moralina inglesa… tan famosa… que les había llevado a la miseria y la muerte por hambre. Porque eso sí, la Pérfida Albión, en suelo propio no permite la disensión con el Poder… con esa democracia tan de antiguo que tienen. ¿Cómo la llamaríamos? ¿Democracia elitista? ¿Moral?

Gran Bretaña. Todo sangre vertida en la tierra. Todos conflictos derivados de la acción colonial pues, ¿no chupa el explotador de la teta aunque ésta esté exhausta? Los ingleses sí, oiga, revise la Historia.

Para El Ejército de los 12 Monos, los ingleses con poco de fiar. Estamos hartos de verlo. Por suerte, el Cuartel General dista poco de una de esas localidades de la costa española que estas hordas ocupan durante los meses de verano, en época de jolgorio vacacional… donde se aplica aquello de “in vino, veritas”… ofreciéndosenos un valiosísimo ejemplo de estudio y análisis de esa moral inglesa tan famosa y ensalzada. Y no nos engañan.

Lo vemos cada día. También los reservistas en sus aparatos de TV. Todos los días vemos como se acercan a nuestras costas a emborracharse hasta perder el conocimiento, corriendo peligro el pacífico transeúnte ante la caída de uno de estos primates mientras practica el deporte de moda: el balconing… degradando la tranquilidad ya alterada de nuestra vida nocturna… mientras sus mujeres, el sueño húmedo de cualquier mirón patrio, se exhiben en sus trajes a los que les faltan dos o tres tallas… liberadas hasta el extremo del yugo moralista inglés en cuanto ponen el pie en cualquiera de sus “dominios”… buscando sexo, sexo, sexo… sexo tan sólo quitarse el uniforme del elitista colegio inglés, con sus cuatro pilares de la sabiduría escritos en todos y cada uno de sus estandartes… mientras insultan a la policía y se enfrentan a ella. Las normas de las colonias no son para ellos… y Chirigota Española, s.l. es como una colonia, hombre. ¿No recordáis Gibraltar? En el subconsciente inglés, eso es un motivo para la burla. Para los españoles, “algo relativo”… para nosotros, una ofensa que escuece como la herida supurante.

Ingleses. Quienes alimentan la Leyenda Negra mientras ellos exterminaron a millones, esclavizaron a otros tantos, expoliaron a miles más, aniquilaron a sus rebeldes a base de hambrunas como la Irlandesa… y se permiten el lujo de dar lecciones morales sobre esto o aquello, pontificando con la creencia religiosa de que su Rey es Papa, quemando a quien opina de forma contraria, quedando nuestra Inquisición como un juego de niños al lado de sus purgas religiosas… ensalzando un multiculturalismo en el que no creen… porque, señores, Inglaterra, dominadora de los mares, ahora está dominada por los mares. Su población ha visto como los descendientes de aquellos colonizados, allende los mares, ahora viven en la metrópoli.

Y esto, los ingleses tan moralistas, no pueden soportarlo. Se les llena la boca hablando de sus tolerancia democrática, pero estas “masas”, siguen actuando como esclavas, apartadas en guetos, ejemplo cierto del error clamoroso del multiculturalismo que se lleva predicando desde hace lustros.

Ahora, estos desheredados ingleses de segunda, han tomado la calle y hacen lo que han aprendido de tan formidables maestros. Saquear. Robar. Violar. Y los ingleses, se indignan y salen a la calle con escobas, pidiendo que se barra la delincuencia… que se erradique la falta de respeto por la Ley… que todo vuelva a ser como antes… ideal… saqueador… inglés.

Veo la TV y los edificios ardiendo. Mañana, posiblemente, en nuestra Chirigota Española, s.l., se produzcan acontecimientos similares, sino peores, pues los españoles tenemos la sangre más caliente que ellos… y somos un harapo mugriento de lo que fuimos… pero hoy, enciendo la TV y me río. Mucho.

Ale, hooligans… a presumir de moral.

Miserable, of course.