El pasado 20N hubieron elecciones generales en el Reino de
España, todos estáis al tanto... pero a finales de diciembre de 2015 -o inicios
de 2016, no lo he calculado bien- podría haberse producido un hecho positivo
que, silenciado una vez pasadas las jornadas de reflexión y el nerviosismo del
recuento de votos, quedó en el tintero.
No hacía falta tener gobierno, tan solo voluntad para la
regeneración democrática.
Un proyecto ley presentado ante un Parlamento formado, el ímpetu
de la nueva política, el debate en la cámara baja y la aprobación, por parte
del poder legislativo, de una ley electoral nueva, con su elección directa, el
adiós al famoso D'Hondt y la aplicación de la igualdad de un español un voto.
Pero nada de eso se hizo, entretenidos todos discutiendo dónde
he de aposentar el trasero, sobre butacón azul o rojo, ministro o chupóptero, mariscada
o siesta.
En esta soleada mañana de Domingo, siguen en pie los
titánicas desigualdades, jamás prioritarias, mientras vuelven a llamarnos a las
urnas, piadosos, la piara de cerdos napoleónicos que tenemos en la granja.
Anuncian el cambio, la hora de la verdad, ¡permaneced atentos al círculo
rojo... o morado... o azul con verde sale naranja!
Nada cambió: la izquierda auténtica de la revolución
pendiente y la izquierda y la derecha de señorito y cacique están abonadas al
eurocomunismo de templo y máscara, y Ciudadanos, fuera de Cataluña -su hábitat
natural-, se diluye entre un sinfín de propuestas provincianas perfectamente
estudiadas de cara al gran público que vive conectado a los mundos de Yupi televisivos,
sediento de risas y episodios descacharrantes que bordean la vergüenza ajena,
pero recelosa y esquiva cuando se trata de hablar con claridad y certezas de
los graves problemas que sacuden a España.
Muchos pregonan por el voto útil, pero para el Ejército de
los 12 Monos, éste se mide por el valor de la palabra del Iluminado de La
Moncloa, que es nada, la nulidad más absoluta, y parece que llueve.
Votaremos por VOX...
... y a pesar de que no se presentan en la circunscripción sobre la
que se erige el Cuartel General, el voto de la foto me parece menos inútil
que tantos otros en los que los españoles depositan hoy sus esperanzas.
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Nos vemos en las trincheras.
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