Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

31 jul 2023

Überhund



Temerario, acepto el reto del climático para contaros la historia de Paco.
Paco el largo... el imbécil... el soplapollas.... Son muchos los apodos, a elegir.
Deciros que Paco nació allende el río Ebro, frontera geográfica que separa el maná del Universo de la barbarie cavernaria. Ufano, escapó de las garras de la tierra yerma heredada para, en un giro copernicano de los acontecimientos, caer de hoz y coz en la fértil campiña de la "Dinamarca del Sur", donde Paco prosperó hasta alcanzar las mayores cotas en el estamento social que jamás pudo prever una mente tan poco dada a imaginerías de aristocrática burguesía.
De perro perdiguero, pasó a perro perdiguero pedigrí Nivel C.
Las piezas, en las mandíbulas, saben menos a sangre si se aderezan con voluntaria servidumbre.
Arrastrado sobre el estiércol de la ideología racialista, vilipendiado por el Rh caduco y acomplejado, ultrajado bajo el yugo del hecho diferencial, Paco, hoy, en su nueva condición de clase, se siente libre... más libre que allá en su lugar de nacimiento donde la Providencia había puesto coto a su evolución como ser sintiente... a su derecho vital elemental.
Aquí y ahora, más que hombre, perro de nuevo cuño movido por la voluntad de poder.
Super-perro.
En el profetizado edén, Paco el gilipollas se siente apreciado, cultivado el intelecto, sabedor de idiomas.... sí, sí.... entendido, claro, claro... apenas lo balbucea y el acento no pasaría inadvertido ni tan siquiera al más mudo de los sordos, pero eso, para Paco el simple, Paco el integrado, carece de importancia. 
Él, siervo allí, es subyugado aquí...
pero
voluntariamente
-Paco, el voluntario-
-Paco, el poderoso-
pues arma inquebrantable es el corazón voluntarioso.
El Señorito de distinguida estirpe, inaugurado un nuevo milenio en la tierra prometida regada por el don olímpico, prosado en derechos y libertades y progresos varios en las más sabias universidades de la liga, así lo aprecia y agradece. Ya sea mediante la palmadita en el hombro, el coscorrón de pan a untar con rancio tomate mohoso o el segundo de silencio ante el ataúd de la hija muerta víctima del tifus. Gran honor para la familia de Paco el mentecato, sírvase vino del sindicato en el purgatorio, las mejores sillas para tan distinguidas posaderas.... ¡De rodillas al suelo, hijo, zoquete, no vayan a ensuciarse de barro los mocasines del misericordioso Hereu, padre de la patria y de todo lo que abarca la vista bajo el imperio del Sol
Son, estas, Historias de claudicación. 
La de Paco y la interminable lista de próceres en la servidumbre que, un buen día, fugándose de una esclavitud casual, optaron conscientemente por abrazar nuevas cadenas de mayor grosor. Pululan por las calles siempre dispuestos a un "bon día" acharnegado y ridículo mientras sorben fino manzanilla a escondidas en la barra del bar antes de acudir al comercio de proximidad a comprar verduras, frutas... esas perdices... que, encajadas entre fauces Nivel C de voluntaria servidumbre, son menos nauseabundas. Camadas de Pacos de mirada acomplejada donde perderte como náufrago en el océano, y ni en esta vida ni en mil que hubiere, has de encontrar asidero alguno, esa isla desierta que evite la muerte por ahogamiento existencial.


24 jul 2023

Al cadalso, bailando


 

“Sobre ellos sigue el cielo tormentoso. Suben juntos el monte. La Muerte, severa, los invita a danzar. Van cogidos de las manos haciendo una larga cadena y empieza la danza. Delante va la misma Muerte con su guadaña y su reloj de arena. Ya marchan todos, hacia la oscuridad, en una extraña danza. Ya marchan huyendo del amanecer, mientras la lluvia lava sus rostros, surcados por las sal de las lágrimas."
El Séptimo Sello, de Ingmar Bergman.



Resacoso tras la rave democrática de género que se vivió ayer en la machacada y ultrajada vieja piel de toro hispánica, vienen a mi mente imágenes de la jarana vagamente difuminadas por humos y licores. Instantáneas de multitudes a pie de calle, carnaza fresca de jóvenes desflorados en el somero arte de meterla en urnas parlamentarias y senatoriales, senectud pensionada al son del verano azul de sus años mozos... boomers de centro centrado con cuota de autónomo y demás ralea de clase media palmeando un paupérrimo 25% de folclore devenido en cenizas...
... imágenes...
... que no sones, pues la armonía, ante la correlación de fantasmas y quejidos jondos del recuerdo, la nostalgia y la profanación, manaba del laúd de Jonás, cerrando la comparsa de la danza macabra de la Negra Parca.
Así sonaba la resaca electoral del aquelarre democrático del 78.
Todo aplausos... ni rastro de ataúdes... nada de nada a este lado del Aqueronte...
... sólo la comparsa de los condenados, danzando-danzando, rumbo al sumidero.
Felices, victoriosos
...no pasarán...
 reyes de la pista, amos de la náusea (democrática).


10 mar 2023

Progresos

 


A casi veinte años del once de Marzo fatídico....
... el de los bombazos, los ciento noventa y tantos muertos, porrón de heridos…
… solidaridad, solidaridad, largas colas de donantes de sangre, lágrimas, solidaridad, solidaridad, el buenazo tocando el piano, solidaridad, solidaridad…
… y, de postre, tras la cena, toneladas de cobardía e infamia.
Las víctimas convertidas en verdugos; los muertos, suicidas con cien pares de calzoncillos; el “pásalo” tintineando en los primigenios celulares; los verdugos, héroes de la mancha humana aterrada, hacedores de muevas mayorías electorales.
Veinte años, casi.
En una conferencia, Fernández-Villaverde, al minuto, enuncia dos datos…
… el PIB per cápita de 2021 es igual que el de 2005…
… el PIB per cápita de España es idéntico al de los USA en 1870…
… innecesario el seguir leyendo o atendiendo a sus palabras.
Como decíamos, a casi veinte años, todo perdido, estancado, reducido a escombros decadentes en esta involución patriótica que ha venido -sobre hombros de mamporreros “del otro mundo es posible”- a posarse en la vieja piel de toro tras el hedor a pólvora, sangre y náusea de aquellas postrimerías invernales.
Los gurús, por cada muerto, sacaron tres cuartos de diputado, que así de barata es la política en la antaño “regere imperio fluctus”… aunque bien podrían ser más si no descontamos los troyanos de la bancada contraria, hijos bastardos de la última cruzada, quienes, como haría el banderillero de Belmonte, degenerando, han desnudado las vergüenzas del Régimen del 78, añada de gran abrazo y jolgorio en vespino.
Así, contemplando al rey desnudo danzar por las calles, España ha ido transformándose en la utopía que cantaba el soplapollas de Liverpool, ajena a realidades, ciencias, verdades o leyes naturales. Un auténtico paraíso para la caterva de modernillos de mierda gafapastas con anillos, aros y tatuajes en los colgajos que, reivindicando-reivindicando, andan pasito a pasito hacia el cadalso de la cruda realidad. Reclaman derechos y libertades que ya tienen sólo por el gusto de sentirse rebeldes. James Dean de vida rápida y cadáver instagramer. ¡Míralo, míralo, Kevin, cómo se chotea del abuelo cebolleta!... y la piara le da al me gusta, la bazofia se reenvía, el blandengue alcanza las cimas del Olimpo defenestrando las glorias de quienes erigieron la sociedad en la que hoy defeca con odio… ¡enséñamelo, enséñamelo, hideputa!… babean mientras las nuevas heroínas Disney del feminismo lamealmejas de plástico enseñan las peras que el sudor de su padre operó para deleite de quienes apuestan cuántas violarán durante el fin de semana a punta de cuchillo muyahidín ¡Graba, graba, macho!... dicen los autóctonos lechosos soplapollas a los que un veterano, sobre su Gran Torino, menosprecia por su servilismo suicida al tiempo que observa sus quehaceres impostados, sus vestimentas deshonrosas y su jerga sumisa.
Todo, una ciénaga.
La generación mejor preparada de la Historia, monos.
Generación acorde a su progenie, a los líderes del antro, felices en sus altivos castillos a cargo del erario público. Mugre siempre presta a mirar hacia otro lado, escurrir el bulto, obviar la pregunta, tildar de negacionista al discrepante, pasar el sms de la infamia terrorista… culo prieto en el asiento del bus asistiendo al atraco del sin-papeles-que-te-acusa-de-racista… policía temeroso de la suspensión de empleo y sueldo… bombera que odia el fuego… Putas, drogas y Soma a un euro junto con el dominical de un periódico en nómina del ejecutivo de turno.
Son legión…
… y nosotros sólo trece rodeados en el lupanar, denostados y vilipendiados allende los mares… o tempora, o mores… y no hay liendre criolla que no ultraje la memoria de nuestra Patria, perra narcotraficante que no exhorte disculpas por un pasado que fue cien-mil veces mejor o usurero lazi dispuesto a ganarse el jornal institucional vejando a niños, enfermeras o asesinadas carentes del Nivel C. Y todo, por supuesto, bajo el auspicio del lennonismo progre de género neutro antiespecista que, confieso, no vi venir a pesar del escrutinio cíclico de la Historia. Buceando en libros, ensayos y barras de bar, sabrás qué es el gulag social-comunista, la bomba lapa del cagari o el silencio administrativo de la agenda veinte-treinta, pero… ¡ah, amigo!... ¿quién ha de prepararte para lo no-binario, las mujeres con nardo o los fetos de plástico para ser paridos analmente por el “hombre nuevo” del siglo XXI?
Habrá quienes argumentarán que sin bombas, trenes, cientos de muertos y toneladas de solidaridad, la deriva habría sido la misma pues los tiempos modernos traen vientos de cambio, vientos de excarcelaciones, de pederastas con toga, violadores haciendo el parte meteorológico y sátrapas que no tendrían dónde caerse muertos defendiendo no sé qué derechos humanos… y, tras el cortado con sacarina, ociosos y satisfechos de su lógica de centro centrado, saldrán a las 20:00h. en punto al balcón a aplaudir hasta reventarles las manos en pro del Estado de Bienestar, la paz del cementerio, la reminiscencia del gran abrazo y la solidaridad, solidaridad, solidaridad y más solidaridad.
Los habrá…
… pero nosotros, Monos, reiremos. Reiremos a mandíbula batiente.
Han pasado casi veinte años… y, desde entonces, todos los días son 11 de Marzo.

 

30 sept 2022

... de perdedores...

 
Nací en Arcadia, capital Chirigota Española, s.l.
Tierra de verde prado, dorado campo, mar calma. Redes sin dioses volvían rebosantes; nombres comunes y lolitas con trenzas a la vieja usanza, modo occidental al ofrecer el pan… bachilleres de pantalón corto… música en clave de sol, do a lo sumo… chistes con gracia… sobremesas de olor a humo…
Arcadia de bienestar, Estado.
Mejillas sonrosadas.
El mayor martirio para el querubín tipo era, apenas un año, marchar allende las lindes, a vestir el verde mimetizado, lejos de padre y madre y tutor y asistente social y espíritu santo manifestado bajo forma de Gran Abrazo constituyente.
Arcadia feliz. Oh, Estado.
Sacrificio fue un palabro olvidado tiempo ha.
En su vacío, alrededor, todo es Impuesto. Sanidad. Educación. Todo impuesto bajo el influjo del sudor alegre, el aplauso, y las fiestas de guardar en la casa del populacho.
Junto al sacrificio, desvencijados, abuelos desdentados corroídos por el alzheimer -los afortunados-, o de memoria prostituida por nietos proxenetas en busca de honores democráticos impostados ganados en guerras dibujadas por cobardes.
Abuelos… nietos… y, entrambos, padres… oh, putos padres… borrachos de Arcadia, de Ítaca, de Edenes fantasmagóricos tejidos por Penélope a la sombra de una mentira y un viaje de ida y vuelta.
Ahí nací.
Bajo la Mentira.
Preso por la atmósfera apática de los tiempos fáciles.
Engullido, Oh Estado, por la náusea blandengue.
Desesperanza por quienes, tras este ejército de simios, serán fuertes en los tiempos difíciles.


25 feb 2022

La Guerra



La Guerra… que es muy perra… vuelve a Europa.
Atención a la distinción, Monos, pues hablamos de Europa, la triste y raptada y macheteada Europa… 
… no ese engendro conocido por estos lares como Uropa, pocilga de mercaderes y usura globalista institucionalizada que pulula cual fantasma por la cuna-ciénaga del protestantismo molón progresista de género neutro, hábitat de lucecitas de colores, generales al piano, furúnculos no-go-zone y padres llorones convenientemente aleccionados en alianzas de civilizaciones.
A esa Peste Negra nunca volverá la Guerra. 
Ellos –brujos ideólogos– la han desterrado, ignorado, no existe. Es una invención de no sé qué imperialismo neo-lo-que-mejor-les-vaya, cosas de ricos… de nazis en tierra desnazificada… asuntos de patrias, de banderas con las que hacen mofas limpiándose el culo o sonándose los mocos enfarlopados… La Guerra, la Guerra… Ja-Ja…
… se ríen, ellos, fieles del fin de la Historia y el principio de la Memoria, bailando al son del mequetrefe de Liverpool y su atómica compañera de cama de suite de hotel, que ya se sabe que la vida son dos días y, lo vivido, será aquello que se comerán los gusanos cuando acaben con los huesos bajo tierra… o incinerados en la urna de color chillón –cosa moderna, ¡válgame el señor!– que la viuda guarda y contempla al posar la mirada tras, entre anuncio de puta adúltera y puto maricón, levantarla del televisor, órgano vital y amigo fiel del otro mundo es posible que aguarda a la vuelta de la esquina, pasados los años del oprobio de la libertad.
Sic transit gloria mundi…
… pero la Guerra, que es muy perra, no transita, no muda, no desfallece, sino que aguarda, agazapada, a que el hombre, sea nuevo o viejo, entorne los ojos obnubilado por su soberbia para, de súbito… ¡zas!... arremeter con un zarpazo de realidad y rasgar las cortinas del Templo salomónico donde habita la negra viuda madre de mil bastardos.
Tras el chasquido, los lloros, pues el Mal en el mundo, afincado ya desde los sabios filósofos romanos –si vis pacem para bellum– hoy  despechados y pateados hasta las filas del desempleo por la caterva de pedagogos logsianos… no se vence con zapatos de tacón masculinos, dietas bajas en calorías, coches eléctricos o golpes de nalga a ritmo de twerkin.
Ahí está, la muy perra, aunque tú le mandes un beso de despedida y ella no te responda entornando la mirada, mi amado querubín de sonrosadas mejillas y morritos prietos y poliamor al por mayor.
Ahí está, y es real como el sudor frío que recorre la espalda en la negra noche.

… O tempora, o mores….