No hay día en el que no nos desayunemos con un caso de
corrupción...
... y tampoco noche en la que no nos metamos en el sobre
ciscándonos en alguna rata de cloaca de las que vienen invadiéndonos desde que
la gran camada tomó las plazas al asalto, tamborín y flauta, huyendo de unas
alcantarillas demasiado pequeñas.
Anoche, en el Cuartel General, los Monos andaban todos
revolucionados ante los últimos episodios protagonizados por los antifascistas
del futuro que predijera Churchill entre puro y lingotazo de ginebra, esos que
levantan el puño en alto y gritan sus agresivas soflamas al amparo de una
libertad de expresión que niegan a sus contrarios, como buenos
"antifas" post Muro de Berlín.
Ya puedes ser cristiano y poner la otra mejilla, un hombre
maduro con poco a ganar y mucho que perder o un pobre alienado de la doctrina
dominante que transita sobre los cadáveres de cien millones de seres humanos,
la mancha humana que recorre España como un fantasma no ha de permitirte el
aliento, siempre al acecho, las veinticuatro horas del día dedicada a darte
matarile por lo civil y lo militar... o paramilitar, tiro en la nuca, al estilo
del héroe del pueblo oprimido que pronto ha de besar el suelo de la rúe (del
percebe), ese héroe que se micciona los pantalones cuando lo trincan los
picoletos, ejemplo preciso del valor del héroe típico en la Expaña (Expaña, sí,
porque España no es esto, Monos, no es esto) de la merma que ha venido a dictar
los destinos del ciudadano libre.
Si eres un de los que decide salir en defensa de tus
creencias ante la catarata de ofensas y provocaciones vertidas por la gran
camada, quizá debas soportar la mirada inquisidora y suspicaz de un adefesio
que no sabe ligar dos ideas sin la ayuda del mamporrero de la TV que rige su
modo de vida. Clavando sus ojos en ti, el lumbreras de barra de bar te
perdonará la vida, moviendo de lado a lado su cabeza lamentando tu incultura,
siempre metido en la caverna, no como él, que ha bebido de las fuentes de la
sabiduría del saber que brota en horario de máxima audiencia, mamporrero con
micrófono, reportaje interesantísimo acerca de lo maligno que es el dinero
cuando está en manos de los demás, el Lord Voldemort griego y sus mil trucos mágicos
para encauzar la economía del lumpen.
Con ustedes, el ilusionista Varoufakis aleccionando a los líderes
del cambio, los ungidos por la democracia popular para redistribuir la miseria
disfrazada de bien común. Las meonas de Barcelona, el sátrapa gaditano que
rehuye los premios a los disidentes venezolanos, la momia madrileña, las mareas
subvencionadas del Plan Galicia, las "feas y putas" parlamentarias
catalanas, los sumisos valencianos... antaño reino, ahora comparsa
cuatribarrada...
Todos con su náusea, de la mano a las puertas del penal a
esperar a otro ilusionista, otro héroe del tiro en la nuca y la micción en el
pantalón, un escalón más en la involución permanente de Expaña, una nueva bala
en la recámara...
... un nuevo motivo para la Resistencia.
Si eres de los que decide salir en defensa de tus creencias,
no desesperes: no estás solo. Ante vos verás un ejército de fascistas del futuro, hoy presente, armados con sus demagogias de destrucción masiva, sus ensoñaciones rotas por los caprichos de la Historia, el vaivén ideológico a la sombra de las nueces caídas del árbol y un odio intrínseco rezumando por todos los poros de la piel.
Nosotros somos 12... 12 frente a un millón.
Basándonos en las matemáticas lisenkianas del progreso mermado, llevamos
ventaja.
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