¿Has dicho... baile?!?!
Magnífico. Glorioso. Histórico. Que suene, que suene la vihuela,
la mandolina, el banjo... ¡Que retumbe la tonada, rápido! Primero lenta y
melancólica, tímida, modosa, simpática al instante, sonriente poco a poco... y
¡mira, atiende!, comprueba cómo los pies se mueven víctimas de pequeñas
descargas nerviosas involuntarias, eléctricos temblores que dominaremos en un
par de segundos, dejándolos fluir... flotar...
... bailar...
Agarrados por los hombros, pata arriba, pata abajo... rápido
quiebro de cadera adelante y atrás... ¡sirtaki!... mientras al fondo chasca la rotura
de cintura, una pelvis de Elvis, la prótesis de un sexagenario gigoló del
viernes noche de la tasca de Evo, lugar de encuentro de la flor y nata de la
bachata de la capital, siempre a partir de las 00:00h., una vez que el bueno de
Evo y su camarilla han retirado las mesas, sillas y biombos del templo nocturno
del baile sabrosón, auténtico imán para las maduras en busca de carne fresca.
Así se baila, arrojada la chaqueta, joven. Saca pecho, mete barriga, marca
paquete.
¡Maestro!
¡Oooopp!
Palmada al suelo, chicos. Oooop. Venga, juntos,
ahora... bailemos, riamos, enloquezcamos divagando cuál será el próximo paso de
nuestra danza macabra. Aprovechemos el clímax del acorde virtuoso de cuerda,
acelerado, y alcemos manos y puños al cielo comunero, poderosos, mientras
miramos chulapos y altivos, cabeza arriba, la miseria que nos depara el futuro
como si con nosotros no fuera la cosa. Coraje, bailongos.
Y digámonos confidencias hasta hoy secretas.
Digámonos lo mucho que nos amamos los unos a los otros,
solidarios de corazón rojo y a la izquierda, hijos todos de un mismo
Dios-Ciencia, hermanos, sangre de mi sangre que perdona mis pecados y mis
deudas todas, mis pecados todos sin excepción, mis estafas sin olvidar ninguna
en el zurrón. Digámonos que a pesar de nuestra vida lujosa a costa del dinero
de los demás, señores y señoras, seguimos bailando...
... Ooooop...
... mientras nos reímos imaginando qué enorme es la magnitud
de nuestra catástrofe.
¡Opa!
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Ooooo.... pero esperen, esperen al turno de España!
¡Esperen a ver qué es bailar flamenco!
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NOTA. Ha muerto Demis Roussos.
Estoy consternado.
Perdóname esta porquería, Demis.
6 comentarios:
Menuda foto de Zorba el griego has metido hoy.En si la cultura griega es un canto total a la vida.Pues unos de sus mejores filosofo llamado Epicuro,lo describe en sus inmortales obras,Opa
"...yoviasé un corrá" (pero en greco) ;)
Espero que se lo concedan.
Quizás nos cueste hacerlo igual, Herep, nosotros somos menos "rigurosos", más de pandereta y de dame hoy y mañana ya veremos si te quiero.
Feliz miércoles.
Los tiempos de Epicuro han quedado muy lejos de la Grecia actual, querido Enrique. No son más que una sombra, y deformada.
Un saludo... ¡Opa!
Se lo concedan o no, será una muestra de lo que podemos encontrarnos nosotros dentro de poco. Espero que sepamos sacarle miga al ejemplo griego, Maribeluca.
Siempre he pensado que los españoles, todo lo que nos propongamos, podemos conseguirlo. Sea bueno o malo. Lástima que últimamente tendemos a escoger lo segundo, pero...
Un saludo, Enrique.
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