"... sólo un 16% de los españoles lucharía en
defensa de su Patria..."
Lo decía un pavo desde la otra cara del televisor,
correctamente vestido, sin espinillas y peinado según la última tendencia,
mientras leía en el teleprompter en lo que imitaba ser un espacio informativo
serio, entre la crónica del IV Concurso del Mejillón gallego y la Miss Camiseta
Mojada 2014.
- ¿Un 16%? Mucho me parece -ha vociferado Íker, a punto de atragantarse de tanto alpiste como tenía en la boca -. El ejército... la
patria... ¡Eso es de fachas de Franco! Además, ¿quién coño va a querer
invadirnos? ¡A nosotros, que estamos en la puta ruina!
Íker se ha bebido el quinto de un trago. Acaba de llegar al
bar tras finalizar su entrenamiento con un equipito del extrarradio. Lleva más
de diez años dándose barrigazos, pero todavía hoy, el muy fanfarrón, se las da
de estar a un paso de la gloria. Vendrán los ojeadores, me verán tocar el
balón... y, ¡voilá!... a forrarme de pasta y chochetes...
- Ooooo... Chochetes... -ha canturrajeado Sebas con la
mirada perdida y salivando como el que acaba de oír hablar de una mariscada
pontevedresa, olvidando si tira a lisas o rayadas.
Todos hemos levantado la vista del tapete, rumbo a la fantasía
que se dibuja en todo techo, imaginando la vida fácil de la patada al balón: vida
de fama, vida de gloria, ser conocido allá donde se vaya, con eternas filas de
gente dispuesta a besar el suelo que pisas, marcando tendencia con tus gafas,
tu cochazo, tus sacrosantas ideas... Cinco chavales de 22 años soñando
ilusiones ilusas, dispuestos a comerse un Mundo del que todo desconocen.
- No me jodas, Sebas. ¿Tú te ves pegando tiros?
- ¿Pero tiros contra quién? ¿Contra los políticos? Porque
mira que ahí sí que me veo, eh... Con una metralleta -hace el gesto con los
brazos tensos, estilo Tony Montana- limpiando a todos esos ladrones de mierda.
Ra-ta-ta-ta-tata...
- ¡Vete a la mierda, Sebas! Muchos ricachones muertos pero
luego, a la hora de la verdad, si tú estuvieses en el lugar de esa gentuza ibas
a robar más, cabrón -le espeta Hugo, guiñándole un ojo cómplice. Los dos se
conocen bien... todos nos conocemos bien y sabemos de qué pie cojea cada uno de
nosotros-. Aunque no creo que la encuesta vaya por ahí. Es más bien como ha
dicho Íker. "Luchar en defensa de la Patria", ha dicho el de
las noticias, ¿no?
- Exacto.
- Da igual. Como has dicho, mucho me parece, un 16%. ¿Una
guerra? ¡Vaya idiotez! Lo que deberían hacer es dejarse de tanta "España"
y tanta "Patria"; dejar de gastar tanta pasta en un ejército
que no sirven para nada, sólo para que los cuatro de siempre se llenen los
bolsillo con tanta comisión. Menos submarino que no flota y más ayuda a los
niños que se mueren de hambre, coño. ¿No son tan patriotas? ¡Patriotas de hojalata,
es lo que son! Además, ¿estando la puta OTAN para qué tanto "glorioso
ejército español"?
- Oiga, ¿está el enemigo? -dice Carlos, el cómico de la
pandilla, poniéndose la Nike en la oreja, como un mal imitador de Gila -. ¿No? Pues
dígale que se ponga, que queremos un imperio.
- Gilipollas.
A pesar de conocernos desde el primer curso de guardería, no
podría decir si se ha enfadado o no. Hugo siempre está soltando retórica y más
retórica, cantándonos las bondades por las que hemos de trabajar nosotros,
"los jóvenes de Iberia", para alcanzar ese Mundo que él cree
posible... sin fronteras, sin tabúes, sin Ley, sin Dios, sin Patria.. pero con
mucho "rock' n' roll" y mucho libertad en su versión más
libertina... Escuchas sus palabras y, tras la tercera cerveza, incluso llegas a
creerte lo que sale de la boca del tipejo este, que jamás ha ido a la escuela y
apenas sabe que su nombre empieza por "h". Pero tiene labia, y
es resultón... psss, hasta hizo las pruebas para "Mujeres y hombres...",
no digo más... y la gente lo escucha porque habla claro, bonito, fácil de
entender. Si supieras el lastre que conlleva toda esta mierda, sigue sermoneando
mientras espera turno para meter la bola 8, el atraso histórico que
representa, las tradiciones arcaicas que conlleva la milicia, la jerarquía,
matar o morir, el Todo por la Patria... ¿para qué?
- Hombre, imagina. Con 20 años y marchar a la guerra, a que
nos revienten de un bombazo por la espalda. ¡O quedarnos paralíticos! ¡Qué
dices!, no podría soportarlo. Me pego un tiro. Y todo para que otros, detrás de
sus despachos, apuesten mi vida para colgarse una medalla.
- Las guerras son una mierda, tío -ha sentenciado Felipe,
que no ha podido evitar abrir la boca. Rara vez mete baza a menos que hablemos
de drogas, de libros o de este o aquel escarceo amoroso-. Es normal que diga
eso la encuesta, Íker, y más con este panorama. Tú... no, no, mejor yo, mejor
yo... ¿tú crees que yo me jugaría la vida por esa gentuza que nos gobierna? ¿Tú
confiarías en ellos? Pensar en lo traidores que son en tiempos de paz y cómo se
comportarían en tiempos de guerra me da escalofríos. Te piden entrega hasta el
final, hasta la muerte... ¿y ellos? ¿Lo harán, llegado el caso, o recularán
como hacen ahora, siempre cediendo y marchitando esa Patria que tanto dicen
amar?
Ha entrado una chica al bar, Sebas ha metido la última bola
en el agujero erróneo, hemos apurado las birras y enfilábamos la puerta cuando,
desde la barra, un tipo grande, más de metro ochenta, gruesa panza, delantal
blanco a juego con la camiseta imperio y puro apagado entre los labios...
- .... pssss, pssss, vosotros... sí, vosotros, atended,
atended. En este país, España, somos cuarenta y tantos millones de tíos. Un 16%
son alrededor de cinco millones, ¿entendéis la operación? Cinco millones. Cinco
millones de españoles dispuestos a dejarse matar por la Patria. Si supierais
algo de la Historia de vuestro país y su profunda, y eterna, gloria militar,
entenderíais que con cinco millones de bravos guerreros, España tiene más que
suficiente para arrasar hasta al último "Power Ranger" con los
que jugáis a muñecas o a ser héroes de cómic. Cinco millones para dar ese paso
al frente que garantice que niñatos como vosotros oséis dar lecciones de cómo
funciona este puto Mundo raro. Cinco millones para que no se interrumpan
vuestros programas de TV favoritos, los cómicos nauseabundos que adoráis puedan
seguir haciendo los chistes que tanto os hacen reír o las frescas esas con las
que os magreáis puedan seguir enseñando cachete en la biblioteca del instituto
miserable donde os enseñan a ser unos cobardes llorones para los que, la buena
muerte no es más que matarse a pajas. ¿Vosotros? ¿La guerra? Id a ponerle una
velita a la tumba de Lennon, id. Pero cogeos de la mano, juntitos, no os vayáis
a perder por el camino.
La puta. Nadie ha dicho nada, pero yo, disimulando una incipiente sonrisa, me he quedado con la
dirección de este extraño bar al que jamás habíamos entrado antes. La he
apuntado para volver. Este camarero tiene una ronda pagada.
7 comentarios:
Muy bueno, don Herep. Excelente artículo y muy realista. De lo mejor que te he leído.
Y la terminación con el discurso del camerero es la puñetera realidad de lo que es este país : una caricatura de lo que siempre ha sido.
Luchar por la Patria,y frente a cualquier invasor.Bueno eso dependeria de los huevos bien puesto que tenga cada hijo de vecino.En mi caso,mi espiritu legionario no diria que no,saludo Maestro de la buena prosa,
El hecho heroico de coger las armas precisa muchas veces de un buen general que vaya al frente de la tropa, corriendo los mismos riesgos que ella. Si Mariano juega ese papel, yo le sigo. Si no, pues eso...
Hay muchos camareros como el de esta historia, Javier, pero acostumbran a ser gente tranquila, relajada, que disfruta de lo que va dejando la resaca.
Supongo que, en muchos casos, son ellos el pilar sobre el que se sustenta el teatro en el que ha derivado España.
Un saludo.
En caso de invasión veríamos en qué queda ese 16%, pero tanto por arriba como por abajo ya que, aunque muchos traicionarán la palabra dada, otros tantos, tras abrir los ojos a la realidad, tomarán el camino contrario.
Por suerte vivimos tiempos de paz. Si soplasen otros aires la cosa sería diferente.
Un saludo, campeón.
Si no hay buenos generales, competentes, con una idea clara y justa, la cosa estará más negra que el carbón...y se corre la suerte de quedarse abandonado en el frente.
Un saludo, Reinhard.
A la hora de la verdad, ese 16% de íberos dándole al Máuser defendiendo su terruño me parece una cifra exagerada. Ni la mitad, oiga ustezz,….y o mucho me equivoco o la mitad de esa mitad estaría compuesta de civiles en paro y de jubilados como yo a los que nos importa una mierda espicharla en acto de servicio en vez de palmarla en una puta sala de Urgencias de la Seguridad Social.
Y respecto a los mandos militares españoles, pues eso,…que lo que es matar, matar,….saben lo que no está escrito. Sobre todo si se matan entre ellos mismos.
Disculpa el retraso en mi comentario, pero estos días ando un poco chungo.
Un abrazo, querido Herep.
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