Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

26 mar 2014

Estática


¡Súper seis uno, cayendo. Súper seis uno, cayendo!...

A quien no le suene esta exclamación cinematográfica, decir que pertenece a una de las obras de Ridley Scott, ese director de cine americano... sí, sí, americano. ¡Pobre Academia española, ohhh!... conocido por ser el padre del octavo pasajero. Cuando pasamos la vista por los títulos de la videoteca del Cuartel General y tropezamos con la "R", jamás avanzamos más allá de Alien... impidiéndonos, tamaña tara, llegar hasta las Puertas de Tannhäuser... pero el otro día, despistados, el extraterrestre quedó atrás...

... posándose, el dedo, en la película Black Hawk derribado. ¿Recordáis? Un helicóptero de los marines cargadito de militares, unas guerrillas con RPG's... tiros... cohetes... un par de pájaros cayendo... Súper seis uno, súper seis uno... Total: un helicóptero derribado y un tumulto de soldados en zona hostil, rodeados por otro tumulto de etíopes con ganas de coser a machetazos al diabólico "hombre blanco".

Deciros que la vimos el otro día. Fue en la Sala X, tras obsequiarnos con una buena cena antes de las maniobras "Bikini-Eco2". Café, copa... y película.

Y un cubata... ¡fiesta grande, va!...

Quizá por eso, ya desde la primera escena, no me cuadrara muy bien el tempo de la película. La hemos visto muchas veces, pero había algo extraño. No sé. Los militares y sus trajes oscuros... esos helicópteros que más bien parecían furgones... la extraña indumentaria de los rebeldes, tan abrigados con sus bufandas y pasamontañas... unas banderas que me eran conocidas...

Todo muy raro. Sentados en nuestros butacones, nos mirábamos los unos a los otros preguntándonos a nosotros mismos, ruborizados por la vergüenza, dónde había quedado nuestra anterior resistencia al beber, recuerdo de juventud... anhelo de juventud...

... hasta que, azuzando la vista, descubrí que la película estaba rodada, en su totalidad, durante la noche. ¡Ah, no! ¡Eso no! Lo recuerdo perfectamente. ¡La acción sucede durante el día!...como todo en África. En África siempre es de día. ¿Entonces? ¿Qué estábamos viendo en la pantalla de tropecientas pulgadas? Nadie entendía nada. Veinte minutos viendo a un grupúsculo de lo que creímos soldados... resultaron ser policías... recibiendo estopa de manos de una turba de antisistema... que creíamos bárbaros del África de los niños soldado.

Pedradas, patadas, palos, petardos... unos silbadores que iban dejando una estela de chispas igual que dejan humo los proyectiles de los RPG... más pedradas... más, más, más... y mucho jaleo. Muchos gritos, insultos, flashes de medio millón de cámaras fotográficas, sirenas de ambulancias y coches de bomberos perdidos.

Asistíamos a la juerga final de las manifestaciones del 22M, en Madrid. Un tsunami de marchas partida de diversos puntos de España y que, ese día, convergían todas en las calles de la Villa. El Mono Vera...

esto sí fue culpa de la bebida

... hizo como que le daba al "play", pero no. La cinta con la película permaneció estática. Las alucinaciones en la estética de la película no eran obra del alcohol. Aquello que contemplaron nuestros ojos no estaba dirigido por la batuta de Ridley. Sucedía. Era real... y la zona hostil eran las avenidas de la Mogadiscio de Mariano Rajoy, el Iluminado.

Por lo que he ido leyendo desde que tuvieran lugar los acontecimientos, se ve que los policías también reclamaron ayuda a la base, tal y como hacen los marines en la película. En este caso, nuestro Servicio de Inteligencia no ha podido hacerse con copia de las grabaciones, pero podemos imaginar que vendrían a ser algo así:... "Bajen rápido, bajen rápido. Subgrupo acorralado"... "90-90.90-90. Nos apedrean"...

En la cinta de Ridley, hasta un general se arremanga la camisa, metiendo mano en el asunto con la intención de traer a sus chicos a casa. Ni estrellas, ni galones, ni leches. Quizá existan un millón de normas que, de resultas de su acción, acarreen la guerra termo-nuclear-bacteriológica con la otra u otras potencias hostiles... pero el tío lo hace, se la juega, actúa como un general debe hacer para con sus tropas.

Aquí, en el Reino de España del Gobierno de Mariano Rajoy, el Iluminado... y su camada de Ministros a la espalda... sí, sí, tú también, Ministro del Interior, no te escondas más, va... permanecen mudos detrás de la línea. Estática total al otro lado del teléfono. Mutis, que la niña duerme. Lógico. Iba, la pobre, a comerse el Mundo, y mírala en qué ha quedado.

De resultas, un puñado de policías a la enfermería con brechas abiertas, contusiones varias, ansiedad galopante y tres o cuatro bajas por depresión. Eso el sábado. Hoy, en alguna de las cien universidades españolas que no están en ninguna lista de "excelencia", los incidentes han vuelto a sucederse. Jornada de huelga, un puñado de etíopes agitando machetes, y la facultad cerrada. Luego, cuando llegan los antidisturbios, el típico "fascistas, fascistas", o el acojonante "fuera policía de la Universidad". 

Tres o cuatro dientes por los suelos, una baja más por depresión y, al otro lado del cable, ¿qué?.... ¿Adivináis?... Pues eso, estática.

Supongo que debe estar, la centralita de La Moncloa, saturada por tanta charlatanería parvularia del Consejo de Sabios del Partido Popular. No nos conviene crispar, no nos conviene crispar. Aguantad, aguantad. Y los policías aguantan como aguantó, hace unas semanas, la Guardia Civil en Ceuta y Melilla. O como aguantaron hace unos meses, en el episodio Gamonal... o hace un año o dos, cuando los ajetreos del "Rodea el Congreso" y demás pijadas... o con la Royal, en aguas de la Bahía de Algeciras...

Dicen que el Gobierno no ordenó una actuación acorde a la situación porque quería lavar su imagen de duro... sea lo que sea eso de "duro". Por eso callaron los mandos, dejando abandonados, a su suerte, a los maderos acorralados por las turbas. Había una misión de observación del Organismo Papanatas, dirán para intentar escurrir el bulto, cuando todos sabemos que al PP, hacer uso de la coacción del Estado con propósito de cumplir la Ley, le produce una colitis aguda, agravada ante la acusación de los "demócratas" de toda la vida... siempre reconocibles por sus loas a la URSS, El Frente Popular, la Columna Durruti y las diecisiete banderas secesionistas habidas... y por haber. 

Peligrosa dejación es esta, Monos.  

Peligrosa porque si los policías... o los marines que cayeron en Mogadiscio... supieran del abandono y traición de sus oficiales, pocos serían quienes desearan formar parte del cuerpo, quedando el Estado de Derecho al arbitrio de cualquier turba armada con piedras, palos y cámaras de fotos ávidas de protagonizar el enésimo escarnio revolucionario de los hijos del Padre de los Pueblos.

Los quince minutos de gloria en la TV molona están más que asegurados. Para los unos y para los otros. Agredidos o agresores, los cortafuegos van saltando y la Involución democrática avanza a paso ligero. Quienes mueven los hilos allá arriba, en sus urnas de cristal, viendo la jugada de las insulsas tropa de masais idiotizadas con tanta propaganda totalitaria, echan humo de tanto frotarse las manos, imaginándose tres o cuatro décadas más de Poder absoluto.

Los peones... blancos o negros... acostumbran a ser sacrificados.


¿Oigan? ¿Oigan? El súper seis uno ha caído.

6 comentarios:

Tellagorri dijo...

Como siempre, muy bueno, Herep. Realista y duro como se merece esta situación de cafres y cobardes.
Felicitaciones.

Javier dijo...

Lo bueno que tiene el haber conseguido la mayoría absoluta es que siempre se puede utilizar para ir en contra de quien te la dio. Menos mal que el único gilipollas que hay en España soy yo porque todavía no me di cuenta.

Un abrazo.

Maribeluca dijo...

Pura guerrilla urbana de manual comunista, aunque todavía hay quien se resiste a verlo...el populismo facilón que ha encontrado chivos expiatorios desde todas las orillas está causando estragos en la percepción de la población y esa falta de apoyo también influye en la toma de decisiones políticas.

Si algo se hizo mal en el despliegue operativo y debe rodar alguna cabeza que ruede, pero yo a estas alturas de la película tengo muy claro que hágase lo que se haga estará mal...con lo de Gamonal por ejemplo había gente normal y decente que se tragó hasta la bola que la Policía estaba agrediendo a ciudadanos inermes a causa de la propaganda, y el discursito recurrente de "lacasta parriba, lacasta pabajo" y lo autoritaria que se prevé la nueva Ley de Seguridad Ciudadana etc, con la burrada del otro día nada menos que un servidor de las fuerzas del orden recto y cabal me saltó en el Facebook que no podía generalizar así sobre esa gente buena que se manifestaba por cuatro cafres como si sus lemas y sus banderas no destilaran odio e incitación al delito...estamos caminando por el filo de la navaja.

Herep dijo...

Duros fueron los adoquines que lanzaban contra la policía, Javier... y dura es la cara de quienes todavía hoy salen en defensa de los cafres y cobardes.

Duro panorama, sí señor.

Un abrazo.

Herep dijo...

Muchos cayeron en el error, Javier, no se mortifique.
Es costumbre, dentro de la derecha española acomplejada, arremeter con más bravura contra quienes comparten ideas comunes, mientras que con los adversarios se mantiene una postura de servidumbre y sumisión.
Mucha chulería con los tuyos, y sobrada cobardía con los enemigos.

Un saludo.

Herep dijo...

Siguiendo el hilo de lo que comentas, Maribeluca, decirte que mientras sucedían las manifestaciones en Madrid, asistíamos a una cena con amigos. Observando la TV, me preguntaban si no era "legítimo" acudir a las mismas viendo los desastres que estaban sucediéndose en España.
"Yo soy el primero que cree que deben cambiarse muchas cosas", contesté, "pero jamás me manifestaría bajo esas banderas de ahí, pues sé qué representan. Además, ¿dónde están las banderas de España, el enfermo a sanar?"

Pues eso. Todos quieren cambiar el país, pero el cambio que ofrecen algunos a un servidor no le interesa nada.

Un abrazo.