Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

26 dic 2013

Carne fresca barata


Rápido, rápido... estas líneas son rápidas, centelleantes, relampagueantes como el reo a la fuga...

... porque hoy, esta mañana, antes de marchar a otro banquete familiar previa solicitud del permiso pertinente al Comandante de Guardia, he estado revisando varios papelajos de esos que pululan por la Red.... Uuuuu, La Red.... y, alucinando, he cerrado los ojos y, por millonésima vez en mi vida, he vuelto a vivir ese período mágico en la vida de todo mortal que se precie: la época dorada... la juventud eterna... los años que van desde la mili hasta esa madrugada en la que, solitario en un portal, te das cuenta que el cuento acabó, dejándote tirado en la cuneta.

He cerrado los ojos y...

... he amanecido en aquel mismo país, piel de toro, pero con algunos cambios. Las pasiones juveniles de todo adolescente macho, recitadas una vez tras otra en el atril que cede toda barra de bar, pub, discoteca o aula escolar, se hacían realidad, materializándose para uso y disfrute de este que les habla... macho... y los demás que escuchan, interfieren o se frotan las manos.

Porque... ¡Oh, Monos!... la mujer de aquella época, predecesora de la actual, se ha liberado en el sueño de mis recuerdos... y nosotros, tristes galanes con acné juvenil, dejamos nuestras manuales zambombas particulares para, flotando en el jardín del edén de los pechos y las vaginas, no dejar de frotarnos los ojos ante el manjar que ellas, antaño celosas de sus tesoros, muestran en la nueva parada del mercado de la carne fresca inaugurado tras la liberación sexual. Todo gratis, por supuesto.

¿Quiere usted, señor, una almeja en su jugo? ¿Pequeños melones, quizá?
¿Están frescas, las chirlas? ¿Los melones, verdes son?

Y así, de esta guisa cerrados los ojos e imaginado ese mundo feliz, mis amigos y yo bailamos la conga, la yenka a cuatro patas y una particular versión del zapateado country americano, violines inclusive. Ahí, dando brincos, los cinco jinetes del Apocalipsis, llorando de alegría entre ríos de alcohol, tabaco y demás especias de guardar. ¡La vida es un anillo de fuego, Johnny... y las mujeres, liberadas, ofrecen sus coños en el mercado, amigos! Rosas, azules, rojos, de gruesos morros o labios finos, limpios, sucios, perfumados, inoloros... incoloros... peludos, rasurados, chistosos, serios...

...morrocotudos todos, los coños que se ofrecen, pues la mujer, liberada, se regala según dictan los cánones de la oficialidad feminista de los tiempos modernos. Su tesoro, su virginidad entregada como acto consciente, quedó atrás, encerrada en la cueva de la prehistoria, con los míseros cavernícolas. Ahora se estila el vídeo amateur por cuatro perras, el porno casero, la muesca en el interminable tacón con la que se contabilizan los pollazos recibidos, el paquete de Kleenex en el bolso, la pastilla del día después, sección "lo que el ojo no ve"...

Mujeres convertidas en tíos... machos alpha, folladores natos, sembradores de matojo, podadores de inocencia... Inocentes e idiotas, las jóvenes brujas, creen el rollo feminista de que ellas podrán ejercer como hacen los peleles de pene colgante, escapando a la fuga, sin responsabilidad alguna una vez pusieron los 1000 kilómetros de distancia... olvidando que su cuerpo... el cuerpo de la mujer... es un milagro... procuradora de Vida... un regalo de los Dioses, allí en su Olimpo... fuente de feminidad, de madurez... de eso que, a los hombres de bien, tanto gusta... y tanto buscan en la compañera de viaje.

Cierro los ojos y vuelvo a los dieciocho, imaginándome rodeado por sexos devoradores de hombres, amén de tetas por doquier... labios carnosos, besos en los portales, en los jardines, en el asiento trasero del autobús escolar... Y es una paraíso de fornicio a gusto del varón, macho alfa. Un cheque en blanco en un burdel consentido. Un regalo para todo hombre básico, alocado, sobrecalentado, descontrolado a nivel hormonal... como nosotros, por aquellos días de nuestra época, en la que sobraba el vino pero de rosas andábamos algo escasos.

Lo imagino, y me entran ganas de bailar en bolas.

El feminismo, cainita para con las mujeres, es un regalo para los hombres.

Bien podría jurarse que fue inventado por una polla.

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NOTA. Siento el lenguaje soez, y más por estas fechas, pero... Uno no es de piedra.

6 comentarios:

José Luis de Valero dijo...

Joer tronco, hoy tas levantao marcando el as de bastos bajo las mantas,…hay que joerse….y sin embargo yo me he levantao con estos cuatro pelos que me quedan alborotaos, y el moquillo colgando. Endespués una ducha templá pa ver si por un casuá se ma activan de una puta vez la totalidá de los vasos sanguíneo del nabo, y suspenden la huelga de celo.

Menos mal que en leyendo tu ensíclica sexuá san despertao de nuevo. Pero ahora no sé qué hasé, carajo…..a mi parienta ni proponérselo siquiera, que iguá me infla a hostias y me dise que soy un salío mental…..Y por otra parte ni pensá en ir de puta, que estoy constipao y echá un porvo entre toses y estornúos, como que no mola….
O sea, que en leyéndote, mas puesto en un compromiso, joé

Tellagorri dijo...

Que no te quepa duda de que las que han salido perdiendo son ELLAS : ahora tienen que trabajar como antes sólo los hombres, y para colmo el invento es de una lesbiana.

Javier dijo...

Hablas de "los cinco jinetes del Apocalipsis", supongo que por error pues, salvo que yo me equivoque, creo que son cuatro: El de la peste que monta caballo blanco, el de la guerra que monta caballo rojo, el del hambre que monta uno negro y el de la muerte que lo monta bayo. Por lo demás no tengo nada que decir, todo correcto, vamos.

Un abrazo y ¡Feliz Navidad!

Herep dijo...

Querido José Luís, si me permite unos minutos, buscaré en la agenda telefónica el número de un experto en sexo tántrico, método que, viendo sus necesidades sanguíneas, puede venir que ni pintado.
No se prive, dada la proximidad del año nuevo, de despedir este que acaba con alguna alegría.

Un saludo.

Herep dijo...

Acostumbra a suceder que, seguido por un justo ideal, multitud de inocentes que, como los tiernos corderos, son arrastrados por los matarifes del matadero.
Hay ejemplos para aburrir.
Este, otro más.

Un saludo, don Javier.

Herep dijo...

No te equivocas, Javier. Eran cuatro jinetes... pero por aquellos tiempos de juventud alocada, éramos cinco. Uno cayó hace unos años, aunque permanece en nuestro recuerdo.

Un abrazo, que tengas unas buenas fiestas y un próspero 2014.