… y ese sueño se cumplió.
Lo recuerdo perfectamente, siendo yo muy pequeño… un mocoso que apenas se había separado de la ubre de mi santa madre, cuando tropecé con un periódico amarillento, unas horas rugosas y salpicadas por mil gotas de aceite de girasol… un folletín antiguo, con el que mi padre había estado envolviendo el bocadillo durante toda una semana.
¡Ah, mi padre…! La última cosa que hizo fue balbucear el significado de aquellas palabras que aparecían en la foto del rotativo, con su vocalización atropellada, dubitativa… inculta, pero envidiada por todos en la aldea, nido infecto de analfabetos. I- I ha-ha-ha-ve… I have a drin… ¡I have a dream! Yo tengo un sueño, morenito… Eso dice… Eso fue lo último que hizo, mi padre. A la mañana siguiente, como si también él hubiese tenido un sueño, se marchó antes del amanecer, con una mocita de dos calles más allá… de esas que sirven agua de coco en las esquinas y bambolean sus caderas al son de las maracas de Machín.
Antes de aquel día había soñado mil y una aventuras, pero a partir de aquella revelación divina… después de observar aquel retal en el que un negro aparecía sobre un atril retozando sobre su sueño… mis noches se vieron alteradas y mi subconsciente se quedó anclado en una misma idea.
Triunfar… convertir mi sueño en realidad… vivirlo…
Indagué.
Una tarde me presenté en una de las oficinas de atención al ciudadano y
pregunté qué podía yo hacer… qué camino seguir… ¿ayuda?... Entonces apareció
ella, Urania, una señora entradita en años, y en carnes, muy agradable que me
habló del “sueño”… Eso es algo del Imperio, mi amor. Inventos del Mr.
Danger. Su corrupto estilo de vida, sabrosón. Tú no te alteres, y vente por la
oficina todos los jueves por la tarde, a las pláticas que organiza el comisario
De la Rúa.
Así hice
durante unos meses. Luego, al cumplir la mayoría de edad, dejé atrás los
jornales del patrón y, haciendo el petate, me despedí de mi madre, siempre
llorosa, para afincarme en el edificio de la Asociación, en la calle Antigua
Misión, en lo que antes había sido un monasterio franciscano. Mientras viví entre aquellas paredes, el sueño de aquella tarde infantil empezó a cobrar forma. Atrás quedaron las penurias en el campo, las largas noches en las que me despertaba la hambruna y el frío que se colaba por las puertas, las lágrimas de mi madre despechada, las borracheras del ir y venir de falsos padres… Empezaron a dibujarse las risas de los camaradas, los cánticos grupales, los pellizcos en los traseros de las chulapas… Comprobé que el rojo, además del de la sangre, también es el color del vino, de la fruta fresca y de la Revolución. Me envolví con él y así, impregnado de buenas palabras, disipé el humo del subconsciente y construí mis sueños con sólida argamasa. Ladrillo a ladrillo. Cuello a cuello. Grito a grito… asiendo con fuerza la más poderosa de todas las armas revolucionarias: la mentira.
Sí. Yo tuve un sueño… y lo cumplí. Ahora, mientras me encamino a la capital del que ha pasado a ser mi país, acabo de cruzarme con un cartel propagandístico donde se veían las mismas letras que la buena de Urania me mostró aquella tarde… American way of life… en la revista imperialista que De la Rúa guardaba en el cajón de su despacho. Nunca supe qué querían decir. Mejor aún… jamás he aprendido a leer, ni a escribir, aunque soy ducho en el arte de las sumas. Leer… escribir… ¿para qué? Mírame, Urania… Soy Presidente del Gobierno de mi Gran República Revolucionaria. Salí de los campos de coca, de la mugre y del barro para, hoy, pasearme en limusina con esta banda que me cruza el pecho y este cetro que decora mi mano. ¿El trabajo? ¿El sacrificio? ¿El riesgo? Eso es cosa de idiotas, mulata. Cosa de falsos moralistas… de supersticiosos…
Cosa de gente honrada.
6 comentarios:
La vida es un sueño, aunque en España la vida es un sin vivir. Supongo que en cualquier momento ésto cambiará o eso espero, pues las pesadillas llenan los sueños de todos los españoles.
Que sueño mas realista has tenido.Yo a veces tambien sueño que la corrupcion ha dejado de existir en nuestra nacion.Ya ves soñar no cuesta dinero,un abrazo,
http://www.elblogsalmon.com/respuestas/para-cuando-veis-la-salida-a-la-crisis
Espero que cambie, Doramas, aunque ten por seguro que la #Casta hará todo lo posible para que el tinglado quede intacto.
Regeneración y demás monsergas, pero que su chiringuito no se toque.
¿De qué iban a vivir, sino?
Un abrazo, canario.
Espera, Agustín... bueno, tú no, que estás lejos, pero por aquí, en el momento menos pensado, nos sale Montoro metiéndole un impuesto a la imaginación.
Todo está permitido con tal de no recortar el gasto.
Un abrazo allende los mares.
Cati Sierra, bienvenida...
He entrado al blog salmón. No sé si es tuyo o no, pero es interesante.
A la pregunta, ¿cuándo veis la salida de la crisis?, contestaría que si no se sale de la decadencia general en la que vivimos, poco haremos en materia económica.
Un saludo.
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