Eran las siete de la mañana (o sea, las seis solares) y
hacía un frío respetable en el cementerio. El guarda nocturno, bostezando sin
parar, rebuscó en el bolsillo del pantalón
el juego de llaves mientras apartaba las docenas de rosas y coronas que se
amontonaban a las puertas del panteón. Aunque habían pasado apenas tres días,
muchas ya se habían marchitado abandonadas en aquel clima de tristeza y
soledad.
Construido a toda prisa por una horda de paletas
subsaharianos, el pequeño edificio se levantaba orgulloso entre tumbas
monocolor y fosas en las que el tiempo había borrado cualquier tarjeta de
presentación de sus eternos inquilinos. De roja arcilla, cinco muros se
levantaban en forma de estrella, coronada la obra por una deidad extraña,
desconocida para el analfabeto afortunado del turno de noche. El rostro del
nuevo santo, afilado y con una graciosa perilla, poco parecido guardaba con las
imágenes que, allá por su niñez, recordaba haber contemplado en la antigua
parroquia del Santo Patrón.
Pero la puerta del panteón estaba abierta.
Pero la mole de granito moldeada con la figura del difunto
estaba desplazada.
El guardián sintió cómo el cigarrillo de liar se desprendía,
silente, de sus labios. Fueron unos instantes tan sólo, pero no anduvieron faltos
de angustia. Alguien había abierto la tapa interior, colocándola justo al lado
del bloque granítico. No se observaba rastro alguno de violencia… ni astillas…
ni bisagras desgajadas…
Nada, y eso, a nuestro guardián, le provocó un frío
torrente de sudor espalda abajo. Cuando recuperó el dominio de sus temblorosas
piernas, se asomó al interior del féretro de piedra y, presa de un poderoso
llanto, cayó de rodillas emitiendo un sonido hueco.
- ¡Ha resucitado! ¡Ha
resucitado!
El grito parió mil hijos que, en forma de eco, hicieron
retumbar las paredes del panteón. Tal espectáculo sonoro, pero, no fue
disfrutado por el encargado del turno de noche que, por aquellos momentos, ya
corría sendero abajo como alma que persigue el diablo.
- ¡Ha resucitado! ¡Ha
resucitado!
---
Eran las 07:30h cuando Joaquín entró precipitadamente en la
suite del Ritz en la que, un par de horas antes, había dejado descansar a su
musa. Varias medallas amarillentas en su camisa y una bragueta a medio abrochar
eran muestra palpable de que aquella había sido una noche muy larga. Ambos habían
asistido a un especial televisivo para conmemorar sus cuarenta o cincuenta años…
ya no lo recordaba muy bien… en el mundo de la cultura y, como todos podréis
imaginar, ese tipo de veladas hacían que uno rejuveneciera, de golpe, veinte
años o más.
Pero por mucha experiencia que el maestro acumule, siempre
llega el tan temido bajón. Aquella mañana, pero, Joaquín se había separado de
sus gafas de sol y sus ojos, cosa extraña, presentaban un enrojecimiento que
poco tenía que ver con la ingesta de alcohol y el abuso del polvo de ángel.
- ¡Ana! ¡Despierta!
¡Ha resucitado!
- Mmmmm… ¿qué pasa?
¿Qué hora es?
El sonido de una persiana mecánica inundó la estancia de una
fría luz otoñal, regalando la visión del escultural cuerpo de la amante eterna.
Con gesto pausado y felino, un cuerpo de mujer se estiró sobre las suaves
sábanas de satén, recargando de vida una piel que, a pesar de la madura edad,
conservaba la tensión y elasticidad de la niñez y el bisturí.
- ¡Ha resucitado, Ana!
Ha resucitado…
- ¿Qué?... ¿Quién?...
–musitó la artista que, al contemplar la expresión bobalicona de su interlocutor,
sospechó que aquella nueva visita nocturna nada tenía que ver con la
inquebrantable amistad de Jack Daniel’s -. ¿No
me estarás diciendo que…? ¡Pero eso es absurdo! ¡Increíble! ¡Milagro!
- No, Ana. Acabo de
recibir la llamada del camarada Cayo. Dice que el viejo del cementerio le ha
confirmado que alguien ha abierto el sarcófago. Desde dentro.
- Virgencita pura…
Déjate, déjate. Tratándose de él, no debemos descartar nada. ¡Tráeme las Obras
Completas de Josefo!
Tras esto, los dos guardianes de la noche se postraron de
rodillas en el cálido suelo enmoquetado de la suite y, posando su mano
izquierda sobre el ridículo pesaje del libro, recitaron el credo… y luego
cantaron el himno… y recitaron, de nuevo, el juramento.
---
El sufrido estómago del Secretario General no paraba de
mugir mientras los papeles de brillantes colores revoloteaban a su alrededor. La
noticia le había pillado en la cafetería, segundos antes de hincarle el diente
a una panceta bien grasienta acompañada por dos huevos fritos de corral. Próximo
al pasmo, la excitación había mantenido bajo control el apetito, pero su
estómago no atendía a pasiones que no fueran acompañadas de jugos gástricos. Con
él no había cabida para jugar al escondite.
Pero no podía parar, y lo sabía. Cuando abrió la puerta, su
colega ya estaba desgastando el firme arriba y abajo.
- ¿Lo has oído? ¿Te ha
llamado el Moro?
- Sí. Ahora mismo. Es increíble.
Increíble. Vamos, va. ¡No hay tiempo que perder!
Eso había sucedido hacía diez minutos. Minutos que al
Secretario le parecieron horas. Miró hacia las estanterías del fondo. Tenían
trabajo para rato. A pesar del esfuerzo de todos y cada uno de los liberados
que había en el centro, aquello iba a llevarles horas. Días.
- Capitán Pescanova,
esto es un trabajo de negros.
- Ni que lo digas,
Osezno –contestó. Unas gotas de sudor se ahogaban entre las profundidades
de un propenso bigote canoso-. En Lope de
Vega estamos igual, pero allí andamos como locos en busca de sacos. Una locura,
camarada. Algo increíble.
- Es increíble,
camarada. Ha resucitado.
Quedaban menos de cinco horas para la una de mediodía. Tenían
que darse prisa. Toda la información que
podáis. La orden era clara. Había que recopilar todos los datos de los
ciudadanos de la capital… de la provincia… de todas las provincias… Gustos,
aficiones, a quién habían votado en las anteriores elecciones, si participaban
o no en las elecciones al comité de empresa… equipos de fútbol, inscripciones a
Pilates, aquagym… Todo. El Comité… ¿el
Comité? Ostia, qué rápido va todo… necesitaba cuantos más detalles mejor.
Había llegado el momento de hacer la criba.
- Tendíamos que haber
digitalizado toda esta hojarasca cuando estaban aquí los de prácticas, Osezno.
¿Recuerdas que lo hablamos? Les decimos que nos piquen esto, y listo… ya tienes
echas las prácticas, currelas.
- Claro, Capitán
Pescanova. Lo recuerdo –dijo el Secretario General -. Su puta madre. Yo no estoy hecho para doblar el lomo así, camarada…
pero va, no nos liemos a cotorrear y sigamos. Algo me dice que hoy va a ser un
gran día, camarada. Un día espléndido. Nos ha tocado la lotería, amigo. Una señal.
Debemos estar a la altura. Somos los elegidos para capitanear esto, Capitán
Pescanova.
Y los dos, mientras volvían a jugarse el pellejo entre los
criminales filos de los folios de papel, estallaron en una sonora y profunda
carcajada, liberados de todo temor y duda.
Liberados, al fin.
---
12:55h.
La una menos cinco. El Secretario Secretario Secretario
General… este sí… no deja de mirarse, compulsivamente, el Tag Heuer de la
muñeca. La sala del Ateneo está repleta. Sigilosamente, permite a su cerebro
una muestra de agradecimiento en favor del creador del móvil, de WhatsApp, del
Face… De otra forma habría sido imposible contactar con tantos en tan poco
tiempo. Más a sabiendas de la afición al tumulto y al escapismo imperante entre
las filas de la Organización y sus cien hijas legítimas e ilegítimas.
En primera fila, en sitio de honor, están los ancianos
desterrados, repatriados y, de nuevo, desterrados. Tienen tantos kilómetros a
las espaldas que apenas pueden cargar con su propio peso. Los abuelos, tan importantes
soltando charlas a la juventud. La juventud. No podía faltar. Al fondo, dando
caña con sus pancartas. Hoy están particularmente eufóricos, y se entiende. No todos
los días puede uno bailar con la archiconocida Ana mientras Joaquín acompaña el
sarao con sus acordes de guitarra acústica. No todos los días puede asistirse a…
a…
Ha resucitado. Ha
resucitado, ostias.
Diez minutos antes estaban todos en la sala contigua. Bueno,
todos no. Los elegidos. Ellos. Los capitanes de la guardia de… de… ¿un Dios?
No, eso suena a Iglesia, no. Un… ¿un Anti-Dios? ¡Sí, mucho mejor! Estaba, con
lágrimas en los ojos, el Secretario Cayo… los fieles Secretario Capitán
Pescanova y Secretario Osezno… el Secretario de las Juventudes… el de la
Cultura… el Secretario de los mencheviques, con su lustrosa chaqueta de pana y
su engominado capilar y de entrecejo… Todos. Estaban todos pero ninguno sabía
muy bien qué hacer o qué decir. ¿Cómo debía comportarse un camarada en una
situación como esa? Ni el mismísimo Stalin había dado instrucciones ante algo así.
A pesar de ello, todos estaban nerviosos. Sabían que no estaba permitido
fallar. Ni antes, ni ahora. Especialmente ahora. Él había resucitado, y eso no
era moco de pavo.
- Tranquilos,
camaradas. Él sabrá qué debemos hacer. Nosotros lo hemos preparado todo como en
los viejos tiempos. Él dirá.
---
A las 13:00h las puertas del salón central del Ateneo se
abrieron de par en par, apoderándose de la sala un silencio mortal, digno del
más tétrico de los cementerios. Mil ojos se clavaron en la figura que, vestida
de azul, cruzó a toda velocidad la estancia, agitando los brazos sobre su
cabeza mientras gritaba, a pleno pulmón, “ha
resucitado… ha resucitado… ha resucitado…”.
De nuevo, como esta mañana, otro escalofrío se apodera de
otra columna vertebral. Esta vez es al Secretario Secretario Secretario General…
este también… a quien se le tensa el espinazo, poseso por el rayo frío
mientras, girando la cabeza hacia la puerta abierta de par en par, piensa…
… ¡Mira que si fuese
verdad!
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* En sencillo homenaje a
F. Vizcaíno Casas y su “… Y al tercer año, resucitó” (1978)
24 comentarios:
CARCAJADA Y APLAUSO MONUMENTALES, QUERIDO HEREP-
¡Te lo Repito, ERES UN GENIO DEL RELATO CORTO,-El Más Difícil de Hacer-, Y ESo Merece Un CHAPEAU ENORME!
Un Abrazo-
Un Brindis.
y
un Sonoro ¡¡RIAU RIAU!!
Por Dios , hermano, me has hecho temblar con esa posibilidad. El paganismo del Carnicero de Paracuellos en un remake a lo bestia. No puedo dejar de decir que he sentido un escalofrío en el espinazo... Mal lo debes de haber pasado escribiendo sobre tal posibilidad.
Un saludazo.
¡Tranquilo todo el mundo! Si esta resurrección se produjera, sería tierra abajo; es decir, saldría por las antípodas, y serían otros los infelices que podrían darse por jodidos.
Un cordial abrazo, amigo Herep, pese al susto recibido.
¡¡¡Herep ya sabes como me gusta siempre leerte pero hoy, ahora, he disfrutado como nunca!!!
Solo los escritores grandes - estoy de acuerdo con mi maese Old nick - dominan la técnica del relato corto y tu en tu blog la bordas siempre...
Imaginación, ingenio, capacidad de sorpresa, desenlace adecuado...un magnífico ejemplo de tu talento que yo admiro desde la primera vez que te leí.
Además,tengo encendida la tele y acaban de anunciar que el Parlamento de Cataluña se dispone a proclamar el estado catalán y solo tu lectura tan apasionante me ha relajado un poco porque estoy indignada...se avecinan malos tiempos querido, pero gracias a tí, me has regalado un rato estupendo.
Con todo el cariño de tu seguidora y amiga incondicional
Asun
Muy bueno el post, la narración me recordaba a mi paisano Perez Galdos en sus mejores tiempos de los Episodios Nacionales.
Y en otro contesto, han sido muy vivos, pues lo incineran y dicen que las cenizas al Cantabrico, ya se donde no bañarme nunca más, lo hacen en vistas a que si lo entierran, puede que "alguien o algunos" vayan de visita meritoria a la tumba y lo despedacen, no existe otra intención más que ésta.
Jesús compa, da sudores fríos, jajaj
Imaginate lo que nos faltava un milagro laico, como el bautismo, las comuniones y ahora las resurrecciones comunistas. "Made mía, made mía".
Saluditos.
Tio Chinto que no resucite por Las Antipodas por favor,Que aqui vivo yo y no queremos trastos viejos,Una vez mas amigo Herep tu post me da pesadilla,un abrazo,
En pleno mar pero justito al lado de Nueva Zelanda, Agustín. A lo peor resucita en forma de sirena :P
Un chiste antiguo
Entra un borracho en un bar, pide un chato y tras soplarselo se da cuenta de que hay una foto de Franco colgada de la pared
HIJO PUTA- MAMON ASESINO-CACHO CA, CA,ca Cara al sol con la camisa nueeeeva que tu...
Le dice el camarero
¿Que te pasa? Y el borracho
Calla, calla que se ha movido.
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/
Este post fue el último que leí ayer antes de irme a dormir y no sé si será por la temática o bien por imaginarme un féretro que se abre desde dentro, pero esta noche he tenido pesadillas y soñado con gusanos y podredumbre cadavérica.
Un relato sencillamente escalofriante y digno de un guión cinematográfico. Mientras lo leía de cabo a rabo, mi cerebro iba procesando las imágenes y una de ellas era la de José Sazatornil "Saza" con su bigotillo, hablando con su característica jerga, como lo hizo cuando rodó la película "Espérame en el Cielo"....O sea, pá cagarse de risa. Pero esta pasada noche, soñando, casí me cagué de miedo.
Si lo raro es que no hayan dejado el peluquín o los piños para que vayan a peregrinar como con Lenin o el de Corea del Norte que lo van a sacar ahora...el opio del pueblo decían jojojo
Haz el favor Herep, que estas cosas dan mucho susto. Y más relatadas con tal realismo y detalle.
Me has pillado sin ajos en casa, me voy a la tendeta a ver si aún está abierta...
Gracias, Old.
Gracias a todos, pero estas letras han sido idea del gran F. Vizcaíno Casas.
Un saludo, desde este miserable Cuartel General mío, para él... y para todos vosotros.
Demasiados muertos pululando junto a los vivos jamás pudo ser cosa buena.
Un brindis, amigo, y que tengas un buen domingo. ¡Riau!¡Riau!
CS,
Tras contemplar el caso Bolo, la (posible) claudicación en Cataluña, la desidia por aquello que se fue, la miseria a la que nos abocan nuestros "líderes", el eterno viaje que se está marcando la esperanza...
... no, CS. Ya nada me sorprende y mucho menos me altera. Estoy bajo la influencia del virus Séneca y, mire por donde mire, tan sólo veo estoicismo.
Un abrazo, campeón.
Tío Chinto,
Agustín no está muy conforme con tu propuesta, amigo. No quisiera yo alentar la tensión entre ambos, eh!
Un abrazo. Que tengas un buen día.
Asun,
Me alagas, ya lo sabes. Siempre. he visto un comentario tuyo en FB sobre el tema que te atormenta. Me gustan tus palabras, sí señora... pero ten presente que si Cataluña alcanza la independencia no será por obra y gracia de los catalanes, sino de los que pacen en Madrid.
El peor enemigo en esta lucha es la desidia de nuestros hermanos.
De ellos depende que salgamos maltrechos o con los pies por delante.
Un abrazo desde la eterna Tarraco, Asun. Cuídate mucho, y valor.
No seré yo quien promueva la profanación de las tumbas, Doramas... así que, por mí, como si lo quieren enterrar en el centro del Congreso de los Diputados.
El muerto al hoyo....
Aunque, ahora que lo dices, no había caído en la similitud de los funerales del Carnicero de Paracuellos y Bin Laden.
Irónico que, a pesar de su laicismo recalcitrante, Dios haya acabado por juntar a tales ovejas en las profundidades del océano.
Un saludo hacia Las Canarias.
Son los sacramentos del Padrecito de los Pueblos, Zorrete.
Nacer para el Partido, crecer para el Partido, fornicar por el bien del Partido, morir por el Partido... y, ahora, resucitar para seguir sirviendo, eternamente, al Partido.
¿No queríais Comunismo? Pues toma, dos tazas.
Un abrazo, campeón. Que tengas un feliz Domingo.
Agustín, ya le he dicho a Tío Chinto que desear tales cosas no es de recibo.
Aunque, en el fondo, lo entiendo... es tanto tiempo aguantando, amigo...
Un abrazo, neozelandés. Buen domingo.
Jajaja... Agustín. Xad Mar, que se ve venir la marejadilla negra, también se ha apuntado a la moda de enviarte un buen presente para Navidades, eh!
Yo me mantengo en la más estricta neutralidad así que... dos a uno. Ya sabes. Cosas de la Democracia.
Un abrazo, astur.
el libro de Vizcaíno Casas es, en este aspecto, increíble, Geppetto.
¡Qué tipo! ¡Como plasmó lo que, con toda seguridad, sucedería en el caso de producirse tal "milagro"!
Incluso hoy, tres décadas después, la sola suposición hace que, a muchos, les entren unas ganas locas de montarse en un maletero y poner rumbo a la frontera más cercana.
Un abrazo. Que tengas un buen Domingo.
José Luís... he tenido que escribir el nombre que indicas en Google, lo reconozco... pero ¡Ah, qué alegría ver ese rostro! ¡Que recuerdos!
No por vividos, amigo, pues yo nací cuando los españoles ya habíamos olvidado la Transición (cosa, por cierto, nada difícil. A los dos días ya nadie se acordaba de ella), así que nada puedo recordar de aquella época en la que se filmaron muchas de sus películas.
Pero sí recibo en todas y cada una de esas películas la alegría de aquella vida sencilla, alejada de resquemores y odios cainitas y, comparándola con esta que me ha tocado vivir...
Eso sí. No quiero que tengas más pesadillas, ok! Si hace falta, acuñaré aquello que, también por la época de Saza, estaba tan de moda: los dos rombos.
Un abrazo y que tengas un buen día.
NOTA. Buscar al actor en Google, aparecer esa foto en la que se le ve apoyado en un coche y sonreír, ha sido todo uno, José Luís.
La reliquia de Carrillo, Maribeluca. Sería un buen título para una película de Almodóvar.
Creo que, en reunión secreta del Soviet Supremo, se dialogó sobre levantar un mausoleo a imagen de Cuelgamuros.
Lo descartaron por deficitario, y no está la cosa como para aportar dinero propio para causa alguna.
Un abrazo, madrileña. Que tengas un buen Domingo.
Tienes razón, Candela.
La próxima, con dos rombos en una esquina.
Que tengas un buen día, guapa.
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