Anteayer fue Nochebuena. Ayer, Día de Navidad. Hoy, San
Esteban.
Son éstos días de reencuentro, reunión y hermandad alrededor
de una mesa repleta de gustosos manjares… sean centollos de las Rías Bajas
pontevedresas, majestuosos y arrogantes pavos salvajes o, simplemente, una sopa
de cebolla con tropezones… que el comer es lo de menos… el beber, lo de más… y
la compañía, lo perfecto.
Días de amnesia inducida en la que el disfrute de los tuyos
está por encima de tantas y tantas cosas.
Pero yo, Comandante en Jefe de El Ejército de los 12 Monos,
voy a dedicar estas horas de esta soleada mañana, permítanme ustedes, a
escribir varias líneas sobre un entuerto que lleva desvelándome desde el pasado
viernes… y ya no puede esperar más.
Lo escribo… vomito mi bilis durante diez minutos… y seguimos
con las celebraciones del día de hoy… más gambas, soldados… más turrones… más
bendiciones en forma de abrazo.
Aprovecharé esos minutos de tregua que me ofrece el silencio
de la mañana y el ambiente de resaca que se respira por doquier para, con
certero tajo en las arterias de mi muñeca derecha, desangrarme de tal coágulo
de gangrena que siento en mi interior. Frío acero, carne rasgada y sangre
regando la tierra…
… la española tierra, rehén del Drama, la Pena y la Rabia.
Llevaba el mentado día una noticia escalofriante… no por
conocida menos eléctrica… no por supuesta, menos descorazonadora. Alemania, la
próspera Alemania, está “asombrada” ante la oleada de jóvenes inmigrantes españoles
que desembarcan en sus arenosos puertos. Miles. Más que miles… tan sólo en
Alemania… obviando, intencionadamente hoy, el éxodo a otros países de nuestro
entorno… o del entorno de otros… lejos… en las Antípodas…
Imagino… no… no imagino, Monos… Veo. Esa es la palabra. Veo
las caras de muchos de nuestros jóvenes. Las veo apenadas, con ojos secos como
antiguos ríos olvidados… pues los hombres, aferrados a las barandas de
cubierta, no lloran, y menos si son españoles… pero imposible es disimular el
llanto del alma y la amargura que late junto al corazón… BOM, BOM… arreciando
con cada brazada mar adentro.
Ingenieros, médicos, enfermeras, paletas… electricistas…
funambulistas y malabaristas de nuestra España en quiebra y derrumbe… comprando
cada día el billete que disipará la niebla que se posa sobre el camino que
dirige su futuro… un camino que les trajo, con nocturnidad y alevosía, un cruce…
una cruz en el camino que no aparecía en los mapas… ni en los modernos GPS por
satélite infrarrojo nebular.
Como hicieran San José y la Virgen María, sobre toda su
Hacienda… llámese mula o maleta repleta de ilusiones… emprenden el camino en la
negra y fría noche hasta encontrar un lecho seguro… un pequeño rincón cálido, de
luz tenue y agradable, que les permita encontrar un poco de descanso... para
afrontar la nueva Vida.
Camareros, limpiadoras, cajeras de supermercado, recogedores
de basuras… todos y cada uno de ellos han fijado su mirada en el extranjero…
más allá de nuestras fronteras…
… más allá…
… Plus Ultra, como
reza la leyenda que rodea las columnas de nuestro escudo nacional. Plus Ultra, como podréis encontrar
abajo, en una de las esquinas, en forma de cuadro conmemorativo… de nuestro Plus Ultra… el “Más Allá” de El Ejército de
los 12 Monos.
No se trata del mismo, Monos, no. Nuestro Plus Ultra se remonta varios siglos
atrás… cuando los españoles surcaban los oscuros mapas llevando nuestra Cultura
occidental allende los mares… descubriendo, enseñando, comerciando… lavando la
cara de un Mundo que se despertaba del letargo milenario… abriéndole los ojos a
la experiencia del Hombre.
Ese es nuestro Plus
Ultra. El que amamos aferrado a nuestras columnas de piedra… musculosas
piernas del héroe Hércules. El de la Evolución y la Valentía. El grito de los
marinos españoles o los arcabuces de nuestros Tercios… bañado en el oro sagrado
y rodeado por el gualda de la sangre derramada… y por derramar.
El otro… el “Más Allá”
en forma de billete de avión, ticket de Alta Velocidad o con olor a gasolina…
ése… no es más que la niebla que empaña nuestros ojos. La ruina parida por los
mismos de siempre. Las negras ratas antiguas como las nebulosas… portadoras de
la Peste igualmente negra… ya sea en forma de llagas cutáneas, como antaño, o
úlceras estomacales, como sucede hoy.
España… Luz de Trento, Martillo de Herejes, Espada de Roma…
se halla maltrecha… sumergida… Sombra del Averno, Mordaza de Fieles, Carne de
Cañón… en la que nuestros mejores soldados… también nuestros peores oficiales…
desertan sin temer la pena por deserción.
Dicha pena, ya no existe. Hoy en día, es lo normal. Desertar.
Poner tierra de por medio. Adiós, mi
querida España, adiós. Se debe buscar la Felicidad, Monos… donde ésta se
encuentre, soldados… lejos, si hace falta… lejos, si abandonó nuestra maltrecha
y menospreciada tierra.
El Futuro ya no está entre nosotros. Se escapó… dejamos que
se nos escurriera entre los dedos… y ahora, campa lejos… al otro lado del
inmenso mar. Cruzando las elevadas fronteras del Pirineo.
De los cortes en mis muñecas, brota la espesa sangre…
gangrena… sumida entre olores desagradables de podredumbre y amargura. Hedor
infecto a robo de nuestro futuro… a desidia de nuestros padres… a desesperanza
para nuestros hijos. Flatulencias sobre “igualdades
para todos” y falsas profecías de Progreso Humanista Ilimitado… Miasma de “secretos lógicos” y chanchullos
encorbatados… aliñados con el verde aceite del papel moneda revestido de
gruesos sobres anónimos…
… y nuestro Futuro se va, Monos. En barco o en tren… avión o
ciclomotor… largo camino por delante, en busca de aquello que España… la Eterna
España… no puede ofrecer a sus hijos. No sabe ofrecerles… no le dejan, a la
maniatada patria, secuestrada por ratas de maletín ministerial y escaño azul
marino. Miseria maldita bajo una noche de estrellas en la que, nosotros, Monos…
nosotros españoles… olvidamos amarrar el barco y permitimos que partiera en
desconocido viaje.
Hoy, mientras va alzándose el Sol en esta tierra cada día
más desierta, busco un par de horas para elevar un poderoso grito al cielo azul…
nuestro cielo azul… siempre fiel… siempre protector…
… y mi grito es una maldición gitana… de duro y castizo
verbo… dirigida a todos aquellos que permitieron que la herida sangrara y
sangrada… escapando la vida a través de ella… escapando disfrazada de modernas pateras
de marca italiana y macedonia de colores a la moda. Un grito de odio y amenaza…
de ira… contra quienes han obligado a nuestra prole a llorar hasta secarse sus
lacrimales, temerosos ante la partida… ante el éxodo… la aventura impuesta por
aquellos que nos obligan a descubrir un Nuevo Mundo porque el antiguo… el
nuestro… es irreconocible ya tras años y años de corrupción, saqueo… y Muerte.
Yo os maldigo, ratas. A todas. No se me escapará ni una.
Ayer, mañana y siempre, os maldeciré aunque vuestras aureolas demoníacas
atenacen mi cuello y las heridas de mis muñecas permanezcan abiertas mil
eternidades. Mi sangre, ratas, regará siempre esta tierra. Ninguna otra. Por
muchas ratas que me rodeéis, portadoras de la Peste, mis Monos y yo no
lloraremos jamás otros huertos que no fueren nuestros... de nuestra patria... nuestra España, Nación Milenaria que vosotros habéis reducido a la más ínfima de las nadas... exportadora de miseria... de hijos exiliados y madres abandonadas.
Eso os dedico hoy. Una maldición eterna con la esperanza
puesta en que, siendo gritada en tan indicadas fechas, se embargue en ella el
aura divina que nos envuelve, y crezca poderosa hasta que muráis ahogadas bajo
los océanos de lágrimas de aquellos que, sin valor para mirar atrás, cruzan la
mar serena.
Malditos.
Malditos todos.
Yo, Comandante en Jefe… esa pena… esta pena que canta
Antonio Molina… no la podría soportar. Mi Plus
Ultra viene de más antiguo… de cuando se acompañaba del Non Terrae… cuando Non Terrae Plus Ultra…
… cuando No Hay Tierra
Más Allá… más allá de la española.
10 comentarios:
Importante artículo, amigo Herep. Duro, pero verdadero; sentido y lleno de desesperanza. Pero, por encima de todo, auténtico.
Un cordial abrazo.
Ojalá emigraran todos los especímenes que hacen caja con la telemierda de telahinco, pero esos están forrados a cambio de solatar putiferio y paridas para que no nos acordemos de la porquería de país que nos ha quedado tras veinte años de barra libre.
Cierre y pago y despueés, al arroyo.
Un saludazo.
Ya conozco dos que estan aprendiendo Aleman a paso ligero. Uno lo tiene mejor porque su novia es Alemana, el otro se apunto en la facultad. Y hablan mal de tiempos pasados por que los Españoles tenian que emigrar ¿Y ahora que mastuerzos, cabronacos, miserables que solo abris la boca para tajaros entre vosotros para ver quien se queda en el machito suciatero?. Eso es lo que les importa, ideas ni una, solo ver que camarilla hereda la pesoe.
Lo siento amigo Herep pero con un poco de retraso te deseo Felices Pascuas y Prospero Año Nuevo.
Saluditos.
Excelente entrada Herep. Me ha recordado a esa terrible escena final de "El planeta de los simios". Y en realidad, de eso se trata, han destrozado nuestro mundo y la sangre más joven se escapa sin que podamos hacer nada para contener esa terrible hemorragia.
Quién nos lo iba a decir..
Amargo y triste post.amigo Herep,Pero realista y honesto.Es como una Diaspora lo que esta ocurriendo con los jovenes talentos de nuestra vieja Iberia.un saludo y un Feliz 2012.
Una espinita clavada, Tío Chinto... una espinita clavada que hacía tiempo que tenía que operar.
Al fin, tras varios retrasos, pude abordar la miseria que representa que España, ex octava potencia del Mundo, vea como sus hijos corren... huyen despavoridos ante la llegada del precipicio.
Malditos mil veces, amigo.
Un abrazo.
Esos no emigrarán, CS. Están demasiado enquistados en el sistema circulatorio de la mugre patria.
Es cuestión de aplicar cirugía radical.
Si alguien está dispuesto a hacerlo... o alguien recuerda cómo se hace.
Un abrazo, figura.
Gracias por las felicitaciones, Zorrete.
Yo también tengo amigos que marcharon a otros lugares... y que están a punto de marchar.
Luego, les preguntas el por qué de la situación, y todo el mundo tiene la culpa menos ellos... pobres apesebrados que, ante sus propios ojos, han comprobado cómo se ventilaban su futuro mientras ellos chupaban cabezas de gambas (congelada).
Mal asunto, amigo. Cuando la hemorragia no se para, todo tipo de infecciones se apoderan del moribundo.
Un abrazo.
Sí, Candela... tienes razón. España parece el Planeta de los Simios.... me parece que hasta aprobaron leyes "igualitarias" para ellos.
Proyecto Gran Simio, creo que lo llamaron... con su máximo representante a la cabeza, y su famoso "A España no la va a reconocer ni la madre que la parió".
Un abrazo para vos, dama.
Feliz también para ti, Agustín... que llegarán primero a él... y, esperemos, no lo sufras (el 2012, of course).
Ocho años socialistas han provocado la ruina, la miseria y el éxodo. Tras eso, amigo... tras la Gran Marcha, tan sólo quedará más miseria y el caos.
sin savia joven, España está condenada.
Un abrazo fuerte.
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