Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

23 jul 2011

L'Heroi*

No hace tantos años en una tierra muy cercana, dentro de una familia burguesa, nació un niño rubio y regordete, de buen aspecto y color… de buenos y grandes pulmones pues, tras nacer, los llantos iniciales se prolongaron por tres días… sin parar…

Por aquellos tiempos, y durante los años de infancia del muchacho, alias J.P. los países colindantes, y el propio, se encontraban en etapas convulsas… con revoluciones de diverso matiz y exaltados que llamaban a la “lucha de clases”… al “amor y derechos de la Nación”… la “raza aria”... todo tipo de corrientes de pensamiento calaban en la mente de la población, enconando sus posiciones… encendiendo la mecha de la guerra.

J.P., absorto a los problemas y carencias de la mayoría de los niños de su edad, siguió montando en bicicleta, saboreando helados de cucurucho… yendo a clase cada día… Porque J.P. estudiaba en el Colegio Alemán de Barcelona. Un centro que, aunque cerrado durante unos años por causa de una de las guerras que estallaron en aquellos tiempos, al poco, con la victoria, fue reabierto con fastuosos honores.

El Colegio Alemán de Barcelona impartía una educación jerarquizada a imagen y semejanza de la sociedad alemana de la época… con su Liga Femenina Alemana, para las chicas… o su Hitlerjugend, para los chicos… con profesores simpatizantes del NSDAP y sus saludos en formación cada mañana a primera hora. En edad tan temprana e importante para la formación de la personalidad, J.P. tuvo unos maestros singulares.

El tiempo, sin embargo, acabó con la doctrina del Colegio Alemán… y éste tuvo que cerrar de forma acelerada. Salir a la carrera, más bien… pero J.P. estaba tranquilo, pues en su tierra había quedado una variante que ya le servía, ya… y se amoldó… guardó el uniforme juvenil de camisa y pantalón marrón y se vistió con uniforme más azulado… levantando bien alta la cabeza.

Pero un día, transcurridos unos años, todo aquello que había aprendido en el antiguo Colegio, salió a flote. Mirando al infinito se preguntó qué era aquello que lastraba su avance… aquello que frenaba sus pies y, mirándose las manos, halló la respuesta: la tierra que pisaba… tierra que, ahora que la miraba detenidamente, observaba que no era la suya.

Su país era otro. Uno escondido. Una Atlántida pidiendo que achicaran agua. Y él iba a ser el fontanero. El Nacionalismo alemán, revestido por el clásico romanticismo, había despertado en nuestro J.P. Volvió a parpadear en su mente la palabra "raza”… como antaño… pero ahora en mayúsculas… “su raza”.

Y nuestro J.P., listo donde los haya, inició su juego… ese que “necesitará muchos años para rehacer esto”… pero que, poco a poco, cada día está más cerca… va superando obstáculos… Él fue quien, despojándose de su viejo uniforme de alférez... guardado en el armario… sacó una chaqueta de pana de algún viejo sirviente y se rebeló teatralmente contra las ideas caducas de los tiempos, en nombre del pueblo llano, que gratamente lo enalteció como al nuevo Oráculo… dándole total confianza y sumisión.

Tanto fue el prestigio ganado por nuestro hombretón, pues los años no pasan en balde ni para él, que aquella tierra que había quedado huérfana de pensamiento y destino, se echó en manos del nuevo iluminado… pidiendo consejo y apoyo. Dejaron el destino en manos de nuestro arquitecto… y éste no dudó: puso en marcha su plan… ése secreto… ése que haría brillar como el blanco marfil su Atlántida soñada.

Era el momento esperado por nuestro J.P.

Sin reparo ni vergüenza, abrió el viejo armario en el que descansaban sus viejos uniformes y fue ataviándose con ellos, pues como dice uno de los refranes que se escuchan alrededor del fuego, “el árbol, desde pequeñito”.

Ahora, nuestro J.P., ya un hombre octogenario, se encuentra preso en las cárceles de la salud. Aquella capacidad hipnótica para hablar sin decir nada y pensar aquello que nadie nunca pensaría que pensaba, pasó. Su facultad para el engaño quedó atrás. La edad no perdona. Ya no engaña a nadie.

Pero aquel jovenzuelo que jugaba en sus años mozos sin miedo persiguiendo gatos, ahora, en su senectud, puede estar contento. Vivió según sus ideales… y consiguió que éstos sobrevivieran al paso del tiempo… que vivieran a día de hoy en la mente de muchos de sus Hijos. Que en las sastrerías, los uniformes de antaño, vuelvan a estar de moda.

Vivirán por 1.000 años.


Soy un nacionalista, pero no soy un patriota. A. Hitler, Mein Kampf


* El héroe.

14 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Capacidad asombrosa la de J. P. para ponerse siempre al sol que más calienta. Es la característica que distingue al trepa -la habilidad para acomodarse a las circunstancias del momento- y le permite alcanzar puestos relevantes.
Saludos cordiales.

candela dijo...

Siempre podrá "recibir" en consulta y prodigar sabios consejos a sus acólitos.

Q.L.F.T.A.

Amén.

Humberto Dib dijo...

Una entrada que me enseño mucho...
Cariños.
Humberto.

Herep dijo...

Tío Chinto,

Son como esos animales que, ante el peligro, se mimetizan con el ambiente... el pero es que estos animales no necesitan de peligros.
Ya los crean ellos.

Un saludo.

Herep dijo...

Candela,

Cualquier día nos sorprenden con un templo dedicado a su ego.
Más o menos del tamaño del Partenón griego.

Buen Domingo.

Herep dijo...

Humberto,

Gracias. Es una labor que intento con cada una de las entradas... y me alegró que te sirviera.

Un abrazo.

tomae dijo...

...ese caballero con espada me ha recordado a un caballero Jedai de la guerra de las galaxias... y al parecer la saga continua...ale "OP"!

...un saludo Herep,

¡qué la fuerza nos acompañe!

Reinhard dijo...

Gran hallazgo esa fotografía. JP, un auténtico cipayo al servicio del invasor, o la demostración evidente de que contra Franco nadie se movía.

Bucan dijo...

El nacionalismo es una ideología perversa que antepone supuestos e inventados derechos de lenguas, raza o territorios a los derechos del individuo. Debería estar prohibida su difusión y exigirse responsabilidades a sus difusores.

La UE será un fracaso si permite la difusión de la ideología nacionalista, porque los dirigentes recurren a las emociones más primarias de personas emotivas.

Maribeluca dijo...

Hummm..no creo que te refieras a J.P.Morgan, de modo que deduzco que hablas del cónyuge de la cacatúa esaboría que dice no sé qué memeces sobre el Barcelona y la "marca España", que les ondulen la permanén.

Herep dijo...

Tomae,

¿Un Jedi? ¡Más bien un Sith, me recuerda a mi!... el lado oscuro de la Fuerza...

De todas maneras, tampoco le queda muy bien el traje... le va grande, al pequeñín!

Un saludo, Tárraco.

Herep dijo...

Reinhard,

La encontré hace tiempo, navegando, y la tenía guardada para la ocasión.
Ya va siendo hora de que alguien le haga una buena biografía (no autorizada, por supuesto).

Un saludo.

Herep dijo...

Bucas, bienvenido...

La UE, a mi modo de ver, ya es un fracaso. Un conglomerado para que los saqueadores (algunos) se hagan más ricos aún... pero del modelo USA que se ha querido imitar, nada de nada.

¿Crees que algún país europeo va a renunciar a su soberanía para formar este ente europeo? ¿Francia? ¿Alemania?
Los USA nacieron bajo una idea común en las colonias americanas que, contrariamente, eran estados recién nacidos.
Los países, en Europa, tienen mucha historia y lucha a sus espaldas... no se puede borrar de un plumazo...

Bueno, sí se puede... tan sólo hace falta vivir en España y tener un felón por presidente.
Para éste, no existe más historia que la suya.

Un saludo.

Herep dijo...

Maribeluca,

¡Acertaste! Y mira que era difícil... la foto no es muy agraciada... cierto aire a Charles Chaplin.

Un abrazo.