Dos muertes

... Los dioses destinaron a los míseros mortales a vivir en la tristeza, y sólo ellos están descuitados. En los umbrales del palacio de Zeus hay dos toneles de dones que el dios reparte, en uno están los males y en el otro los bienes. Aquél a quien Zeus, que se complace en lanzar rayos, se los da mezclados, unas veces topa con la desdicha y otras con la buena ventura; pero el que tan sólo recibe penas vive con afrenta, una gran hambre le persigue sobre la divina tierra y va de un lado para otro sin ser honrado ni por los dioses ni por los hombres.

Aquiles, la Iliada de Homero

Ha muerto Rita Barberá.

Ocurrió ayer, a primera hora de la mañana, de un infarto en un hotel a las puertas del Congreso. 

Era día de sesión de control; sus señorías iban entrando en la Casa Grande de la memocracia española mientras, en la acera de enfrente, amortajado con un plástico y a lomos del carretón de patatas, unos operarios de la funeraria introducían en la furgoneta el cadáver de la ex-alcaldesa de Valencia.

No seré yo, Comandante en Jefe del Ejército de los 12 Monos, el encargado de dictar sentencia sobre la miseria moral de tirios o troyanos... no seré yo quien recuerde que la difunta vivía en un piso de alquiler -el mismo durante tres largas décadas-, que estaba siendo juzgada (ahora) por el blanqueo de mil euros o el sectario acoso mediático del que era protagonista por parte de los magistrados del telediario y la tertulia, no. Tampoco mencionaré la hipocresía de la política de partido añejo o el silencio de la nueva politología "pop"... y no hay stop. El escarnio público, la misericordia, la burla o la piedad están a la libre disposición del lector de este informe. Yo, si algo deseé para su persona, fue un pacífico retiro... hace tiempo ya, a escasos segundos del cierre del congreso a la búlgara celebrado en la capital del Turia allá por el dos mil y poco. Cría cuervos, Rita... cría cuervos...

Tampoco será un servidor quien muestre la náusea izquierdista y de progreso que venimos sufriendo en este país desde firmada la Constitución del 78, la mejor preparada de nuestra historia, paladín de garantías, libertades y coloridos derechos nacidos de los árboles.
Si ustedes, civiles, no ven más allá de lo que se presenta ante sus narices, si  no distinguen la náusea de los llamados a regenerar la "anomalía" española, si confían que la sabia joven que destilan quienes se autoproclaman "gente", "pueblo" -pura basura- y que dicen venir a solventar los graves problemas que sacuden a la nación de naciones española...

... si para ustedes es más loable escupir sobre la tumba de una presunta inocente que señalar con el dedo los crímenes sentenciados de los etarras, reír las soflamas racialistas de los nacionalistas de toda índole o justificar, ensalzar e idolatrar, las dictaduras más sanguinarias del orbe y la religión laica de la hoz y el martillo, hacedora de millones y millones de muertes -Guerra Civil Española inclusive-, este no es su ejército. Desengáñese. Usted es la escoria de la que hablan nuestros informes, y nos tendrá enfrente no como adversarios, sino como enemigos.

Los hay que se resignan a morir, abandonados.

Pero no somos nosotros. No mis Monos.
Quizá no nos honrarán los hombres, pero sí los dioses.

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Ha muerto José Iranzo, pastor de Andorra.

Es la segunda muerte.
No tan mediática, más silenciosa, igualmente emotiva... Insignificante, dirán; tampoco seré yo.

En la Sala X, un recuerdo que es homenaje.