Hace 428 años, en un día como el de hoy, moría otro
acreedor.
Su vida roza, si no sobrepasa, la epopeya: almirante de la fresca
y joven Armada española en la época de las batallas a cañonazos y el acre
perfume de la pólvora de los arcabuces, el mundo mecido al ritmo de las aguas
de los siete mares; aventura y camaradería y el perturbador embrujo de la
vanidad al reconocerse el capitán hacedor de la Historia, entrada directa al
selecto club de personalidades cuya obra ha de trascender a lo largo de los
siglos, de generación en generación, convertido en protagonista de las
cancioncillas populares y las obras inmortales escritas por plumas como la del
Homero de la Mancha.
La gloria... a cambio de un sacrificio
Leíamos acerca de su vida en varios blogs y repasábamos los
libros que hablan de él, grandes tomos de historia seleccionada y alguna
novelilla protagonizada por rápidas corbetas españolas y pérfidos piratas
ingleses, por lo que preferimos recomendar la entrada que hoy escribe FJ de C dedicada
a la vida y obra de Don Álvaro de Bazán, héroe de la Armada española.
Cuatro pinceladas perfectas para dibujar un lienzo vital.
La leyenda... la leyenda la zarandearé yo, porque el ejemplo
que Don Álvaro de Bazán pensó que sería para los españoles del mañana es
escasamente eso: un cuento, una fábula, mamandurrias.
Imaginarlo en el castillo de popa, mordiéndose los labios
ante la visión de la escuadra enemiga, dispuesto a la gloria que otorga el
sacrificio final, y comprobar el desprecio con el que se trata hoy la Historia
de España, es una visión demasiado patética como para escribir algo bueno. La
salvaguarda del imperio y la cristiandad de la amenaza turco-pirata, comparadas
con el escarnio público que se ofrece durante estos días a la moral y el
derecho, harían enloquecer al pobre ilustre marinerito español.
Demasiada servidumbre temerosa del dolor y la muerte
pululando por una tierra extraña.
Don Álvaro de Bazán es acreedor, y nosotros, deudores.
Él entregó su vida a la idea de España, y los españoles hoy
pugnan por decidir dónde colocan su estatua, que estorba en esta nueva
regeneración... o segunda transición (al espectáculo)... que viene terciándose
de un tiempo a esta parte, centrifugadora de ciencia y adoradora de creencia,
sectaria de hechos y utópica de derechos... A es A, o la vida es una tómbola...
Y así, mientras Don Álvaro de Bazán nos contempla sollozando
por el antaño valeroso pueblo español, marchita también su gloria, puede darse
por sableado: la deuda que tenemos con él seguirá, por mucho, pendiente de ser
saldada.
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Ojo... ¡y que no la declaren, los bastardos que se dicen sus
hijos, ilegítima!
6 comentarios:
Don Alvaro e Bazán es uno de mis personajes favoritos de la Historia de España.
Tengo un post de por allá año 2010 en el que detallo su famosa victoria del SITIO DE MALTA, con más de 70 años de edad.
Y tuvimos variados generales de este estilo.
Sí Hermano Herep, Lo Triste Es Que Este HÉROE, Muriera En Tierra, De Unas Fiebres, Mientras Esperaba Los Buenos Vientos Que Llevaran A Su "INVENCIBLE" A Dejar INGLATERRA Hecha Unos Zorros, Junto Con La ZORRA ISABELITA Y SUS PIRATAS...
SIC TRANSIT GLORIA MUNDI.
Un Brindis Por Don ALVARO DE BAZÁN, Marqués De SANTA CRUZ Y Por La ESPAÑA CAPAZ DE ALUMBRAR A SEMEJANTES HÉROES, Para ESCARNIO DE LA ACTUAL GENTUZA TRAIDORA.
ABRAZO FRATERNAL Y APLAUSOS MERECIDOS.
¡VIVA ESPAÑA Y SU ARMADA Y VIVA BAZÁN!
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Que gran epoca,en donde la virilidad era la norma basica de nuestros grandes guerreros.Ahora soldaditos de plastelina,un saludos,
No me cansaré de repetirlo, don Javier: la Historia de España está plagada de personajes espléndidos cuyas vidas harían que la Enciclopedia no pasase de fanzine... pero los españoles somos expertos en menospreciar nuestras gestas al tiempo que ensalzamos las protagonizadas por los extranjeros, y más si estas obras son en detrimento de España.
Es nuestra cruz, o maldición.
Un saludo.
La comparación con la España actual podría helar el infierno, Old, entristecer al más dichoso de los hombres, sembrarlo todo de tinieblas... pero es cierta y real. Por mucho que queramos desentendernos de ella, aquí está, para nuestro escarnio y vergüenza, martirizándonos por nuestros pecados, nuestra dejadez, la gloria perdida que no ha de regresar.
No hemos sabido degustar lo bueno, ahora tendremos que sufrir nuestra desgracia.
Un abrazo, Old, y un brindis por Bazán, la Armada y la Gloria de España.
¡Riau!¡Riau!
Soldaditos de plastilina comandados por generales de trapo, Agustín.
La involución todo lo abarca.
Un saludo, neozelandés.
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