Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

6 dic 2015

Laissez faire


... o por dónde anda el fantasma neoliberal que recorre Europa, que no lo veo.
Viene a cuento esta reflexión dominguera merced a un episodio del que ha tenido conocimiento el Servicio de Inteligencia del Ejército de los 12 Monos por boca de un allegado lejano, primo tercero de la vecina del panadero, y que expondremos en cuatro líneas para que el más avispado de mis soldados pueda entretenerse resolviendo el entuerto, desvelando el misterio, descifrando un enigma más de este gran Teatro de los Sueños.
Nos encontramos ante una pareja joven, casada, con dos hijos menores de cinco años, piso pagado, monovolumen, trabajo fijo al amparo de la administración pertinente y una extensa lista de impuestos y tasas convenientemente abonadas dentro del período de pago.
Civismo impoluto. Ovejas que pacen, ovejas que balan, pastores satisfechos.
Por una de esas circunstancias con las que nos sorprende el destino, la familia se amplía con uno más: una suegra, perdida por los andurriales de España, regresa como los pobres diablos del anuncio navideño. Carga una pesada maleta, una vacía cartera y un cesto de pollos charlatanes, altivos y cargados de los vicios del ámbito rural.
Hecha a un tipo de vida ajeno a la tranquila rutina de la familia urbanita, pronto se hace evidente la necesidad de buscar una solución al conflicto que se atisba en el horizonte: choque de caracteres, chantajes emocionales y unos niños que preguntan, extrañados, por qué la yaya llora, qué tiene en los ojos papá o dónde ha ido mamá a trabajar, que no la vemos desde hace un mes.
Otra acalorada discusión entre el matrimonio termina con una decisión drástica: la compra de un pisito de dos habitaciones, un baño y salón con cocina americana, al que será despachada la suegra. Compra la pareja, se escriturará a su nombre, son suspicaces ante la personalidad peculiar de la santa madre, capaz de perder en un mal arrebato incluso el sujetador que lleva puesto en estos momentos.
Llamada telefónica a la inmobiliaria que gestiona la venta. Excelentes condiciones: piso embargado propiedad de un banco rescatado mediante el FROB, simulación de hipoteca aceptada, entrega inmediata, una cena romántica para dos con la que el matrimonio brindará por el regreso a la normalidad... y... a primera hora del día de la firma, telefonazo del responsable de la inmobiliaria:
- Pareja, transacción en suspenso. El castillo de naipes se viene abajo. La Generalidad ha hecho uso de su opción de tanteo y retracto en nombre de la protección y la obra social. Privilegios, pareja. Adiós. Buenas noches, y buena suerte.
Vuelven los gritos al hogar, los reproches, padre vuelve a fumar y madre desaparece otro mes y medio. Los niños ya no tragan con el cuento del trabajo fuera de casa, estallan los lloros, la suegra sigue desplumando los pollos, la vida es una mierda y el Mundo Raro gira riéndose de la miseria de los hombres.

Un caso de muchos, una historia de tantas y tantas protagonizadas por el monstruo liberal, fantasma que acude a intervenir entre unos compradores virginales y una vivienda en venta que, antaño, fue rescatada con dinero público, parné que con la nueva transacción sería compensado en su mayor parte, retornado a la hucha pública, salvada la cuenta con el rastrero sistema de rescates-pérdidas-amiguetes...
... pero no, Monos, nada de eso. ¡Qué va, imbéciles! Hete aquí la administración chupóptera de turno, mírala cómo aparece, intercede, clava sus garras en el "dejar hacer" del mercado, expropia en nombre de la "obra social del otro Mundo (catalán) es posible" y, tal y como hace con las becas comedor, los cochecitos de bebé o el material escolar, corre veloz a entregar la vivienda en cuestión a alguna familia numerosa nacida más allá del desierto de Arabia.
Con ustedes, el fantasma del liberalismo.
Que no digan que no fueron presentados.

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