Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

8 dic 2015

El debate


Ayer no vimos el debate en el Ejército de los 12 Monos.
No era cuestión de perder el tiempo escuchando las palabras huecas de una segundona que alguna jauría de hienas, reunida en el sótano del palacete de las mil luces, nos quiere hacer tragar como nueva, y futura, Presidenta del Gobierno del Reino de lo que quede de España.
Los aspirantes -un socialisto hijo del Felón, el subordinado del Chavismo Rojo y el blandito Rivera de la Ciudad Condal- no nos interesaban lo más mínimo, quizá porque llevamos asistiendo desde hace mucho tiempo al espectáculo electoral, sea en entrevistas televisadas, juegos de manos en las retransmisiones radiofónicas o masajes virtuales en las páginas de las revistas de cocina, coches utilitarios o culos y tetas.
Ahora Coleta Morada haciendo malabares en Náusea3, el pánfilo SCHZ recitando a Alberti junto a las babosas que se arrastran en Onda Cero, Albert tergiversando y reinventando conceptos en casa de Roures, ese pobrecito empresario desvalido, o la SS deleitándonos con sus dotes en el tablao flamenco y su sentido del ritmo funky-reagge-slowly-chachipiruli que aprendió del tiñoso pelirrojo y sus hormigas violetas.
Faltaban cinco minutos para que empezara el bodrio cuando agarré el mando del TV de la Sala X, hicimos la ronda pertinente por los canales que capta nuestra antena multibanda y, tras un viaje de ida y vuelta a los abismos de la programación vespertina, pusimos fin a nuestra caída allí donde se hablaba de nuestros primos retirados, también simiescos, y su conquista del planeta... la victoria del planeta de los simios, el origen.
En apenas hora y media, vimos humanos claudicar ante relaciones amorosas aberrantes, contemplamos cómo el sentimentalismo más ramplón se apoderaba de la razón de los bípedos, reconocimos el buenismo, el pacifismo, el "otro mundo es posible", la esperanza irrisoria en la ciencia-ficción y la deriva que convierte a los hombres en presa de sus propias ensoñaciones de verano.
En formato 16:9, nos contemplamos alimentando a la bestia, curando sus heridas y reforzando sus músculos, sus garras, los afilados dientes que han de clavarse en nuestros cuellos a no mucho tardar. Vimos al ser supremo de rodillas ante el monstruo que él creó, sollozando por su vida, aterrado ante una reacción incomprensible del que había considerado su amigo y aliado.
Hombres regalando el don supremo que le fue entregado por los dioses: inteligencia
Simios convertidos en élites que subyugan al hombre mediante la obra, el pensamiento y la palabra.
Vimos orangutanes esclavizando al hombre libre.
Vimos una película, pero creí estar presenciando el mismísimo debate.

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- ¡Puede hablar, Dr. Zaius!
Y también tocar el piano de la Sala X.

2 comentarios:

Lin Fernández dijo...

Un debate mas aburrido que una peli de terror barato.Eso si cada uno se proclamo vencedor,saludos,

Herep dijo...

Para próximas ocasiones, propongo un duelo con florete. Aún sin sangre, será muchísimo mas entretenido.
Un saludo, neozelandés.