La cola del supermercado avanza.
- ¿Un poco tarde para hacer la compra, no?
- El curro, nada importante... Ya sabes, pilas y pilas de
expedientes amontonándose y un tercio de los chicos de baja. Todas las
Navidades sucede lo mismo, pero estamos acostumbrados.
- ¿Problemas? Cualquiera lo diría viendo la sonrisa que
gastas. De oreja a oreja. No te veía tan eufórico desde la semana pasada,
cuando se recibió la felicitación navideña de Horrach y esposa.
- Ooooo.... ¡casi se me olvida! Memorable. De ahí a la
contra del Hola hay un paso, y alcanzado el papel cuché todo se reduce a
avanzar, página a página, hasta llegar a la alta sociedad aristocrática.
- ¡Pero no es eso, no es eso!
- ¿No es qué?
- Lo que te ronda la cabeza, la diablura que hace que te
chisporroteen los ojos y se te tuerza la sonrisa en una mueca de
pillería.
- Tienes razón. La verdad es que ha sucedido algo gracioso,
a mi manera.
- Cuenta, cuenta... ¡corre, que ya me toca!
- ¿Sabrás que mi oficina está con el rollo de la consulta
del 9N del tipejo ese, verdad?
- Sí, algo escuché por lo pasillos, y pensé "¡Dios mío,
qué perra suerte tiene el Sebas!". Es una faena que fuera a caeros a
vosotros el marrón. Todo política, y donde mete la mano la podredumbre poco se
puede sacar.
- Imagínate... Si preguntas por aquí, silencio; si preguntas
por allá, más silencio. Todo son muros y zancadillas. De puertas para fuera
todo apoyos y "dejar trabajar a la Justicia", pero cuando se
apagan los focos empieza el tiempo de los teléfonos sonando a altas horas de la
madrugada y vuelve a hacerse presente el terrorífico sueño de la cabeza de
caballo junto a la almohada.
- Lo sé, lo sé. En mi oficina tenemos un par de veteranos.
Narran historias idénticas.
- Las conozco, sí. Por suerte, hay días en los que sucede algún
imprevisto, una insignificante banalidad, y el día cambia, tornándose más
radiante y alegre, sonriente, luminoso como el rayo que rompe un instante la
noche.
- Cuenta, va, cuenta... se acaba el tiempo...
- Verás: un proceso inconstitucional, una denuncia, una
condena por el Constitucional, una "desobediencia", otra denuncia y
una aceptación a trámite por parte del TSJC. ¿Hasta ahí todo normal, verdad?
- Creo que sí.
- Correcto... pero, ¡no será que una serie de ciudadanos,
atendiendo las soflamas de los estómagos agradecidos del contubernio mafioso,
acuden corriendo a autoinculparse!
- ¿Cómo?
- Lo que oyes. No pasaron cinco minutos desde que la
lideresa de la "sociedad civil mayoritaria" arengara a defender a los
paladines de la causa -o sea, el Gobierno del que vive y mama-, cuando varios
centenares de corderos enfilaron rumbo al matadero a firmar un papelucho en el
que se inculpaban de los mismos delitos que el héroe William Wallace de
Ulldecona.
- No jodas.
- Así como te lo cuento.
- Este país está enfermo. Bueno... no sé... sabes que no irá
a más, ¿verdad?
- Por desgracia, este numerito no dejará de ser otro agravio de una larga lista... pero, ¡ah, amigo! ¿A que no sabes sobre qué mesa ha caído el tema?
- No me... ¿La tuya?
- Elemental, querido Watson.
- Oooooo... ¡De eso ríes, cabrón!
- Esta mañana llego al despacho, abro la puerta y me
encuentro las tres montañas de papeles. Alucinaba. Casi me atraganto intentando
averiguar qué era todo ese papel, pero cuando me he dado cuenta... cuando he
visto el asunto y las inculpaciones, una por una... Josep Maria Capsigrany declara
que... Mariona del Ull Viu se acusa de... Jo, Wilfred, renuncio... Una detrás
de otra, sumisión tras sumisión, inculpación firmada y sellada a fuego lento.
¿Y sabes qué? Me he mirado en el espejo del baño y también he visto esa mirada
pícara de la que me hablabas hace un segundo. Me he visto más joven, más
valiente... un tocapelotas, con todas las letras... y les he dado curso.
- ¿Las has tramitado?
- Ya te digo. Con un par. Señor Pascual de Todos los Santos,
atendiendo a sus ganas de autoinculparse en un delito de desobediencia, sepa
que le toca abonar una pequeña sanción de 7.500€. Que usted lo disfrute.
Firmado, el Secretario. Desde que he salido del despacho no dejo de imaginar
las caras de los pobres infelices cuando abran el correo y lean la notificación.
- ¡Qué mariconazo estás hecho! Ahora entiendo las risitas,
cabrón.
- Perra suerte que sólo sea papel mojado. De no serlo sí que
me reiría con ganas.
- Reiríamos a pachas.
2 comentarios:
¡Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajjajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuaaaaaa!
¡QUERIDO HEREP, TE HA QUEDADO REDONDA LA ENTRADA!
¡Menuda PATULEA DE RETRASADOS MENTALES Y CRETINOS Hay Por Las CATALUNYAS CATALAÚNYCAS, Estos Días!
Todo SAQUEADO Y RESAQUEADO Y Los IMBÉCILLES, ENCIMA, CHULEANDO ANTE LA QUE LES PODRÍA CAER...
Claro Que Vistas Las JETAS De Los "32" FIRMANTES DE AQUEL MANIFIESTO DE JUECES CATALANES A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA, YA Me SUENA MÁS CONOCIDO El POSIBLE RESULTADO DE LA "SANCIÓN"-
Pero Eso Sí, Tratándose De "PELAS" Todo POdría Ser Posible...
¡Menuda Juerga La De Tu Amigo, Al TRAMITAR Las AUTOCONFESIONES Y SU ADMINISTRATIVA Y MULTÍSTICA SANCIÓN!
Un Aplauso Monumental, GENIO.
Que Pases En Grata Compañía, Esta Noche De SAN SILVESTRE.
¡Un Fraternal Abrazo Y Que TEngas Una Buena Entrada De AÑO NUEVO!
Brindo Contigo Por Algo Mejor Y Por La JUSTICIA.
Y
¡¡¡RIAU RIAU!!
Habría sido un excelente regalo de Reyes comprobar que la hipótesis dejó de serlo para convertirse en hecho cierto y consumado. Cientos (que no miles) serían los apesebrados que esta mañana, al mirar dentro de los calcetines que cuelgan sobre la chimenea, se encontrasen la notita administrativa con una buena y bonita sanción pecuniaria.
¡Eso sí sería una mañana de Reyes Magos! Auténtica magia... que es en lo que ha quedado la Justicia española: en cosa de magia e ilusión.
Los 32 firmantes del famoso manifiesto, sirva como ejemplo, en su casita están degustando buen cava y caviar, ajenos a cualquier tipo de remordimiento o preocupación.
Ayyyy....
Se acaban las fiestas, Old. Espero que hayan sido memorables. Un abrazo, un brindis y una plegaria por Asmodeo, que tarda demasiado.
¡Riau!¡Riau!
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