Antes de empezar, les recordamos el ordenamiento constitucional, para
que puedan ver “cuánto va del dicho al hecho”, y una cita histórica de gran
actualidad.
Artículo 2. La
Constitución se fundamenta en la indisoluble Unidad de la Nación española,
Patria común e indivisible de todos los españoles.
Artículo 8. Las Fuerzas
Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del
Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España,
defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Artículo 14. Los
españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.
Artículo 30. 1. Los
españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
Artículo 155. 1. Si una
Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras Leyes
le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de
España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad
Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría
absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a
aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del
mencionado interés general. Constitución Española de 1978.
“No podrás, aunque
quieras, ser sordo y ciego –como te aconsejó cierta inesperada gloria nacional– ante la apremiante angustia de España. Dentro de unas semanas acaso
tendrás de nuevo que llamar a tu Compañía para tomar las armas en discordia
civil. Y por mucho que acalles las inquietudes de tu propio espíritu, no podrás
eludir, en las largas vigilias del servicio, estas preguntas inaplazables: ¿qué
es lo que está ocurriendo? Este Estado en cuya defensa arriesgo la vida, ¿es el
servidor del verdadero destino patrio? ¿O estaré perpetuando con mi esfuerzo
una organización política muerta, desalmada y esterilizadora?”. José Antonio
Primo de Rivera Carta a un militar español (Madrid, 11-1934)
Empecemos. Este
régimen, que tiene sus cimientos en el magnicidio de Carrero Blanco, cuyas
oscuras implicaciones internacionales y locales nunca fueron investigadas, que
se estrenó con la traición de lesa Patria de la entrega de la Provincia del
Sáhara Español a Marruecos, tras la Constitución ha seguido cometiendo todo
tipo de atropellos a la misma, no siendo supresión del derecho/deber
constitucional del Servicio Militar. Pero el mayor y más trascendente, ha sido
el Estatuto de Autonomía Catalán.
Por si lo anterior no
estaba claro, tras la última Diada no queda duda. La gravedad de los hechos no
está en que “millones de catalanes” pidan públicamente la independencia (aunque
el espacio físico donde transcurrió la manifestación apenas tenga “aforo” para
algo más de medio millón; los 130.000 m2 del recorrido, sin descontar árboles o
mobiliario urbano, deberían acoger a 12 personas por metro para llegar los “dos
millones”).
Tampoco que las
autoridades locales y autonómicas hayan favorecido descaradamente la asistencia
a la misma, y que los vehículos de los Mozos de Escuadra (una de las muchas
policías del “Estado Español”) exhiban la estelada separatista al por mayor. Ni
siquiera que la legalizada “izquierda abertzale” se haya apuntado a la marea
secesionista catalana porque “España se hunde, la España del PP y el PSOE, con
su sucursal del Partido del Negocio Vasco (PNV), o mejor dicho, la del Banco
Santander”.
Tampoco son de
extrema gravedad las manifestaciones de muchos “personajes”, sean entrenadores
de éxito (Del Bosque: Como pueblo, los catalanes están en su posición de
defender la independencia) o militares retirados (como el General Rosety,
quien, tratando de defender España, admite que la Nación, la Patria, puede
descomponerse sí lo es por la vía la legal de un referéndum que cambiara la
Constitución), que han perdido el sentido común y algo más. Mayor consideración
hay que hacer a que la petición de independencia la haya hecho desde el púlpito
el obispo de Solsona (el último de una larga serie, incluida la “conferencia
episcopal catalana” –Provincia Episcopal Tarraconense- en su conjunto en muchas
ocasiones), mientras que el abad de Montserrat abandera el separatismo.
Por supuesto, con el
silencio cómplice del resto de autoridades eclesiásticas, cuya responsabilidad
es aún mayor, por su formación moral y porque saben que España rota es España
atea, pues nació católica y se mantuvo unida por la fé. No olviden esos
señores, laicos o clérigos, militares o paisanos, hayan jurado Bandera ante
Dios o no, que España es un patrimonio físico y espiritual que recibimos de
nuestros padres y que debemos legar a nuestros hijos.
Que no hay traidor
español que pueda quitarnos nuestra parte de ella y que ni siquiera si nos
volviéramos todos locos y abominables tendríamos el derecho a romperla. Lo
trascendente ha sido que una altísima autoridad del Estado Español, con rango
de Presidente de Comunidad, haya pedido públicamente la independencia de
Cataluña … y no haya pasado nada. Es más, puede que se lo premien con “una
Hacienda propia”, a pesar de que ha demostrado que puede llevar a la bancarrota
hasta a la economía china. Pero, al pecado de acción de alta traición (sí, ya
sabemos que “alguien” se entretuvo en quitar esa figura delictiva de nuestro
ordenamiento) hay que añadir el de omisión.
Son peores el juez y
el policía que permiten un delito que el criminal que lo perpetra. Porque, del
rey abajo, ninguno ha movido un músculo para aplicar la ley y el mínimo sentido
común patriótico. ¿Qué ha declarado públicamente Mariano Rajoy, Presidente del
Gobierno DE ESPAÑA, en Televisión ESPAÑOLA? Pues que Yo respeto forma de pensar
de cada quién, y no tengo ningún comentario que hacer sobre la manifestación.
Si esta misma frase la llega a pronunciar Zapatero en el mismo contexto y
circunstancias, pueden imaginarse los calificativos que hubiera recibido por
parte del PP, eso que debía ser un partido de derechas. Tampoco pregunten
ustedes por el Poder Constitucional, los Ministros de Justicia, Interior y
Defensa, y los Jefes de los Estados Mayores de los Ejércitos.
También nosotros,
como el Coronel Flores Thies, nos preguntamos la razón de que el Mando Militar
guarde un silencio (¿de los corderos?) sepulcral en relación con los artículos
8º y 14º de la Constitución. Y con él concluimos que “no pasará nada, dejarán
que las aguas se tranquilicen, mirarán para otro lado y esperarán que el
esfuerzo de un militar y su circunstancial repercusión mediática sea un
capítulo más en el sainete en el que se ha convertido la política española, en
este caso, sección Ejército”.
Bueno, ¿qué se va a
pedir a una cúpula militar que no es siquiera capaz de forzar a sus jurídicos a
que denuncien el indebido, público y recalcitrante uso de uniforme militar y
condecoraciones por parte del “representante Belén Ortega? (Artículo 637 del
Código Penal)”; eso sí, se entiende que no lo hicieran porque “los zapatos no
eran de uniforme”.Porque aquí nunca pasa nada y si pasa no importa. Y, si no se
lo creen, pregúntenle a Pedro Argüelles, Secretario de Estado de Defensa, el
político con más patrimonio: posee 18’1 millones de euros (más de 3.000 millones
de las antiguas y añoradas pesetas), según los datos publicados en el BOE nº
221 de 13/09/2012.
El titular de
Defensa, Pedro Morenés, supera ligeramente el millón de euros, y el de
Interior, Jorge Fernández Díaz, declara 442.085 euros y créditos por valor de
74.070. Mariano Rajoy ha declarado poseer bienes por un valor solo ligeramente
superior a los 1’2 millones de euros.Eso sí, cuando pase, que pasará, no se
arreglará con juegos florales y de otras especies, incluido el borboneo.
Tampoco habrá países “aliados” que ayuden, sino al contrario. Y la
responsabilidad de ese bien superior que se llama España, y la sangre de muchos
de los españoles, recaerá sobre ellos.Porque, no lo duden, tras Cataluña, que
querrá anexionarse Valencia, Baleares y parte de Aragón, vendrán las
Vascongadas, quienes tienen más fácil fagocitar esas oportunas Autonomías
uniprovinciales que un avispado traidor hizo con Santander, Logroño y Navarra.
Canarias, de la mano
de Marruecos, vendría incluso antes que ellas; por supuesto que después de
Ceuta y Melilla. La dulce Galicia esperaría, probablemente, algo más, pero
poquito. Y todo ello con un caos social dramático y nuestros aliados ingleses
expandiéndose en Gibraltar o propiciando alguna aventura magrebí, como, junto
los norteamericanos, han propiciado, y propician, la primavera árabe, para así
tener las dos orillas del Estrecho y las Canarias bajo una sola y amabilísima
mano. Mientras tanto, no solo es el Comandante José Luis Fuentes García el que
pide la apertura de un nuevo proceso constituyente y que los políticos paguen
por “sus tropelías y traiciones”. Eso lo piden la mayoría de los españoles, con
los militares a la cabeza. Porque en los Estados, como en las familias, la
autoridad se pierde cuando se incumple el “contrato social”.
En el caso de las
autoridades jurídicas, no biológicas, esa autoridad cesa cuando el vínculo
jurídico queda roto por cualquiera de las causas reconocidas por el derecho y
el objeto del pacto social, en este caso, la traición y el incumplimiento del
ordenamiento constitucional, junto con el resto de las leyes. Han deshecho la
Constitución. Se ha dado la puntilla al Régimen. De momento solo ha muerto la
España Constitucional.
Aténganse a las consecuencias.
---
El ‘Colectivo Alborán’ lo
forma un grupo de altos mandos del Ejército español, retirados y en activo, que
cuentan con una cualificada experiencia militar y una notable preparación
académica. A todos ellos les une un denominador común: el amor a España y
la preocupación ante los acontecimientos que vive nuestra nación.
10 comentarios:
Yo estoy de acuerdo al cien por cien con este colectivo Alboran,Y lo que denuncia un dia no muy lejano se cumplira.Al meno que ellos lo impidan.un saludo.
La verdad dicha en castellano, les duele a todos esos chorizos que nos gobiernan.
Estamos dirigidos por un atajo de cobardes antipatriotas y traidores a la patria. El desastre del 98 vino cuando un gobierno incauto quiso plantar cara a una flota moderna con viejas bañeras y cañones. Fueron unos incautos. Pero este desastre no tiene precedentes, Viene por inclinación ante petrodólares, cobardía absoluta e insumisión a las leyes. Una corrupción en estado puro.
Mi total apoyo al "Colectivo Alborán"
Como se está poniendo la cosa de jodida. No hay cosa peor que siendo buenas o malas, se salten las leyes a la torera las autoridades. Si el amo del cortijo roba, imagínate cuantas aceitunas van a quedar al final en el olivo.
Saluditos.
Lo Dicho Querido HEREP. Esto Se Va Al CARAJO Y Con La COMPLICIDAD DE MARI-ANO Y SUS MARIACHIS, PARA MÁS INRI.
Habría Que "DESALOJAR EL PUTICLUB" DE UNA PUÑETERA VEZ. Y SI QUIEN "PUEDE" NO LO HACE, PUES ¿A QUÉ ESPERAMOS?¿A Que Venga LA OTAN "Y NOS SALVE"?
¡PESTE DE TRAIDORES Y LADRONES!
Un Abrazo Genio.
Un Brindis Por La UNIDAD
Y La VERDADERA JUSTICIA.
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Comparto al 100x100 tu comentario, Agustín. Lo que anuncian en el escrito es algo lógico, al alcance de cualquiera que no quiera cerrar los ojos a la evidencia.
Un saludo, neozelandés.
Doramas,
Leí la nota del colectivo en tu blog. Perdona por no haberte mencionado.
No volverá a pasar.
Un saludo!!
Traidores a la patria es poco, Vicente. Son unos miserables que pagarán por ello, tenlo por seguro. Ya sea bajo manos "enemigas" o manos "amigas", no saldrán de esta tan sonrientes como ahora se pavonean por el teatro.
En cuanto al desastre del 98, no estoy tan convencido de que el problema fueran las bañeras españolas. Más bien creo que el cataclismo se debió a una mala planificación y a unas malas gestiones del Almirante Cervera.
Un abrazo.
Sí, Zorrete, pero esto se veía venir de lejos. Pactar con los enemigos es sólo una estratagema para ganar tiempo, pero para nada se escurre el bulto.
Los nazionalistas siempre han pretendido destruir España, pero muchos han mirado para otro lado mientras intentaban acallar a la Bestia a base de dinero y golosinas.
Un saludo, campeón.
¿La OTAN? Ni por asomo pienso que esos vengan a sacarnos las castañas del fuego... aunque, en el fondo, no lo deseo, Old.
Si nosotros mismos no podemos solucionarlo es que, en alguna zanja de la Historia perdimos ese arrojo del que siempre hemos hecho gala, y nos merecemos acabar en el sumidero.
Como el resto de la Humanidad, dicho sea de paso.
Un abrazo, camarada, y un fuerte brindis por esas armas que, otra vez más, deberán despertar de su letargo.
¡Riau!¡Riau!
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