(Aplausos)
… Esto… Perdonad, un
segundo… estoy poniendo una foto en el Twitter… Me he creado una cuenta de
esas, en eso del pajarillo azul, sí… y claro, entre los dedos como salchichas,
el teléfono este que tan sólo funciona los días pares y lo negado que soy con
las nuevas tecnologías, me ha pillado el toro… y aquí estoy… pero perdonad… un
segundo…
Ok.
Ayer noche, después de
ver Salvados, me lancé a la cama y le di tres o cuatro zarandeos a la Paca, que
ya estaba en el Edén de Morfeo. ¡Despierta, Paca! ¡Me voy a hacer un twitter de
esos! Pero la Paca, con lo que parecía una lagaña en formación, ni me miró. Grrgrrggg, gruñó mientras me daba unos codazos en el hígado. Normal. Sabéis, en once años de matrimonio todavía no he aprendido el lenguaje de mi
santa. Yo me lo tomé como un “haz lo que te dé la gana”.
Y aquí estoy, cuidando
de “mis redes sociales”.
Dos horas llevo con el
rollazo de las fotos. Que si ésta tiene muchos píxeles… píxeles es centímetros
pero en código binario... que si ésa ha salido borrosa… Y cuando crees que ya la
tienes, cuando ves la foto en el perfil, te entra la depresión de los treinta…
¡Qué entradas! ¡Mira, mira… pfff… parezco gilipollas ahí, encima de ese seto!…
Porque claro, ¿no vas a colgar una foto en la que salgas haciendo el ridículo,
no? ¿Qué credibilidad voy a tener si aparezco mostrando el michelín playero?
Nada.
Además, esto del
Twiter lo quiero yo para empezar a soltar bofetones digitales a diestro y
siniestro. Ya que los otros, los que suenan, no puedo darlos, pues me
entretengo soltando derechazos a los mierdas de turno del Gobierno... o los fachas esos, perros judios… Pero, pssss, entre
amigos, si sale algo raro… una mulatita o alguna fan de esas, y se puede echar
una canita al aire… ¡Duerme, Paca, duerme!
Je.
Pues eso, que ya tengo
cuenta. @Chédepie. Así, con dos cojones. Un nombre apañado. Chulapo. Por si
queréis seguirme… eh… Seguidme, seguidme… titas-titas-titas... No, mulatas,
vosotras no… no os lo toméis mal, azúcar…Vosotras sois mis palomitas...
La verdad es que, como
decía el chavalote ese, “hay que ponerse las pilas. Movilizarse. Luchar”. Al
principio pensé que había dicho “duchar”… y ahí que te vi. La Paca me miró algo
raro cuando me vio entrar al baño a primera hora, pero… Luego, ya limpito, me enteré que era “luchar”. La higiene, en esto
de la Revolución, debe ser cosa secundaria. También me di cuenta de que no
estaba tan moreno como creía… pero eso se arregla en las cámaras de rayos UVA de
los pobres: los chiringuitos playeros.
Pero razón, al cuatro
ojos, no le faltaba. Siempre recostado en el sofá, mirando el Cuéntame, me voy
aplatanando día tras día. ¡Con lo que yo era, amigos! Madre mía. He cambiado
los pantalones pitillo y la chupa de cuero por este albornoz desteñido… al
rosa, como siempre sucede con la Paca y su lavadora. Albornoz que es más como
una segunda piel… o tercera, o cuarta, o quinta… No sé cuántas debo tener ya,
pero este año voy por la tercera báscula. Son malas, eso sí. No aguantan nada
pero, ¡qué puedes esperar de los puntos del banco! ¡Ni eso hacen bien! Una
báscula digital, 2.500 puntos y… ¡zas!... en cuanto me subo, “error”… “error”…
Pues eso, que ya tengo
twitter.
Y claro, como os
podéis imaginar, lo primero que hice fue hacerme seguidor del chaval. Más que
nada para no ir dando palos de ciego en esto de la crítica digital. En diez
minutos ya había hecho cien “follows” de esos. El tipo este, el otro que
también tiene un programa tras las noticias, el periodista ese que estaba antes
en la CNN… la paticorta de La Noria… ¡Buf!... Un montón de tíos molones,
creedme. Y tías…tías con buenos pechotes, ya me entendéis, eh, pillines...
Je.
Mirad, mirad… el
joputa este de primera fila ya está tecleando en el móvil. ¿Qué? ¿Chafardeando
en mi cuenta, no?... Eh… ¿cómo? ¿@justinbieber?… No, no… No es lo que estás
pensando, no. Eso es la Paca, que me debe haber sisado el celular… celular…
¡Qué cachondos estos sudacas!... No, no... no cambio de tema, no... ¡Nada de mariconadas, que yo soy muy hombre!
Pues eso, que tras los
follows de turno, me dispuse a entablar un duelo como los cowboys del salvaje
oeste. Ante el espejo del salón, con mi gorra de la cuenca minera que me dieron
los del sindicato, y un palillo entre los dientes… ¿Es a mi? ¿Estás hablando
conmigo?... empecé a desenfundar mi pistola de su funda anudada al cinturón…
¡Pum! ¡Pam! ¡Toma plomo, cabrón! ¡Toma twitts!... para, henchido de gloria
vaquera, desplomarme en el sofá y empezar a sacarle brillo a la Colt del futuro que tenía en las manos… por obra y gracia, otra vez, de los puntos de
Vodafone, contrato de permanencia de 18 meses.
Y claro, ¡cómo no!,
las primeras balas de ceros y unos binarios fueron para la Marquesa madrileña.
Me costó encontrar su perfil… y, ¡esa es otra! ¡Pasé casi toda la tarde
buscando la cuenta oficial, y no los cientos de perfiles en plan coña!...
Espeonza… dEsesperanza… Aguirre, la cólera de Dios… ¡Qué cachondo, el mundo
digital!... ¡Los de Mátrix estarían jodidos, pero seguro que se reían un
montón!
Total, que al final
doy con ella y, mensaje directo a la yugular. Perra, suspende el partido de la
petanca de tu senil padre. Instantáneamente, como dice el periodista ese, le da
a uno la sensación de haberse quitado veinte años de encima. Fascista, ojalá te
hubiera aplastado el helicóptero… o el chiste ese de las catenarias del tren… o
la bomba de Bombai y sus calcetines amarillos llenos de tomates…
La Red está llena de
lumbreras que se estrujan los sesos inventando coñas de estas. Ocurrencias,
frases hechas, comparaciones ridículas… ¡Con todo lo que hay ahí, no sé qué hacéis aquí escuchándo mis tonterías! Es tan sencillo como hacer follow a los
oráculos indicados y luego, corta y pega. Bofetones dialecticos listos para
ser alquilados, a módico precio. Un campo de tiro amateur para el cual no hacen
falta licencias ni exámenes psicotécnicos.
Y gratis. Como tiene
que ser. ¡A ver si los Mercados también nos van a sablear en esto!
Ahí los tienes todos a
tiro. A Aznar con sus 3.000 flexiones diarias, al Bush recibiendo un zapatazo
iraquí, al Gadafi y su ultrajante consolador de madera… ¡Qué risas,
compañeros!... El Gobierno este, con sus recortes en Educación, Sanidad… sus
amigos los banqueros y sus perros fieles con porras de goma… Tan sólo moviendo
un dedo, te metes en la alcoba del susodicho, al lado de su amante de turno…
con tus pies helados… acaparando las sábanas… En un segundo, el pajarraco azul
este le lleva tu mensaje, como una paloma inglesa.
¡Cómete esa,
franquista!
Pues sí, señores. Está
bien esto del twitter. Las Redes, en general. Esto sí que es Democracia
Popular, y no lo que anuncian en la TV. Ahí está la voz del pueblo, tíos. Los que
apenas pueden alzar la voz, ahí encuentran su sitio.
Como yo… un miserable
cómico que copia chistes.
Como tantos otros.
Un abrazo, amigos. Ha
estado bien la noche, ¿no? Se han reído, un cubata entre pecho y espalda… un
ambiente agradable… y un cómico penoso. Buenas noches y hasta la semana que
viene, en el mismo antro. Un aplauso.
Voy a seguir piando.
(Aplausos, carcajadas y varios vítores…. ¡Hip Hip Hurra! ¡Hip Hip Hurra!....)
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NOTA. La entrada ha sido calificada como Utopía. Porque
utopía es pensar que el espectador español, ante un monólogo miserable como éste,
ficticio… o ése de ahí fuera, real… bombardeará al mediocre artista y a sus digitales guionistas con una
lluvia de tomates, ceniceros, sillas y
banquetas… para, acto seguido, destrozar todas las botellas de las estanterías
y prenderle fuego al local y a sus cómicos...payasos… o bufones.
4 comentarios:
Ese cómico si quiere comer se tendrá que hacer vegetariano, o contratarte de guionista. Claro que entonces si que le estofarían a ostias. Lo digo porque llamarías fachas a los que en realidad lo son y eso no es plan.
Por cierto que se le olvidó mencionar lo del cáncer de nuestra Capitana Espe.
Saluditos.
Cuidado Herep, que entre los pajaritos hay mucho pajarraco de cuenta...
Yo los cubatas los dejo para el Viernes noche mientras veo una peli para no calentarme la sangre.
Comentaba el otro dia con un periodista de EM en twitter, que la red social se ha convertido en un patio de vecinas donde la morralla saca lo peor de si misma, vomita bilis,insulta,amenaza y desea la muerte de todo aquel que discrepe política -incluso futbolísticamente-, de sus planteamientos.
El nivel de encanallamiento es de tal calibre, que a la pobre María Escario le han deseado un nuevo ictus cerebral o a Hermann Tertsch que le den otra paliza de la cual no se recupere.
No nos engañemos;las redes sociales -como todo-, son un reflejo de la sociedad en que vivimos.
Y está claro que la nuestra está podida hasta el tuétano y en estado de ebullición.
¡Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuaaaaaaaa!
No Comment.
y
¡¡RIAU RIAU!!
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